Valoración del grado de funcionalidad alcanzado en pacientes con ictus durante su estancia hospitalaria.

21 abril 2021

AUTORES

  1. Estela Meléndez Sánchez. Grado en Enfermería, Hospital Clínico Universitario, Lozano Blesa, Zaragoza.
  2. José Antonio Ortín Clavería. Grado de Fisioterapia, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  3. María Onieva Martín. Grado de Trabajo Social, C.S. Sagasta, Zaragoza.
  4. Ainhoa Bartumeus Bartolomé. Licenciada en Psicología, C.S. San José Norte, Zaragoza.
  5. Francisco Javier Monserrat Cantera. Grado de Fisioterapia, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  6. Lorena Cartiel Marina. Grado en Fisioterapia, C.S. Sagasta, Zaragoza.

 

RESUMEN

INTRODUCCIÓN: La rehabilitación es un proceso limitado en el tiempo, cuyo objetivo es prevenir complicaciones y reducir el déficit neurológico a fin de conseguir la máxima capacidad funcional posible para facilitar la autonomía personal y la reintegración familiar y socio laboral. La rehabilitación ha de iniciarse de forma precoz y coordinada y mantenerse durante las diferentes fases de la atención sanitaria.

 

OBJETIVO: Determinar el grado de funcionalidad alcanzado en los pacientes con ictus tras su ingreso en el Hospital de Zaragoza.

 

DISEÑO DEL ESTUDIO: Se llevó a cabo un estudio analítico longitudinal retrospectivo en el que se evaluaron las características sociodemográficas y clínicas, así como la funcionalidad, de los pacientes ingresados por un ictus en la nueva planta de neurorrehabilitación del Hospital de Zaragoza.

 

DESARROLLO DEL ESTUDIO: Tres escalas de neurorehabilitación (Barthel, Rankin, Pfeiffer), para determinar la funcionalidad del paciente al ingreso y al alta. Además, se contabilizaron las sesiones de fisioterapia, logopedia y rehabilitación de cada paciente con ictus. Esta información fue recogida al alta de los pacientes mediante la aportación de fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales del mismo hospital

 

RESULTADOS

Respecto a las sesiones de fisioterapia, la mayoría de los pacientes 39,1%, tuvieron más de 30 sesiones de fisioterapia, esto supone un 44,6% de los pacientes que realizaron estas sesiones. Requirieron sesiones de logopedia 42 de los 64 pacientes a estudio (65,6%). De los pacientes que utilizaron este servicio, un 57,1% realizó menos de 15 sesiones de logopedia. Terapia ocupacional fue requerida por 49 de los 64 pacientes a estudio (76, 5%) de sesiones. De los pacientes que utilizaron este servicio 53,1 % realizó menos de 15 sesiones de terapia ocupacional. En 73,4% de los pacientes, 47 de los 64 pacientes a estudio, se consiguió el alta por mejoría, pero en el servicio también se registraron altas por no mejoría, traslado o fallecimiento, la distribución de los pacientes.

 

PALABRAS CLAVE

Neurorehabilitation, hospital, Barthel, Rankin, Pfeiffer.

 

ABSTRACT

INTRODUCTION: Rehabilitation is a time-limited process, the objective of which is to prevent complications and reduce neurological deficits to achieve the maximum possible functional capacity to facilitate personal autonomy and family and social reintegration. Rehabilitation must begin early and in a coordinated manner and must be maintained during the different phases of health care.

 

OBJECTIVE: Determine the degree of functionality achieved in stroke patients after admission to the Zaragoza Hospital.

 

STUDY DESIGN: A retrospective longitudinal analytical study was carried out in which the sociodemographic and clinical characteristics, as well as the functionality, of the patients admitted for a stroke in the new neurorehabilitation ward of the Hospital de Zaragoza were evaluated.

 

DEVELOPMENT OF THE STUDY: Three neurorehabilitation scales (Barthel, Rankin, Pfeiffer), to determine the patient’s functionality at admission and discharge. In addition, the physiotherapy, speech therapy and rehabilitation sessions of each stroke patient were counted. This information was collected at the discharge of the patients through the contribution of physiotherapists, speech therapists and occupational therapists from the same hospital

 

RESULTS: Regarding the physiotherapy sessions, the majority of patients, 39.1%, had more than 30 physiotherapy sessions, this represents 44.6% of the patients who underwent these sessions. 42 of the 64 patients under study required speech therapy sessions (65, 6%). Of the patients who used this service, 57.1% had fewer than 15 speech therapy sessions. Occupational therapy was required by 49 of the 64 patients studied (76.5%) of sessions. Of the patients who used this service, 53.1% had less than 15 occupational therapy sessions. In 73.4% of the patients, 47 of the 64 study patients, discharge was achieved due to improvement, but the service also registered discharges due to no improvement, transfer or death, the distribution of patients.

 

KEY WORDS

Neurorehabilitation, hospital, Barthel, Rankin, Pfeiffer.

 

INTRODUCCIÓN

La rehabilitación es un proceso limitado en el tiempo, cuyo objetivo es prevenir complicaciones y reducir el déficit neurológico a fin de conseguir la máxima capacidad funcional posible para facilitar la autonomía personal y la reintegración familiar y socio laboral. La rehabilitación ha de iniciarse de forma precoz y coordinada y mantenerse durante las diferentes fases de la atención sanitaria2.

 

Es esencial estimar los objetivos funcionales para cada paciente y programar las intervenciones adecuadas de tratamiento que sean relevantes y eficaces en coherencia con dichos objetivos. El proceso de recuperación ha de reevaluarse periódicamente y, si es preciso, reajustarlo a la situación actual.

 

Los pacientes con discapacidad por ictus han de tener acceso a un equipo multidisciplinario de rehabilitación que aborde las áreas afectadas1.

 

Este equipo lo pueden integrar médicos especialistas en rehabilitación, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas, neuropsicólogos, personal de enfermería y trabajadores sociales.

 

El médico rehabilitador se ocupa ya desde la fase aguda de evaluar los diferentes tipos de déficits y discapacidades, establecer unos objetivo, un plan terapéutico y un pronóstico funcional, coordinar a los diferentes especialistas terapeutas, que intervienen en todo el proceso rehabilitador y definir, junto con las opiniones del resto del equipo, en qué momento el proceso de recuperación se ha estabilizado, para no continuar con el tratamiento específico, además de la realización de los informes clínicos necesarios3.

 

El fisioterapeuta, ya desde los primeros días, es el encargado de lograr una correcta postura del paciente en la cama para mejorar la distribución del tono muscular e incrementar la estimulación sensorial.

 

Al cabo de unos pocos días, cuando el paciente ya está estabilizado dirige sus esfuerzos a mejorar las reacciones de equilibrio, estimulación de actividades diarias, transferencias básicas, reeducación de la marcha y ascenso y descenso de escaleras.

 

El terapeuta ocupacional concentra su valoración y práctica en la reeducación de las actividades de la vida diaria, añadiendo en ocasiones ayudas y dispositivos técnicos, pero sobre todo llevan a cabo la valoración y el tratamiento de las alteraciones perceptivas, relajación y consejos sobre terapia laboral, de ocio y de conducción de automóvil.

 

El logopeda es el encargado de mejorar todos los aspectos alterados del lenguaje oral y escrito, en sus dos esferas de emisión y comprensión, así como de tratar las diversas alteraciones práxicas bucolinguofaciales, y los desórdenes disfuncionales que influyan en los trastornos de la deglución, sobre todo en las etapas tempranas.

 

El psicólogo ayuda al paciente en todas las dificultades cognitivas y de memoria, así como alteraciones emocionales y conductuales tan frecuentes en las fases iniciales.

 

El asistente social tiene una perspectiva mucho más amplia que otros miembros del equipo, valorando a estos pacientes, por lo general ancianos, en su contexto familiar y social en la comunidad, valorando sus deseos, y protegiendo su autonomía social y económica, buscando los cauces adecuados para la vuelta del paciente a su domicilio o cuando esto no es posible a algún tipo de establecimiento auxiliar.

 

La enfermera es la única pieza del equipo que pasa con el paciente veinticuatro horas al día. Es sin duda, la que mejor conoce al paciente, sus reacciones diarias, sus temores, por lo que además de los cuidados de enfermería básicos, se ocupa de la alimentación, cuidado de la piel, sondajes, cambios posturales específicos, medicación, cuidados intestinales y vesicales, y manejo psicológico inmediato. Interviene de forma directa en todas las actividades que el paciente realiza en su habitación,

 

Por ello es clave su comunicación fluida y directa tanto con fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas como con el psicólogo y el médico rehabilitador.4

 

El programa que se plantea en el ámbito de la rehabilitación del ictus consta de: · Valoración por médico rehabilitador en las primeras 24-48 horas del ingreso. · Inicio de la rehabilitación en la primera semana tras el ingreso

 

· Establecimiento de un plan terapéutico de rehabilitación.

· Elaboración de informe de rehabilitación, que acompañará al informe de alta de aquellos pacientes que precisen continuar con algún tipo de terapia en otro ámbito.

 

Las escalas de valoración funcional son instrumentos que traducen la valoración clínica y permiten expresar los resultados de un modo objetivo y cuantificable. Deben ser válidos, reproducibles o capaces de obtener el mismo resultado en mediciones repetidas en ausencia de variabilidad clínica y, además, ser sensibles a los cambios clínicos. Es conveniente que además sean prácticos, sencillos y estandarizados, con un método claro de administración y puntuación5.

 

Si bien es necesario contar con una descripción lo más amplia posible de la situación tanto inicial (en los primeros momentos del ACV) como final (secuelas) del paciente, a lo largo de su evolución se observarán los aspectos funcionales concretos que requieran atención según las posibilidades pronósticas y terapéuticas de cada uno de ellos.

 

Las escalas más importantes empleadas, para la valoración del ictus están divididas en6:

Tipo de ictus

1. Ictus isquémico:

– Escala del ictus del Instituto Nacional de la Salud. (NIHHSS)7. Es la escala más empleada para las funciones neurológicas básicas en la fase aguda en el ictus isquémico, tanto al inicio como durante su evolución.

– Escala Canadiense8: comprende aspectos cognitivos e incluso funcionales del paciente.

2. Hemorragia subaracnoidea:

– Escala de HUN y HESS9: determina los síntomas neurológicos que presenta el paciente su deterioro a través del grado asignado.

• Nivel conciencia

1. Escala del coma de GLASGOW10: es la escala más difundida para valorar las alteraciones de la conciencia.

• Nivel cognitivo

1. Escala PFEIFFER12: Es uno de los cuestionarios más utilizados como screening para detectar la presencia de deterioro cognitivo. Es un instrumento que consta de 10 ítems, y detecta tanto la presencia como el grado de deterioro cognitivo

• Funcionalidad

2. Escala de RANKIN11 modificada: Valora de forma global, el grado de discapacidad física tras un ictus.

3. Índice de BARTHEL13: Evalúa la capacidad funcional para las actividades basales de la vida diaria (ABVD).

Por lo que respecta a la distribución de las horas de cuidado en el caso del ictus, se evidencia la fuerte carga asistencial que soporta el cuidador. Un 46% de los cuidadores prestan más de 60 horas semanales de cuidados, a los que podemos sumar otro 10% que presta entre 41 y 60 horas de cuidados semanales. 14

Sobre el gasto sanitario total en España y Europa, es el responsable del 3-4%, estando la mayoría del gasto relacionado con la hospitalización en la fase aguda, la rehabilitación y los gastos en las residencias.11

 

HIPÓTESIS

Los pacientes con ictus tratados de forma específica en plantas de neurorehabilitación, mejoran de forma significativa su pronóstico.

 

OBJETIVOS

Objetivo principal:

  • Determinar el grado de funcionalidad alcanzado en los pacientes con ictus tras su ingreso en el Hospital de Zaragoza.

 

Objetivos secundarios:

  • Calcular la estancia, de los pacientes ingresados con un ictus en la planta de neurorehabilitación, así como del hospital de procedencia.
  • Describir las sesiones de fisioterapia, logopedia y terapia ocupacional que ha necesitado cada paciente, en su estancia hospitalaria.

 

MATERIAL Y MÉTODO

Diseño del estudio:

Se llevó a cabo un estudio analítico longitudinal retrospectivo en el que se evaluaron las características, así como la funcionalidad, de los pacientes ingresados por un ictus en la nueva planta de neurorehabilitación del Hospital de Zaragoza entre agosto de 2016 y febrero 2017, ambos inclusive. Los expedientes clínicos de los pacientes a estudiar se revisaron una vez dados de alta.

Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica, en Scielo, Pubmed, Unizar trabajos fin de tesis, revista de neurología, Elsevier, IMSERSO, OSTEBA, Dialnet.

 

Diseño del estudio:

Se llevó a cabo un estudio analítico longitudinal retrospectivo en el que se evaluaron las características sociodemográficas y clínicas, así como la funcionalidad, de los pacientes ingresados por un ictus en la nueva planta de neurorehabilitación del Hospital de Zaragoza entre agosto de 2016 y febrero 2017, ambos inclusive. Se llevó a cabo un estudio analítico longitudinal retrospectivo en el que se evaluaron las características sociodemográficas y clínicas, así como la funcionalidad, de los pacientes ingresados por un ictus en la nueva planta de neurorehabilitación del Hospital de Zaragoza entre agosto de 2016 y febrero 2017, ambos inclusive. Los expedientes clínicos de los pacientes a estudiar se revisaron una vez dados de alta

 

La planta cuenta con 32 camas, en las que ingresan pacientes de todo tipo de ACV, patologías medulares, así como cualquier enfermedad o infección que afecte al sistema nervioso, para realizar el proceso de neurorehabilitación que necesiten.

 

Población a estudio:

Todos los pacientes con ACV, tanto isquémicos como hemorrágicos, ingresados en la nueva planta de neurorehabilitación de un Hospital de Zaragoza, procedentes de hospitales de Aragón

 

Criterios de inclusión:

  • Mayores de edad.
  • Pacientes con un ictus.
  • Incluidos en las historias clínicas.

 

Criterios de exclusión:

  • Todos los pacientes que no estén incluidos en las historias clínicas de ictus, con patología de ictus y que no cumplan los criterios anteriores.

 

Desarrollo del estudio:

Tres escalas de neurorrehabilitación (Barthel, Rankin, Pfeiffer), para determinar la funcionalidad del paciente al ingreso y al alta.

 

Además, se contabilizaron las sesiones de fisioterapia, logopedia y rehabilitación de cada paciente con ictus. Esta información fue recogida al alta de los pacientes mediante la aportación de fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales del mismo hospital.

 

La estancia en el Hospital, por meses, también fue una variable a estudiar. La estancia en el Hospital San Juan de Dios, por meses, también fue una variable a estudiar. Se recogió por otro lado el motivo del alta, tanto si mejoran, fallecen o son trasladados, así como el lugar donde eran enviados tras el alta (domicilio, residencia o traslado a otro centro).

 

Instrumentos de medida:

Escala Pfeiffer (tanto al ingreso como el alta), para determinar la valoración cognitiva de cada paciente al ingreso y al alta, siendo irrealizable en el caso de afasia o paciente con deterioro cognitivo severo, estableciendo este valor como 11, ya que el mayor valor aplicado por el médico correspondiente fue de 10. A mayor valor, peor pronóstico.

 

Variables a estudio:

Todas las variables consideradas en el estudio han sido recogidas en una base de datos Excel diseñada en exclusiva para este proyecto. Las variables se agrupan en: variables de rehabilitación, escalas de medida. Se describen de forma detallada en el anexo I.

 

Para analizar la relación entre las variables a estudiar, se realizó un análisis bivariante. Para determinar la evolución del paciente en cuanto al grado de funcionalidad se refiere, se analizaron las diferencias en las tres escalas utilizadas entre los dos momentos de tiempo evaluados, ingreso y alta, para ello se utilizan test de comparación de medias para dos muestras relacionados, test de T de Student o test de Wilcoxon según criterios de normalidad.

 

Se realizó además un análisis estratificado para estudiar las diferencias en la evolución de los pacientes según sexo, edad y tipo de ictus.

 

Se estableció el nivel de significación estadística para una p valor menor de 0,05. Para toda la investigación se ha utilizado el programa estadístico SPSS v22.0.

 

RESULTADOS

Características de los pacientes al ingreso:

Entre el 1 de agosto 2016 y el 21 febrero 2017 ingresaron en el servicio de neurorehabilitación del Hospital de Zaragoza un total de 64 pacientes que cumplieron los criterios de inclusión, de los que un 53,1% de los pacientes fueron hombres (34/64) y un 46,9% mujeres. Un 34,4% de los pacientes tenían entre 81 y 90 años

 

Un 50% de los pacientes ingresados en el servicio de neurorehabilitación en este periodo de tiempo, fueron derivados del HCU, un 40,6% del HMS y un 9,4% de otros hospitales.

 

El 84,4% de los pacientes (54/64) permanecieron ingresados durante el período agudo en el ictus agudo un mes o menos. La estancia posterior fue inferior a un mes en la mayoría de los pacientes (42,2%), un 35,9% de ellos estuvieron entre uno y dos meses.

 

Respecto a las sesiones de fisioterapia, la mayoría de los pacientes 39,1%, tuvieron más de 30 sesiones de fisioterapia, esto supone un 44,6% de los pacientes que realizaron estas sesiones.

 

Requirieron sesiones de logopedia 42 de los 64 pacientes a estudio (65,6%). De los pacientes que utilizaron este servicio, un 57,1% realizó menos de 15 sesiones de logopedia.

 

La terapia ocupacional fue requerida por 49 de los 64 pacientes a estudio (76, 5%) de sesiones. De los pacientes que utilizaron este servicio 53,1 % realizó menos de 15 sesiones de terapia ocupacional.

 

En 73,4% de los pacientes, 47 de los 64 pacientes a estudio, se consiguió el alta por mejoría, pero en el servicio también se registraron altas por no mejoría, traslado o fallecimiento, la distribución de los pacientes

 

Del total de pacientes de la muestra, la valoración funcional se evaluó en aquellos en los que estaban recogidos los datos en las historias clínicas, tanto al ingreso como al alta para poder analizar si el proceso de neurorrehabilitación fue eficaz.

 

• Autonomía para las actividades de la vida diaria (escala Barthel):

Del total de los 64 pacientes de la muestra, 51 fueron analizados a través de la escala de Barthel: se descartaron los fallecidos o los trasladados.

Se observa aumento de la puntuación media al alta, pasando de 11,27 (DE=18,597) al ingreso a 41,08 (DE=30,827) al alta, esta diferencia entre ambos tiempos es estadísticamente significativa (p<0,001). Los parámetros descriptivos de esta escala en ambos tiempos se muestran en la tabla 4. Mayor puntuación indica mayor independencia por lo que se observa en los pacientes al alta.

 

• Valoración de la discapacidad física (RANKIN):

En el Rankin, no fueron excluidos los fallecidos, ya que la puntuación de muerte es 6, por lo que la media al alta fue más alta por este motivo. Por lo que se contó con 61 pacientes para esta evolución (mejora, no mejora, fallecidos).

Se observa una mejora, no muy alta, de los pacientes al alta, ya que, a menor puntuación, mejor pronóstico. La media disminuye de 3,89 (DE= 1,529) en el ingreso a 3,49 (DE = 1,776) en el alta, la DE. Esta diferencia entre ambos tiempos, fue significativa entre ambas (p<0,01).

 

• Valoración de la esfera cognitiva (escala PFEIFFER):

Del total de 64 pacientes de la muestra, 52 fueron analizados a través de la escala de Pfeiffer. Se descartaron los fallecidos o trasladados, 19 de estos 52 pacientes, no pudieron ser valorados al inicio por afasia, por lo que se estudió la evolución de los 33 pacientes restantes.

Se observó una disminución de la puntuación media al alta, tal y como se observa en la figura 10, pasando de 7,09 (DE=3,906) al ingreso, a 5,33 (DE = 4,028) al alta.

Hay una diferencia significativa entre ambas medias, ya que p<0,001, mejorando el paciente al alta, ya que con puntuación menor en la escala, mejor pronóstico y mejor evolución.

 

DISCUSIÓN

El 50% de los pacientes ingresados en el servicio de neurorehabilitación, fueron derivados del HCU, un 40,6% HMS y 9,4 % de otros hospitales. La permanencia de ingreso en estos hospitales fue un mes o menos, coincidiendo con un estudio realizado en un hospital comarcal de Mallorca 44, la estancia fue también menos de un mes (10 días).

 

En el estudio de Bizcaia18, sus ingresos también procedían de otros hospitales como en nuestro estudio, de Garliz, ingresados 30 días, Cruces 11 días, Santa Marina 10, San Eloy 9, Basurto 3 y Galdakao 6,01.

 

En nuestro estudio, la mayoría de los pacientes estuvieron ingresados de 1 a 2 meses (35,9%). En el Hospital Neurorehabilitador Sant Joan XXIII de Tarragona15, la estancia media fue de 20,2 días, con un período más largo de neurorehabilitación en el Hospital Neurorehabilitador de Cuba, Julio Díaz González16 y Hospital Neurorehabilitador San José de Cuenca17. Así como la estancia media de un hospital de neurorrehabilitación de Bizcaia18.

 

de 39 a 48 días, muy similar a nuestro estudio.

 

La mayoría de los pacientes realizaron sesiones de fisioterapia, logopedia y terapia ocupacional, para que la recuperación psicomotriz fuera lo más eficaz y rápida posible. En nuestro estudio la mayoría de los pacientes (39,1%) tuvieron más de 30 sesiones de fisioterapia, un 37,5% de pacientes requirieron menos de 15 sesiones de logopedia, y de terapia ocupacional 40,6%. Comparándolo con el estudio del hospital de neurorrehabilitación de Bizcaika se puede observar la diferencia entre las sesiones de logopedia (14%) y terapia ocupacional (10%) de las sesiones totales de rehabilitación. Sin embargo, no es posible comparar con las sesiones de fisioterapia, ya que no se han encontrado estudios similares.

 

En nuestro estudio el 73,4% de los pacientes, consiguió el alta por mejoría, sin embargo, 14,1% fallecieron. Comparado con el estudio del hospital de Bizkaia48 77% se fueron a su domicilio y 2% fallecieron, así como en el estudio de Zarco MJ19.

 

En la valoración funcional, los resultados del Barthel, se pudo observar que la media aumentó conforme realizaban el proceso de neurorrehabilitación, pasando de 11,27 a 41,08 al alta, hubo una diferencia estadísticamente significativa por lo que el proceso de neurorrehabilitación ha sido efectivo, al igual que los resultados del Centro Nacional de Rehabilitación Hospital Julio Díaz González16,19, con una mejora al alta estadísticamente significativa.

 

La evolución de la escala Rankin no ha sido tan efectiva. En el estudio Moreno. J20, et al, se observa una disminución de la media desde el ingreso (3,38), al alta (2,87), más significativa que la encontrada en la de nuestro estudio, así como la del estudio realizado por Govantes16.

 

La escala Pfeiffer, también fue mejorada en nuestro estudio, aunque siguieron siendo dependencia moderada, pasando de 7,09 a 5,33. En un 12 % de los pacientes no fue posible valorar los trastornos cognitivos durante la hospitalización principalmente por déficit en la comunicación (afasia). En el de S. Pinedo21, et al, al igual que nuestro estudio también hubo una clara mejoría. Al ingreso, un 55,2 % de los pacientes presentaba deterioro cognitivo, disminuyendo a un 31,6 % al alta hospitalaria y a un 24,9 % a los seis meses post-ictus.

 

CONCLUSIONES

Con nuestro estudio se ha visto una mejora estadísticamente significativa tanto en la valoración funcional de las ABVD con el índice de Barthel, como en la discapacidad física con el Rankin y el estado cognitivo con el Pfeiffer.

 

Por ello podemos demostrar que la valoración funcional, ha sido mejorada notablemente por el proceso de neurorrehabilitación adecuado, gracias al equipo multidisciplinar sanitario de la planta neurorehabilitadora del hospital.

 

El inicio precoz de la neurorehabilitación en unidades específicas, la duración adecuada del tratamiento y la intensidad oportuna conllevan mayor recuperación funcional y menor mortalidad, tasa de institucionalización y estancia hospitalaria.

 

Es imprescindible, por lo tanto, planificar correctamente, para que los pacientes que han sufrido un ictus, además de recibir la mejor atención en la fase aguda, puedan beneficiarse de un tratamiento neurorehabilitador específico que se inicie de forma precoz y se mantenga con la intensidad necesaria y de forma continua durante el ingreso y, posteriormente de forma ambulatoria tras el alta.

 

LIMITACIONES

Algunos datos no pudieron ser valorados porque no estaban recogidos en todas las historias clínicas. Además, solo se podían revisar las historias en el archivo lo que hizo que se alargará el tiempo de recogida de datos.

 

CONSIDERACIONES ÉTICAS

Mediante el consentimiento informado, obtenido por la dirección del hospital, así como la supervisora de planta y el comité de médicos, se pudo acceder a historias en papel, así obtener datos de ingreso y alta de cada paciente. Consentimiento informado.

 

BIBLIOGRAFÍA

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ANEXO

 

ANEXO I: Variables de rehabilitación:

VARIABLES DE

CLASIFICACIÓN VALORES

REHABILITACIÓN

Sesiones de fisioterapia Cualitativa ordinal politómica >20 sesiones, 20-30, >30
Sesiones de logopedia Cualitativa ordinal politómica <15 sesiones, 15-30, >30
Sesiones de terapia ocupacional Cualitativa ordinal politómica <15 sesiones, 15-30, >30
Motivo del alta Cualitativa nominal politómica Mejoría, fallecimiento, no mejoría, traslado.

 

Escalas de medida:

ESCALAS DE

CLASIFICACIÓN VALORES

VALORACIÓN

Escala Barthel ingreso y alta Cuantitativa discreta. De 0 a 100
Escala Pfeiffer al ingreso y al alta Cuantitativa discreta Entre 0 a >8
Escala de Rankin al ingreso y alta Cuantitativa discreta Entre 0 y 6

 

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