Tratamiento rehabilitador en la Rizartrosis.

28 octubre 2021

AUTORES

  1. María Blázquez Rubio. Grado en Fisioterapia. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  2. Álvaro Marzal Rubio. Grado en Terapia Ocupacional. Cruz Roja Illes Balears.
  3. Belén Gil Pardos. Diplomatura Universitaria en Terapia Ocupacional. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  4. Ana Isabel Andrés Martínez. Diplomatura Universitaria en Fisioterapia. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  5. Elisa Martínez Santamaría. Grado Universitario en Terapia Ocupacional. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  6. Laura Berges Borque. Grado Universitario en Terapia Ocupacional. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.

 

RESUMEN

Introducción: La rizartrosis es una patología degenerativa de tipo crónico de la articulación trapecio-metacarpiana. Se diferencian cuatro estadíos en función de la afectación degenerativa. Es muy importante el abordaje rehabilitador con una previa valoración.

Objetivos: El primero de ellos es recabar información sobre la afectación de la rizartrosis en la población actual y el segundo, conocer el tratamiento rehabilitador desde el enfoque de la terapia ocupacional.

Métodos: Se realizó una búsqueda en pubmed y google académico. Se excluyeron los artículos a los que no se tenía acceso de manera gratuita. De esta manera, se obtuvieron 8 resultados. Además, se consultó un libro de la biblioteca de la facultad de ciencias de la salud de Zaragoza.

Resultados: Se trata de un trastorno común que afecta a un 20% de la población, teniendo una prevalencia del 42% en hombres y un 57% en mujeres mayores de 75 años. La degeneración se debe a cambios morfológicos, bioquímicos y biomecánicos. Los objetivos terapéuticos principales son: conservar y/o ampliar el espacio interdigital, mantener o restablecer la alineación ósea correcta de la articulación, prevenir la luxación y reprogramar la pinza así como generalizar las AVDs.

Conclusiones: La rizartrosis es una patología bastante frecuente entre la población de edad avanzada. Esto repercute en la calidad de vida de la persona ya que genera dolor y limitaciones funcionales. Por ello, es fundamental un abordaje rehabilitador en el cual la terapia ocupacional desarrolla un papel importante.

 

PALABRAS CLAVE

Artrosis, trapeciometacarpiana, terapia ocupacional.

 

ABSTRACT

Introduction: Rhizarthrosis is a chronic degenerative pathology of the trapezius-metacarpal joint. Four stages are differentiated according to the degenerative involvement. Rehabilitation and a previous evaluation is very important.

Objectives: The first of them is to gather information on the affectation of rhizarthrosis in the current population and the second, to know the rehabilitative treatment from the perspective of occupational therapy.

Methods: A search was carried out in pubmed, academic google and dialnet. Articles that were not freely accessible were excluded. In this way, 8 results were obtained. In addition, a book from the library of the Zaragoza health sciences’s faculty was consulted.

Results: It is a common disorder that affects 20% of the population, with a prevalence of 42% in men and 57% in women over 75 years of age. Degeneration is due to morphological, biochemical, and biomechanical changes. The main therapeutic objectives are: to preserve and / or widen the interdigital space, to maintain the correct alignment of the joint, to prevent dislocation and to reprogram the clamp, as well as to generalize the ADLs.

Conclusions: Rhizarthrosis is a fairly frequent pathology among the elderly population. This affects the quality of life of the person since it generates pain and functional limitations. For this reason, a rehabilitative approach in which occupational therapy plays an important role is essential.

 

KEY WORDS

Arthritis, Thumb, Occupational therapy.

 

INTRODUCCIÓN

Se define rizartrosis como la patología degenerativa de la zona de la base del primer dedo, concretamente de la articulación trapecio-metacarpiana (TMC)1. Es una patología crónica, por lo general de etiología primaria, que aparece como consecuencia de la alteración del equilibrio entre la síntesis y la degradación de condrocitos, matriz extracelular y hueso subcondral. Los cambios morfológicos, bioquímicos y biomecánicos derivados de este desequilibrio conducen a la pérdida de cartílago articular, esclerosis del hueso subcondral y desarrollo de osteofitos o quistes subcondrales2.

A lo largo de la evolución humana, la articulación TMC se fue transformando pasando de ser una articulación en bisagra simple hasta ir evolucionando hacia una articulación bicóncava en silla de montar, dotando al pulgar del movimiento de oposición, el cual distingue la mano del ser humano. Este cambio conlleva perder estabilidad en dicha articulación, cobrando así importancia los ligamentos estabilizadores que resisten las fuerzas producidas por la actividad muscular1. El complejo ligamentoso está formado por el ligamento intermetacarpiano (LIM), el oblicuo posteriointerno (LOPI), el oblicuo anterointerno (LOAI) y el recto anteroexterno (LRAE).

Para Caffenière (1970), estos ligamentos pueden asociarse de dos en dos, de la siguiente manera: el LIM estabiliza la apertura de la primera comisura en el plano de la palma de la mano mientras que el LRAE estabiliza el cierre de esta comisura. Por otro lado, el LOPI y el LOAI se solicitan durante la rotación del primer metacarpiano sobre su eje longitudinal, movimiento necesario para la oposición del pulgar. El LOPI limita la pronación y el LOAI la supinación, siendo las estructuras principales de estabilización de la articulación TMC 2.

 

OBJETIVOS

– Recabar información sobre la afectación de la rizartrosis en la población actual.

– Conocer el tratamiento rehabilitador desde el enfoque de la terapia ocupacional.

 

MÉTODO

Se realizó una búsqueda en Pubmed, Google Académico y Dialnet. Se excluyeron los artículos a los que no se tenía acceso de manera gratuita. De esta manera, se obtuvieron 8 resultados. Además, se consultó un libro de la biblioteca de la facultad de ciencias de la salud de Zaragoza.

 

RESULTADOS

Se trata de un trastorno común que afecta a un 20% de la población, teniendo una prevalencia del 42% en hombres y un 57% en mujeres mayores de 75 años3.

Los signos clínicos de esta enfermedad son varios, siendo uno de ellos el dolor en la base del pulgar. Este suele ser difuso irradiando muchas veces hacia el antebrazo. Otros de los síntomas son la rigidez articular, la limitación del rango de movimiento fisiológico, la crepitación articular y la atrofia muscular de la musculatura intrínseca y extrínseca del pulgar 2,4.

Para su diagnóstico, habrá que tener en cuenta todo lo siguiente: por un lado, el paciente referirá dolor en la base del dedo gordo que aumentará cuando realice una presa de pinza fuerte entre el primer dedo y el índice. Se instaurará también una progresiva limitación funcional y aparecerán deformidades. Sin embargo, no aparecerán estos signos cuando la enfermedad esté en estadíos iniciales 2. El diagnóstico de confirmación se obtendrá mediante la exploración radiológica, siendo la clasificación más utilizada la propuesta por Eaton y Glickel, la cual reformó la que anteriormente propusieron Eaton y Litter. De esta manera, los estadíos de la rizartrosis, visionando una proyección lateral del pulgar, quedaron de la siguiente manera:

Estadío 1(A): mínimo ensanchamiento articular.

Estadío 2(B): mínimo estrechamiento articular, con mínima esclerosis subcondral y osteofitos o cuerpos libres < 2mm.

Estadío 3(C): Estrechamiento marcado u obliteración del espacio articular, cambios quísticos, hueso esclerótico, diversos grados de subluxación dorsal, osteofitos o cuerpos libres > 2 mm.

Estadío 4(D): Estadío 3 con afectación degenerativa en articulación trapecioescafoidea 1,5.

En cuanto a la rehabilitación, desde el punto de vista de la terapia ocupacional, se tendrán en cuenta principalmente dos marcos de trabajo. Por un lado, el marco de trabajo rehabilitador (cuyo abordaje utiliza medidas que capacitan a la persona para vivir de manera independiente tal y como le sea posible siendo su objetivo ayudar a aprender a mejorar sus limitaciones físicas o a compensar las pérdidas) y por otro lado el marco biomecánico (se centra en el tratamiento de las destrezas corporales básicas para la realización de las AVD, aplicándose en el tratamiento de los problemas musculoesqueléticos).

Para identificar las capacidades, así como los problemas que causan la disfunción, se realizará una evaluación de la sensibilidad (mediante métodos de discriminación táctil), del dolor (mediante la escala EVA), de la movilidad articular (medición con goniómetro) y del balance muscular (mediante la escala Daniels). Por otro lado se valorará el desempeño ocupacional mediante el OPHI II y los roles que desempeña así como sus intereses según Gary Kielhofner 5.

 

Tras la evaluación, se llevará a cabo el tratamiento cuyos objetivos terapéuticos serán:

– Conservar y/o ampliar el primer espacio interdigital: por un lado se elongará la musculatura que presente tensión (aductor, extensor largo del pulgar) y por otra parte se potenciará la musculatura del primer espacio interdigital (flexor profundo, extensor corto y el abductor del pulgar) 4,6.

– Conservar o restablecer la alineación ósea correcta de la articulación TMC. Para conseguir este objetivo se utiliza la tracción manual. De esta manera se consiguen separar las superficies articulares del trapecio y metacarpo.

– Prevenir la luxación y deformidad de la articulación TMC. De esta manera se evitarán compensaciones como la hiperextensión de la falange distal. Durante la fase de dolor e inflamación se colocará una férula de reposo total, manteniendo buena alineación del pulgar. El uso deberá de ser diurno y nocturno hasta que desaparezca la inflamación 6. Según el estudio de A.C. Silva et al., el uso de la férula nocturna reduce el dolor, mejora el agarre y la fuerza de la pinza y mejora el estado funcional del paciente 7.

La férula se moldeará de la siguiente manera: se realizará sobre el mismo paciente colocando la muñeca con una extensión de 30º y el pulgar en posición de abducción y extensión. De este modo, se anula la actividad del pulgar. Posteriormente se adiestrará al paciente en la realización de actividades sin que el pulgar intervenga (utilizando la eminencia tenar y los dedos del 2º al 5º). Cuando el paciente se encuentre en la fase en la que su dolor e inflamación haya disminuido, después de haberla llevado durante 3 o 4 semanas aproximadamente, se podrá retirar la férula por la noche y se prescribirá una férula funcional por el día. Gradualmente se irá quitando durante el transcurso de un mes. Esto permitirá la implicación del pulgar en las tareas, con buena alineación y sin sobrecarga (mantiene el pulgar en abducción y extensión permitiendo el movimiento de la interfalángica). El terapeuta ocupacional enseñará ejercicios al paciente. Cuando haya síntomas o se realicen tareas que demanden carga articular, es aconsejable el empleo intermitente de la férula 6,7.

– Reprogramación de la pinza término-terminal. En ocasiones aparece una apraxia por desuso (debido al dolor y falta de fuerza). Así pues, se le enseñarán ejercicios para mantener el espacio interdigital y una flexión adecuada de la articulación interfalángica del pulgar. Así pues, le podemos pedir que coja objetos de diferente tamaño, realizando una pinza con cada uno de los dedos, de una manera lenta y consciente.

– Generalización a las actividades cotidianas. A los pacientes afectados de rizartrosis habrá que asesorarse sobre el principio de protección articular (respeto al dolor, equilibrio entre cansancio y trabajo, evitar posiciones que lleven a la deformidad). Algunas de las recomendaciones son las siguientes: no aguantar mucho peso con las manos, transportar objetos con los antebrazos, colocar engrosadores en los cubiertos, peines, cepillos, bolígrafos…así como utilizar vasos y tazas con asas y utilizar velcro en la ropa que se pueda con el fin de evitar abotonar y desabotonar. También es recomendable el uso de utensilios de cocina ligeros y con los mangos gruesos, utilizar abridores para abrir y cerrar botes así como aparatos eléctricos para exprimir, pelar o batir alimentos 4,6.

Toda la intervención descrita anteriormente forma parte de un tratamiento conservador. Sin embargo, cuando éste no resulta efectivo, se debe de plantear la opción de la cirugía. Para ello el dolor debe de ser incapacitante, la función de la mano muy limitada y tener una afectación tanto en la calidad de vida de las personas como en la realización de las actividades de la vida diaria.

La indicación en cuanto a la técnica, va a depender de factores como la edad, el estado general del paciente, su actividad laboral y deformidades asociadas 8.

 

CONCLUSIONES

La rizartrosis es una patología bastante frecuente entre la población de edad avanzada. Esta repercute en la calidad de vida de la persona que la padece ya que le genera dolor y limitaciones funcionales no permitiendo así un buen desempeño en las actividades de la vida diaria. Es por ello que se considera muy importante la función de rehabilitación en esta patología ya que aborda los aspectos más físicos (dolor, articulación, musculatura) y también los ocupacionales, con el objetivo de que la persona sea lo más independiente posible.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Margarit X, Roncero L, Mesado A. ¿Qué hay de nuevo en la rizartrosis?.
    Rev. esp. cir. Osteoartic. 2015; 50(261): 57-60
  2. Campos C. Artrosis trapeciometacarpiana. Efecto diferencial del método facilitación neuromuscular propioceptiva. [Tesis doctoral]. Valencia: Facultad de fisioterapia, Universidad de Valencia; 2016.
  3. Sillem H, Backman CL, Li L. Comparison of two carpometacarpal stabilizing splints for individuals with thumb osteoarthritis. J Hand Ther. 2011; 24: 216-226.
  4. Domingo AM. Tratamiento de la rizartrosis en terapia ocupacional. Revista informativa de la Asociación Española Profesional de Terapeutas Ocupacionales. 2006; 39: 9-12.
  5. Kennedy C, Manske C, Huang I. Classifications in brief: the eaton-littler classification of thumb carpometacarpal joint arthrosis. Clin Orthop Relat Res. 2016; 474(12): 2729-2733.
  6. Polonio B. Terapia Ocupacional en disfunciones físicas, teoría y práctica. 2ª ed: editorial médica panamericana; 2016.
  7. Silva AC, Jones AM, Gabriel P, Natour J. Effectiveness of a night-time hand positioning splint in rheumatoid arthritis: a randomized controlled. trial.J Rehabil Med. 2008; 40: 749-754.
  8. Rillo OL. Osteoartritis de la primera articulación carpometacarpiana.Rev Arg Reumatol. 2015; 25(4): 8-10.

 

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