Cura húmeda en las úlceras por presión.

19 marzo 2021

AUTORES

  1. Paula Romeo Cambra. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  2. Silvia Delgado Deza. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  3. Laura Marcos Blasco. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

 

RESUMEN

 

Los temas referentes al mantenimiento de la integridad cutánea son considerados de gran importancia en el ámbito de la enfermería, es por ello que el profesional enfermero no solo debe centrarse en los aspectos asistenciales, sino que también debe ser consciente de la importancia que tiene el ámbito de la prevención y tratamiento de las U.P.P. Consta de una introducción sobre el tema, en la cual se conocen los aspectos más importantes y relevantes de las úlceras por presión. A partir de ahí, la hipótesis planteada ha sido la siguiente: “Los apósitos de cura húmeda favorecen la cicatrización y alivian el dolor de la herida de los pacientes con lesiones por presión “. El objetivo fijado ha sido el siguiente: “Realizar la búsqueda bibliográfica sobre la eficacia de la cura húmeda que evidencien la mejora de la cicatrización y alivio del dolor en las lesiones por presión”. Para ello se han seleccionado seis artículos de distintas bases de datos con los que se han contrastado los porcentajes de los resultados de cada uno de ellos y se ha llegado a la conclusión de que los apósitos de cura húmeda, como Sureskin II, Urgotul, y Safetac, favorecen la cicatrización al igual que disminuyen el dolor hasta en un 90%. De esta forma, se produce también una reducción del estrés en el paciente. Una buena actuación por parte de los profesionales de enfermería en el tratamiento de las lesiones por presión es un elemento determinante para el bienestar del paciente y para la disminución del coste, beneficiándose así el propio personal sanitario.

 

PALABRAS CLAVE

Úlceras por presión, cura húmeda, dolor, apósitos, cicatrización.

 

ABSTRACT

The topics related to the maintenance of the cutaneous integrity are considered to possess a great importance in the nursing domain, for that reason the professional nurse must focus not only on the care aspects but also he must be conscious about the importance of prevention and treatment of the P.U. First, our work begins with an introduction about the subject, in which the main aspects of the pressure ulcers are presented. From that moment, the hypothesis raised was the following: “The dressings of humid cure help the cicratrization process and relieve pain of the wounds of the patients with pressure injuries». The fixed objective was the following: “To achieve the bibliographical research about the efficiency of the humid cure evidencing the improving of the cicratization process as well as the relieve of the pain in the pressure injuries. For that aim six articles from different bases of data’s have been selected, then the percentages of the results of each of them have been compared to conclude that the dressings of humid cure, like Sureskin II, Urgotul, and Safetac, favors the cicratization while they decrease the pain in a percentage of a 90%. By this method, a decrease in the patient stress also occurs. A good intervention of the professional nurses in the treatment of the pressure injuries is a determining element for the well-being of the patient and for the reduction of the cost, which finally is beneficious for the health staff.

 

KEY WORDS

Pressure ulcers, wet cure, pain, dressings, scarring.

 

INTRODUCCIÓN

El mantenimiento de la integridad cutánea es una importantísima actividad en la que la enfermería es partícipe. Las enfermeras debemos realizar intervenciones planificadas y constantes y medidas de cuidado de la piel para prevenir cualquier lesión tisular. Un bajo índice de aparición de L.P.P es sinónimo de un buen trabajo de equipo multidisciplinar y uno de los indicadores de calidad más representativos de los cuidados que presenta enfermería, pero en su prevención (y posterior tratamiento) deben estar implicados tanto el personal sanitario como el propio enfermo y sus familiares. Las U.P.P son un problema común en el cuidado de los enfermos con enfermedades crónicas, sobre todo en los ancianos con movilidad limitada. Debido a esto, enfermería no solo se debe limitar a las actividades asistenciales, sino que debe ser capaz de crear y utilizar todas las herramientas disponibles para una mejor prevención y tratamiento de las U.P.P. Se sabe que hasta un 95% de las UPP son evitables, lo cual refuerza la necesidad de prevenirlas como prioridad principal, más que centrarse solo en el tratamiento de las úlceras establecidas. Las repercusiones económicas derivadas de este problema son significativas. El departamento de salud y servicios de EE.UU constata que una UPP puede incrementar en un 50% los costes de los cuidados enfermeros del enfermo. También señala que a pesar de que el tratamiento de las UPP es más caro que su prevención, las medidas preventivas tampoco son baratas, por lo que el uso de materiales y accesorios, así como el tiempo adicional que la enfermera necesita para aplicar estos cuidados debe reservarse para aquellos enfermos identificados como de alto riesgo en lo que a la LPP concierne.

 

El impacto sociosanitario que las LPP tienen en el Sistema Nacional de Salud suponen importantes consecuencias. Se trata de procesos costosos, principalmente en cuanto a costes y a utilización de recursos asistenciales (humanos, materiales, consultas y estancias hospitalarias) y representa una seria amenaza de demandas legales para las instituciones. Se estima que el 60% se desarrolla en el hospital y más del 70% de UPP se manifiestan en mayores de 70 años. 1

 

Según la definición del GNEAUPP de 2001, una LPP es una lesión de origen isquémico, localizada en la piel y tejidos subyacentes con pérdida de sustancia cutánea y producida por una presión prolongada, fricción entre dos planos duros o pinzamiento vascular. 2

 

Además, existen factores de riesgo que disminuyen la tolerancia de los tejidos a dichas fuerzas mecánicas: Inmovilidad, inactividad, la nutrición (la ingesta inadecuada de proteínas (hipoproteinemia), carbohidratos, líquidos, y vitamina C contribuye a la formación de LPP). Incontinencia urinaria y fecal debido a la humedad, el deterioro del estado mental, sensibilidad disminuida y la edad avanzada. Otros factores que influyen son los efectos derivados del tratamiento, posiciones incorrectas, falta de higiene1,3.

 

La localización de las LPP más frecuentes varía en dependencia de la posición habitual del paciente. El lugar de aparición suele coincidir con la zona de piel sometida a mayor presión, generalmente zonas con prominencias o máximo relieve óseo. 1,3

 

No existe un tratamiento definitivo para las LPP, pero sí que hay unos principios generales ampliamente aceptados:

 

  • Eliminar los factores extrínsecos (presión, fricción o fuerzas de cizallamiento) que son determinantes en la aparición de úlceras o en retraso de la cicatrización.
  • Localizar la causa del dolor que provoca la herida para solventarlo, ya que es un factor inquietante para el paciente y el personal sanitario.
  • Reducir el efecto de los factores intrínsecos que pueden contribuir al daño tisular, como pueden ser la malnutrición, incontinencia y enfermedades concurrentes debilitantes.
  • Aportar el medio óptimo para la cicatrización.4,5

 

Antes del tratamiento, es necesaria la prevención de las LPP para evitar su aparición: cuidado de la piel (evitar humedades, buena higiene, secar bien los pliegues cutáneos, vigilar incontinencias…), adecuada alimentación e ingesta de líquidos, manejo de presiones (protección local, posiciones terapéuticas, movilización, cambios posturales, superficies especiales para el manejo de la presión), educación sanitaria tanto al paciente como al cuidador. El material de alivio de presión no sustituye los cambios posturales3.

 

Cuidados locales de las LPP:

 

El cuidado local de una úlcera de estadio I se ha de basar en aliviar la presión en la zona afectada y en la utilización de ácidos grasos hiperoxigenados.

 

Un plan básico de cuidados locales de la úlcera estadio II, III y IV debe contemplar:

 

  • Limpieza de la herida utilizando suero salino fisiológico como norma general y utilizando una presión de lavado efectiva para facilitar el arrastre de los detritus, bacterias y restos de curas anteriores, pero sin capacidad para producir traumatismos en el tejido sano.
  • Desbridamiento del tejido necrótico: la presencia de tejido necrótico de carácter seco o húmedo actúa como medio ideal para la proliferación bacteriana e impide el proceso de curación.
  • La situación global del paciente, así como las características del tejido a desbridar condicionarán el tipo de desbridamiento a realizar. Distinguimos en cortante o quirúrgico, químico o enzimático, autolítico, osmótico y biológico.
  • Prevención y abordaje de la infección bacteriana. Todas las úlceras por presión están contaminadas por bacterias, lo cual no quiere decir que las lesiones estén infectadas. Cuando la lesión está infectada encontramos síntomas de dolor, olor y exudado purulento.
  • Si transcurrido un plazo entre dos y cuatro semanas, la úlcera no evoluciona favorablemente, deberá implantarse un régimen de tratamiento. Si la lesión no responde a un tratamiento local deberán realizarse cultivos bacterianos, preferentemente mediante aspiración percutánea con aguja o biopsia tisular.6
  • Identificado el germen se habrá de plantear un tratamiento antibiótico específico.
  • Elección de un producto que mantenga continuamente el lecho de la úlcera húmedo y a temperatura corporal. Debe ser específico de cada tipo de lesión6.

 

Un apósito ideal debe ser biocompatible, proteger la herida de agresiones externas físicas, químicas y bacterianas, mantener el lecho de la úlcera continuamente húmedo y la piel circundante seca, eliminar y controlar los exudados y tejido necrótico mediante su absorción, dejar la mínima cantidad de residuos en la lesión, ser adaptable a localizaciones difíciles, respetar la piel perilesional y ser de fácil aplicación y retirada .6

 

La frecuencia de cambio del apósito dependerá de las características específicas del producto seleccionado.

 

Desde los años 60 se conocen los beneficios del mantenimiento de un ambiente húmedo para favorecer la cicatrización de las heridas, gracias a su eficacia. Numerosos estudios demuestran que los apósitos hidrocoloides ofrecen mejor coste –beneficio que la cura tradicional con gasa seca. Con esta técnica se consigue que las células liberadoras de factores de crecimiento y citoquinas se mantengan viables, aumenta el número de fibroblastos para la formación de tejido de granulación, se promueve la síntesis de colágeno y se favorece la angiogénesis.7,8

 

OBJETIVO

Realizar la búsqueda bibliográfica sobre la eficacia de la cura húmeda que evidencien la mejora de la cicatrización y alivio del dolor en las lesiones por presión.

 

HIPÓTESIS

Los apósitos de cura húmeda favorecen la cicatrización de las heridas y alivian el dolor de los pacientes con lesiones por presión.

 

METODOLOGÍA

La cicatrización y el dolor son dos de los grandes problemas que tiene el tratamiento de las LPP. Por ello, con este trabajo pretendíamos averiguar si los apósitos de cura húmeda eran capaces de mejorar la cicatrización de la herida y aliviar el dolor, consiguiendo con ello un tratamiento más efectivo. Para ello, se realizó una revisión bibliográfica, consultando en las bases de datos Scielo y Dialnet.

 

Las palabras clave utilizadas para la búsqueda fueron: cura húmeda AND dolor; apósitos AND dolor; dolor AND cicatrización.

 

Los criterios de inclusión de la búsqueda fueron el idioma en español y los artículos con acceso al texto completo.

 

Los criterios de exclusión, artículos que únicamente tenía acceso libre al resumen.

 

Se seleccionaron un total de 6 artículos.

 

También se utilizó bibliografía de libros de texto, así como protocolos y Guías Clínicas de Aragón.

 

RESULTADOS

White R et al presentan una revisión bibliográfica sobre la capacidad de los apósitos con tecnología Safetac® para reducir el dolor manifestado por los pacientes durante la retirada de los mismos.

 

En el artículo se hace hincapié en la importancia que tiene el dolor tanto para la calidad de vida del paciente y satisfacción del personal sanitario como para la mejora de la evolución de la herida. Autores afirman que el empleo de adhesivos inapropiados y a veces agresivos en los apósitos, puede causar traumatismo en el lecho de la herida, en la piel perilesional y/o retrasando el proceso de cicatrización. La mejor práctica en el cambio y utilización de apósitos adecuados quizás podría disminuir las terapias con productos analgésicos, anestésicos, psicológicos que se dan para reducir el dolor.

 

Resultados:

 

El dolor asociado con una herida es una de las principales causas de estrés psicológico, por lo que la reducción del dolor en los pacientes debería ser una clave prioritaria en el tratamiento de heridas.

 

Los apósitos con tecnología de adhesivos de suave silicona (por ejemplo, Safetac®) son menos dolorosos antes, durante y después del cambio de apósito en comparación con otros apósitos avanzados con adhesivos tradicionales por lo que pueden considerarse como ideales para el tratamiento de las heridas y favorecer su cicatrización

 

Entre los materiales que fomentan el dolor y por tanto el retardo de la cicatrización se encuentran los tratamientos de cura seca. 4

 

El objetivo de este estudio de Rius J et al, es evaluar las características de capacidad de absorción y control de exudados, caracterización de la superficie en contacto, capacidad de transpiración, conformabilidad y protección antimicrobiana, de 6 tipos de apósitos de espuma polimérica. SKINFOAM no adhesivo (SF1) y adhesivo (SF2), ALLEVYN no adhesivo (A1) y adhesivo (A2) y BIATAIN no adhesivo (B1) y adhesivo (B2).

 

La cura en ambiente húmedo permite que el exudado se mantenga en contacto con la superficie de la herida y ayuda a los procesos biológicos de la curación. Además, los apósitos de este tipo de curas no se adhieren en el lecho de la herida, lo que evita el sangrado y reduce el daño tisular sobre el tejido cicatricial cada vez que requiere un cambio. Dentro de los apósitos destinados a la cura húmeda, las espumas poliméricas (apósitos de poliuretano) son los más indicados para el tratamiento de heridas altamente exudativas debido a su gran capacidad de absorción. La principal característica de estas espumas son la elevada absorción y retención del exudado (evitando la maceración de la piel periulceral). Éstas tienen además la capacidad de la protección antimicrobiana, minimizar el agua libre y los nutrientes disponibles, creando un ambiente poco favorable para la reproducción de los microorganismos.

 

Resultados obtenidos: las medidas de rugosidad mostraron la excelente suavidad de los apósitos SF1 y SF2, comportamiento que influirá directamente sobre el síntoma del dolor. Además, son los que mejor comportamiento global tienen de las propiedades estudiadas.7

 

Nolasco A et al realizan un estudio observacional sobre el uso de apósitos neutros o impregnados en agente antibacteriano de una innovadora tecnología patentada: la tecnología lipidocoloidal (TLC) para el tratamiento de heridas agudas y/o crónicas.

 

Los resultados que se obtienen de este estudio son que tras la aplicación de un apósito graso neutro como fue urgutol, se consiguió la cicatrización completa de la lesión en la mayoría de los casos (el 72% de las heridas agudas y el 35% de las crónicas). Además, antes del comienzo del estudio el 84% de los casos indicó presentar algún tipo de dolor y al finalizar el estudio, menos del 20% decían presentar algún tipo de dolor.

 

Los éxitos en la utilización del urgotul fueron debidos a su carácter de baja adherencia a la herida, a la disminución significativa del dolor durante las curas y a su capacidad de cicatrización.9

 

Los objetivos del estudio de Rueda J et al son la evaluación de la eficacia de Sureskin® II tanto en el tratamiento de lesiones cutáneas de diferente etiología como en la eficacia con relación a la cicatrización. Evaluación de la percepción de los pacientes al realizar curas en cuanto al dolor y conocer la aceptación de los profesionales investigadores.

 

Se encontraron beneficios de la utilización de Sureskin® II en aspectos como:

 

– La reducción del dolor (en el 94 % de los casos), reducción del tiempo de cicatrización (de 38 a 27 días en las crónicas y de 16 a 7 días en las agudas) la flexibilidad, absorción y disminución de las lesiones derivadas de la adhesividad…permiten afirmar que en el desarrollo de los HC de II generación tienen en cuenta las necesidades de los profesionales en aspectos de calidad y cuidados.

 

-Se demuestra una capacidad y rapidez de cicatrización de 0.48 cm² por día de tratamiento (en las 8 semanas de estudio cicatrizaron el 72.2 % de heridas crónicas y el 94.7 % de las agudas).

 

-El uso de hidrocoloides de segunda generación supone un ahorro importante en los costes derivados del tratamiento de las lesiones de piel, sea cual sea su etiología.10

 

Rueda J et al en su estudio sobre los apósitos atraumáticos obtienen los siguientes resultados:

 

El dolor y el trauma asociados con los cambios de apósitos son la mayor preocupación de los pacientes y los profesionales de la salud, por los efectos que tienen a nivel perceptivo (dolor) y a nivel de evolución de la herida (retraso en la cicatrización, lesiones en la piel perilesional).

 

El apósito atraumático es un elemento necesario en el proceso de curación, y que ha de ser una propiedad indispensable de los apósitos indicados en el tratamiento de las lesiones cutáneas, que permitan aportar elementos de calidad en el proceso de curación.5

 

En el artículo de Módenes J.C et al el objetivo es valorar el grado de satisfacción percibido por el paciente y el comportamiento general con el apósito hidrocoloide Sureskin II, en el tratamiento de úlceras agudas y crónicas en la práctica clínica diaria.

 

Sureskin II en la práctica clínica diaria facilita la cicatrización, acelerando el proceso de curación y mejorando la calidad de vida de los pacientes.

 

Las ventajas son, desaparición del dolor proporcionando alivio en un elevado porcentaje de casos, menores tasas de infección si lo comparamos con la cura seca, menor dedicación por parte del profesional de enfermería (su satisfacción en el estudio es del 98%.)

 

Como conclusión, se demuestra que la epitelización aumentó (del 32.2 al 86.8%), la intensidad del dolor se redujo (en un 60%), al igual que el nivel de exudado (en un 50%), eritema perilesional (reducción del 65.2%) y la de maceración de la piel (reducción del 57.2%). Se manifiesta una satisfacción global. 8

 

DISCUSIÓN

 

La presente revisión bibliográfica recoge 6 artículos que tratan sobre varios tipos de apósitos de cura húmeda. Estos apósitos pertenecen a distintas marcas comerciales por lo que nos ha sido complicado realizar una adecuada discusión entre los seis, principalmente porque cada apósito tenia sus propias propiedades. A pesar de ello, sí que podemos afirmar que todos los artículos elegidos coinciden en la necesidad de utilizar apósitos de cura húmeda por sus numerosas cualidades y ventajas frente al alivio del dolor durante su aplicación.

 

Los adhesivos de suave silicona: Safetac® son menos dolorosos antes, durante y después del cambio de apósito por lo que favorecen la cicatrización, por otro lado los apósitos de espuma polimérica como los Skinfoam® (los adhesivos tanto como los no adhesivos) debido a su suavidad influyen directamente sobre el dolor favoreciendo así, la cicatrización. Otros, como el Urgotul, un apósito impregnado o neutro, favorecen la cicatrización debido a su baja adherencia y disminución significativa del dolor durante las curas, de manera que al finalizar el tratamiento menos del 20% de los pacientes presentaban dolor. Con respecto a los apósitos hidorocoloides de segunda generación tales como Sureskin® II se demuestra que: la epitelización aumenta, la intensidad del dolor se reduce hasta un 94%, se reduce el nivel de exudado, el eritema perilesional y la maceración de la piel. También demuestran una capacidad y rapidez de cicatrización de 0.48cm² por día de tratamiento.

 

Para finalizar se considera un elemento necesario el uso de apósitos atraumáticos de cura húmeda, que son aquellos que permiten aportar elementos de calidad en el proceso de curación.

 

No encontramos estudios que se opusieron a la utilización de apósitos de cura húmeda o que los criticaran, de todas formas, no se pueden extrapolar los datos obtenidos a la totalidad de la población ya que la muestra que hemos estudiado no es homogénea ni en cuanto a la etiología de la lesión, ni en cuanto a la edad, etc. y porque hemos tomado una muestra de tipos de apósitos reducida.

 

CONCLUSIONES

 

La revisión bibliográfica realizada en el presente estudio nos permite extraer las siguientes conclusiones:

 

  • Los artículos analizados demuestran que los apósitos de cura húmeda favorecen la cicatrización debido a que disminuyen el dolor y consecuentemente el estrés.
  • Los apósitos atraumáticos de cura húmeda disminuyen el dolor en el cambio de apósito por lo que favorece la cicatrización.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Arias J, Aller M.A, Arias J.I, Lorente L.Generalidades Médico-quirúrgicas. Editorial Tebar; 2001
  2. Grupo nacional para el estudio y asesoramiento de úlceras por presión y heridas crónicas. Disponible en: http://www.gneaup.es
  3. Subcomisión de lesiones por presión del hospital clínico universitario Lozano Blesa. Guía clínica: prevención y tratamiento de las lesiones por presión Disponible en: http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_446_Lesiones_presion_HCU_20100112.pdf
  4. White R, Valdehita A. Efectividad de la tecnología Safetac® en la disminución del dolor asociado a las heridas: un factor significativo en la demora de la cicatrización y en el incremento en los costes.Gerokomos 2009 Sep.; 20(3):128-131.
  5. Rueda J, Muñoz A.M, Gago M, Arboix M, García F. Apósitos atraumáticos. ¿Una propiedad o una necesidad en el tratamiento de las heridas? Gerokomos 2004; 15(4): 248-255.
  6. 6.Protocolo de úlceras por presión. Gobierno de Aragón Departamento de Salud y Consumo- Salud Sector II. Abril 2004.
  7. Rius J, López R.Evaluación in Vitro de las propiedades de seis apósitos para la cura de ambiente húmedo de heridas exudativas. Gerokomos 2008; 19(1):30-40.
  8. Módenes J.C, Porras J.M, Pelet M, Cámara S, Jové E, Santaló I, Palacio J.L. Evaluación de la satisfacción y efectividad del apósito de hidrocoloide sureskin II en el tratamiento de las heridas agudas y crónicas. Gerokomos 2006; 17(4): 225-234.
  9. Nolasco A, Rueda J, Martinez F, Verdú J, Soldevilla J.J. Estudio ATHAC 04-05: Estudio observacional sobre el uso de apósitos neutros o impregnados en agente antibacteriano de una innovadora tecnología patentada: la tecnología lipidocoloidal (TLC) para el tratamiento de heridas y/o crónicas. Gerokomos 2006; 17(2):91-99.
  10. Rueda J, Muñoz A.M, García F., Blanco J, Segovia T, Gago M, Ballester J, Arboix M. Hidrocoloides de segunda generación. Desarrollo en beneficio de la cicatrización. Estudio multicéntrico. Gerokomos 2005; 16(2): 109-119.

 

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