Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB). Concepto, signos clínicos y tratamiento. Artículo monográfico.

19 enero 2022

AUTORES

  1. Ixea Abós Navarro. Diplomada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud, Zaragoza.
  2. Lucía Rosa Secorún Enjuanes. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud, Huesca.
  3. Rocío Buisán Espías. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud, Barbastro.
  4. Susana Monfort Ferris. Diplomada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud. Barbastro
  5. Silvia Morales Esquinas. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud, Zaragoza.

 

RESUMEN

El vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), es el vértigo más común, dentro de la patología vertiginosa y de todos los vértigos periféricos que encontramos, numerosos estudios confirman que su aparición se incrementa con la edad y que afecta por igual a hombres que a mujeres.

El VPPB se origina con crisis de vértigo rápidas y cortas acompañadas de sensaciones ilusorias de movimiento provocadas involuntariamente al colocarnos en una determinada posición espacial.

La etiología es idiopática en la mayoría de los casos.

El VPPB tiene un buen pronóstico y es muy recomendable abordarlo con sesiones de fisioterapia1,2,3,4.

 

PALABRAS CLAVE

Vértigo, tratamiento, fisioterapia, nistagmo, vestibular.

 

ABSTRACT

Benign paroxysmal positional vertigo (BPPV) is the most common vertigo within the vertiginous pathology and the most common of all the peripheral vertigos that we can find. There are many studies that confirm that its appearance increases within age, equally affecting men and women. 

BPPV originates with quick and short vértigo crises accompanied by illusory sensations of movement, caused involuntarily by placing ourselves in a certain spatial position. 

Its etiology is idiopathic in most cases.

BPPV has a good prognosis and it is highly recommended to address it with physiotherapy sessions1,2,3,4.

 

KEY WORDS

Vertigo, treatment, physical therapy modalities, nystagmus, vestibular.

 

DESARROLLO DEL TEMA

El VPPB fue descrito por Barany en el año 1921 y debe su nombre a Dix Hallpicke, se caracteriza por la aparición de vértigo rotatorio (sensación de que todo gira a mi alrededor) y de nistagmus (movimientos rápidos e involuntarios de los ojos) cuando se rota la cabeza en el plano del canal semicircular afectado, éstos autores ubican la causa de los vértigos principalmente a la afectación del canal semicircular posterior, ya que rara vez afecta al conducto semicircular anterior o al conducto semicircular horizontal.

En la mayoría de los casos, la causa es idiopática, puede aparecer de forma aislada o vinculada a otras enfermedades, o traumas5,6,7.

En la actualidad se cree que el VPPB se debe a la existencia de partículas, denominadas otolitos o otoconias “piedras del oído”, procedentes de la degradación de la membrana otolítica del utrículo (parte del aparato vestibular del oído interno, encargada de regular y mantener el equilibrio corporal). Estas partículas, se presentan en forma de cristales de carbonato cálcico y pueden depositarse directamente en la cúpula de la ampolla del canal semicircular posterior, afectando y haciendo que ésta se vuelva más sensible a la gravedad y a los movimientos de la cabeza en ese determinado eje espacial, desencadenando así el vértigo (cúpula-litiasis), otra explicación, es la de la liberación de los otolitos en la endolinfa de los canales semicirculares, dónde flotan y se mueven cuando la cabeza es solicitada en ese determinado espacio, causando así el vértigo (canal-litiasis).

Las otoconias suelen tener normalmente un crecimiento lento. Se disuelven naturalmente y son reabsorbidas activamente por unas células del laberinto que se encuentran adyacentes al utrículo1,8,9.

En los últimos años han defendido que la aplicación de un tratamiento fisioterapéutico da muy buenos resultados desde la primera intervención, por lo que fisioterapia es determinante en el abordaje del VPPB para mejorar la calidad de vida de los pacientes que lo padecen y limitar por tanto la incapacidad y el desequilibrio emocional que se desencadenan durante las crisis del vértigo2,10,11.

 

ETIOLOGÍA:

La causa más común de vértigo posicional paroxístico benigno en personas menores de 50 años de edad es debida a un traumatismo craneal.

En los ancianos la causa más común del VPPB es la degeneración del sistema vestibular del oído interno.

En la mayoría de los casos, el vértigo posicional paroxístico benigno se considera idiopático porque no se encuentra ninguna etiología.

Los virus que afectan al oído causando la neuritis vestibular y los que provocan el infarto de la arteria cerebelosa anteroinferior (encargada de vascularizar el oído interno) son causas significativas pero inusuales1,2,3,4,6.

 

SIGNOS CLÍNICOS:

Los síntomas principales del vértigo posicional paroxístico benigno son; mareo, desequilibrio y náuseas.

Se desencadenan casi siempre por un cambio de posición de la cabeza respecto de la gravedad (levantarse o girarse en la cama, al extender el cuello etc.).

Un patrón intermitente es común, el VPPB puede estar presente durante algunas semanas, remitir y reaparecer1.

 

DIAGNÓSTICO:

Las pruebas para realizar un correcto diagnóstico del VPPB incluyen electroencefalograma, electronistagmografía, TAC, RMN, audiometría o angiografía.

Para confirmar que no sea otra patología y precisar mejor en el diagnóstico, también se pueden realizar maniobras más específicas como la de Dix y Hallpike, la prueba de Romberg, la prueba de Babinski-Weil, la prueba de la silla rotativa, la prueba de fijación de Barany o el test de klein de la arteria vertebral.

La gran incidencia de vértigos cervicales con VPPB hace que sea obligatorio el uso de maniobras de provocación para descartar el vértigo cervical de origen propioceptivo2,5,6,9,12 .

Troost y Patton describieron los que podrían ser los factores indispensables para diagnosticar un vértigo posicional paroxístico benigno:

-Síntomas asociados a algunas posiciones de la cabeza.

-Vértigos episódicos de naturaleza rotatoria.

-Antecedentes de episodios de vértigo rotatorio intenso con o sin náuseas y vómitos asociados a la infección de las vías respiratorias superiores1.

 

TRATAMIENTO:

Para intentar recolocar el otolito que ocasiona el vértigo, podemos recurrir a las maniobras de Epley o de Semont1,13,14,15.

-La maniobra liberadora de Semont: Implica un procedimiento en el cuál se dirige rápidamente al paciente desde la posición de sedestación con la cabeza rotada 45º hacia el lado sano a la posición de decúbito lateral sobre el oído afectado, alejando así las partículas de la ampolla hacia la porción más baja del canal semicircular posterior. Desde esta nueva posición el paciente será dirigido al decúbito lateral del lado opuesto, es decir sobre el lado del oído sano.

Se trata de realizar un sólo movimiento de manera rápida, para favorecer la liberación de los otolitos, partículas que desencadenan el vértigo.

-La maniobra de Epley: También conocida como la maniobra de reposicionamiento canalar o maniobra liberatoria modificada, incluye movimientos secuenciales de la cabeza en cuatro posiciones diferentes, permaneciendo un tiempo de 30 segundos en cada una de ellas.

En un primer momento, el paciente se encuentra sentado en la camilla, con la cabeza en posición neutra, a continuación, le vamos a inducir la primera maniobra con un movimiento de rotación de 45º del cuello hacia el lado del oído afectado, después en una segunda maniobra dirigiremos al paciente a decúbito supino sin perder el parámetro de rotación de la primera maniobra, con la cabeza siempre por fuera de la camilla, manteniendo el cuello en extensión, en la tercera maniobra rotamos la cabeza 90º y el cuerpo del paciente hacia el lado contralateral, es decir, hacia el lado del oído sano, hasta que el paciente se quede colocado en decúbito prono, para finalizar las maniobras, ayudaremos al paciente a retomar la posición inicial, acabando de nuevo en sedestación, con las piernas por fuera de la camilla, sin perder el parámetro de rotación cervical hacia el lado del oído sano.

Las maniobras tienen como objetivo mover los fragmentos dentro del oído interno, para alejarlos de la parte sensitiva del mismo y desplazarse a una localización menos sensible, para hacer desaparecer la clínica del vértigo que presenta el paciente.

Es interesante realizar la maniobra con la ayuda de un profesional, se puede realizar varias veces en la misma sesión y se debe educar al paciente para que si es necesario lo repita en su domicilio.

Se debe indicar al paciente que tras la realización de la maniobra no realice movimientos bruscos de la cabeza y/o tronco, y que duerma en el decúbito que no reproduzca el vértigo14,15.

 

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