Tratamiento conservador en la pubalgia. Artículo monográfico.

25 septiembre 2021

AUTORES

  1. Nuria Garín Portero. Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Zaragoza. Máster en Terapia Manual Ortopédica. Centro de Salud María de Huerva (Zaragoza, España).
  2. Eva Monge Pelegrín. Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Zaragoza. Máster en Osteopatía Estructural. Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza, España).

 

RESUMEN

La pubalgia es la inflamación crónica de las inserciones de los músculos del pubis. El factor patogénico más importante es el desequilibrio muscular entre los músculos aductores, abdominales y de la cadera. Existen dos tipos de pubalgias: la traumática y la crónica. La pubalgia traumática aparece como consecuencia de una agresión en la sínfisis del pubis y la pubalgia crónica presenta un pubis perjudicado por un esquema funcional alterado. En el abordaje de un tratamiento conservador, el protocolo a seguir, así como las técnicas y terapias elegidas, dependen del tipo de pubalgia ante la que nos encontremos.

 

PALABRAS CLAVE

Pubalgia, hueso púbico, osteítis, rehabilitación, dolor.

 

ABSTRACT

Pubalgia is the chronic inflammation of the attachments of the pubic muscles. The most important pathogenic factor is the muscular imbalance between the abdominal and hip adductor muscles. There are two types of pubalgia: traumatic and chronic. Traumatic pubalgia appears as a consequence of an attack on the symphysis pubis and chronic pubalgia presents a damaged pubis due to an altered functional scheme. When approaching a conservative treatment, the protocol to be followed, as well as the techniques and therapies chosen, will depend on the type of pubalgia we are facing.

 

KEY WORDS

Pubalgia, pubic bone, osteitis, rehabilitation, pain.

 

DESARROLLO DEL TEMA

La pubalgia es la inflamación crónica de las inserciones de los músculos del pubis1,2,3,4. La sínfisis del pubis es una articulación del tipo anfiartrosis, unida por un ligamento interóseo, uno superior, uno inferior, posterior y anterior. Este último es muy resistente, debido a estar formado por el entrecruzamiento de las fibras tendinosas de los músculos: piramidal, recto del abdomen, oblicuos del abdomen, aductores y rector interno del muslo. Existe la pubalgia alta (cuando se inflama el músculo recto anterior del abdomen) y la baja (cuando el daño es a nivel de los músculos aductores y más frecuentemente el aductor mediano)2,3,5.

La pubalgia en la bibliografía aparece también denominada como: tenoperiostitis, osteopatía dinámica del pubis, entesitis osteoperióstica de los aductores, tendinitis de los rectos abdominales , enfermedad de los aductores, pubitis, sinfisitis, osteítis del pubis, , inguino-cruralgia traumática, síndrome pélvico-artrósico, apofisitis púbica, lumbo-abdomino-pubalgia y síndrome del Gracillis6.

El dolor en la ingle por pubalgia es muy frecuente en deportistas. Según Via et al7, en 2019 la incidencia en deportistas es del 0,5% al ​​8%, con una mayor incidencia en los corredores de fondo y deportistas que practican patadas, en particular en los futbolistas masculinos, que suponen entre el 10% y el 18% de las lesiones por año.  Elattar et al8,en su estudio explica que la menor prevalencia mujeres se deba, en parte, por diferencias en la anatomía pélvica, activación de la musculatura y alineación de las extremidades inferiores.

 

ETIOLOGÍA:

Su etiología no está del todo clara y actualmente se considera como factor patogénico más importante el desequilibrio muscular entre los músculos aductores, abdominales y de la cadera7. Los músculos abdominales actúan de forma sinérgica con los músculos paravertebrales posteriores para estabilizar la pelvis. Estos músculos permiten mantener la postura en apoyo unipodal, mientras mantienen el equilibrio y contribuyen a la potencia y precisión de la pierna que da la patada. Los músculos aductores y glúteos también contribuyen a estabilizar la postura de la pierna apoyada. Puesto que, los aductores son antagonistas de los músculos abdominales, se explica el que un desequilibrio entre los grupos de músculos abdominales y aductores alteran el equilibrio de fuerzas alrededor de la sínfisis del pubis, lo que predispone al deportista a una periostitis subaguda causada por estos microtraumatismos crónicos, que se traduce en un diagnóstico de pubalgia9.

Además de los desequilibrios, la bibliografía describe factores predisponentes para la existencia de esta dolencia como hiperlordosis lumbar, dismetrías de miembros inferiores, pies planos o cavos, etc.3. La inestabilidad de la articulación sacroilíaca y la reducción de la rotación interna de la cadera podrían representar otros posibles factores predisponentes, ya que conducen a un mayor esfuerzo cortante en la pelvis7.

 

MANIFESTACIONES:

Entre los síntomas más comunes se encuentra el dolor vago y difuso que se presenta como una molestia al iniciar la actividad física y que desaparece con el calentamiento o el reposo, para reaparecer al reiniciar la misma1,8. Se acomoda de forma progresiva en el transcurso de semanas o meses, luego se vuelve constante durante el ejercicio, persistiendo en ciertas actividades de la vida cotidiana, y finalmente está presente en todos los movimientos, ubicándose en la zona inguinal o púbica, siendo unilateral o bilateral; aumentando al correr, hacer flexiones hacia delante desde la sedestación, al ponerse de cuclillas o agacharse6,8. El dolor puede irradiar hacia los aductores, los abdominales, los aductores y los arcos crurales. Progresivamente los dolores aparecen cada vez más precozmente durante el esfuerzo, tornándose cada vez menos eficaz en el reposo; en la fase de la actividad deportiva continúan los dolores y van aumentando en intensidad hasta irradiar en dirección a regiones tales como pared abdominal baja , zona inguinal, periné y testículos6. La movilidad de las caderas se puede restringir, tener repercusiones viscerales (estómago, intestinos o vejiga) e incluso limitar el acto sexual.

 

CLASIFICACIÓN:

Existen dos tipos de pubalgias: la traumática y la crónica3,6,9. La pubalgia traumática aparece como consecuencia de una agresión en la sínfisis del pubis. En base a esto se registran dos posibilidades: En primer lugar, a consecuencia de una caída sobre los pies, ya que las fuerzas de recepción en el suelo pueden ser desiguales y una rama pubiana puede elevarse más que la otra, ocasionando un cizallamiento del pubis con estiramiento de los ligamentos, asociado o no con un bloqueo de la rama pubiana en la parte superior6,9. En segundo lugar, la pérdida de apoyo en el suelo o un movimiento contrariado por una oposición sobre la extremidad inferior provocará una tensión súbita de los aductores. Este estrés puede deteriorar los ligamentos o las inserciones musculares que se realizan en el pubis6,9.

La pubalgia crónica presenta un pubis perjudicado por un esquema funcional alterado. EL pubis no es en absoluto la causa de la pubalgia. Las cadenas musculares del tronco y de las extremidades inferiores nos proporcionarán el hilo conductor del análisis respecto a la pubalgia crónica3,6,9. La pelvis está sometida a tracciones musculares en diferentes direcciones, por parte de los abdominales y aductores muy solicitados en los deportistas. La mejor profilaxis para la pubalgia crónica será insistir en sesiones de flexibilidad especiales, un mantenimiento de la misma durante el entrenamiento y una elongación al finalizar los mismos, asociado a una dosificación de las cargas de acuerdo al grupo de trabajo y por último, un refuerzo de la musculatura estabilizadora de la cadera3.

 

TRATAMIENTO:

En el tratamiento conservador vamos a diferenciar según estemos ante una pubalgia traumática o crónica.

Tratamiento de Pubalgia traumática:

  • Antinflamatorios8.
  • Osteopatía9: normalizaciones de pubis, ilíacos, columna lumbar y/o extremidad inferior.
  • Masaje reflejo y masaje transverso profundo9.
  • Ultrasonidos y Láser3,9.
  • Diatermia10.
  • Corrientes analgésicas9.

Tratamiento de la pubalgia crónica:

  • Tratamiento isométrico de aductores, abductores, rectos del abdomen y oblicuos3: En los casos muy álgidos permite obtener rápidamente un efecto sedante sobre las inserciones musculares, sobre los tendones y las vainas de los músculos.
  • Tratamiento de posturas excéntricas3,9,11: realizadas después del trabajo isométrico, son soportadas mucho mejor por el paciente. Los músculos puestos en tensión durante varios minutos de manera constante se fatigan y abandonan su tensión excesiva. La vaina del músculo podrá, a partir de este instante, alargarse y el músculo recuperará su longitud. La tensión constante sobre el tendón estimula la reconstrucción conjuntiva, y sobre el hueso provoca una reacción germinativa del periostio con fijación cálcica.
    • Postura de la cadena posterior (cuadrado lumbar, isquiotibiales y tríceps sural).
    • Postura del psoas.
    • Postura de aductores.
    • Postura de abdominales.
  • Masoterapia en músculos aductores y abdominales3.
  • Fortalecimiento progresivo de abdominales dorsales y músculos de la pelvis, sin dolor11.
  • Ultrasonidos y láser3,9.
  • Diatermia10.
  • Crioterapia tras la ejecución de los ejercicios2,3.
  • Buena hidratación y alimentación2,3.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Williams, J.P.R. Manual de lesiones deportivas. Prevención- diagnosis-tratamiento. Madrid: Raíces; 1993. . Christian Gal. La Pubalgia, prevención y tratamiento. Editorial Paidotribo, España. ISBN-13 ‏: ‎ 978-8486115180.
  2. Bahr. Maehlum. Lesiones Deportivas. Diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. Madrid, España. Pág., 283. 2007.
  3. Garrido Miranda JM. Experto Universitario en Fisioterapia traumatológica y radiología de traumatismos. Formación Continuada Logoss. 219-223. ISBN: 978-84-15764-95-3
  4. Danowski RG, Chanussot JC. Manual de traumatología del deporte. Masson. 1992. ISBN: 84-311-0613-1
  5. Montes González, A. (2002). Pubalgia, relación entre la condición física y su incidencia en grupos de alto riesgo. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, vol. 2 (6) pp. 158-176 http://cdeporte.rediris.es/revista/revista6/pubalgia.htm
  6. Mendoza Rojas JB, Barzallo Núñez JE, Cabrera Baños MP, Romero Jiménez JM. Pubalgia. Rev. “Medicina” Vol. 15 Nº 4. Año 2009.
  7. Via AG, Frizziero A, Finotti P , Oliva F , Randelli F , Maffulli N. Manejo de la osteítis del pubis en atletas: rehabilitación y regreso al entrenamiento – una revisión de la literatura más reciente. J Sports Med. 2019; 10: 1–10. doi: 10.2147 / OAJSM.S155077 PMCID: PMC6307487
  8. Elattar O  Choi HR  Dills VD,  Busconi B. Lesiones en la ingle (pubalgia atlética) y regreso al juego. Salud Deportiva. . Julio de 2016; 8 (4): 313-23. doi: 10.1177 / 1941738116653711
  9. Busquet L. Las Cadenas Musculares (Tomo III).La Pubalgia. Editorial Paidotribo. Volumen 3. 37-61
  10. Pampaloni E, Pera E, Maggi D, Lucchinelli R, Chiappino D, Costa A, Venturini V, Tarantino G. La asociación del tratamiento con ácidos grasos cetilados con fisioterapia mejora los síntomas de la pubalgia atlética en jugadores profesionales de hockey sobre patines. Heliyon. 28 de julio de 2020; 6 (7): e04526. doi: 10.1016 / j.heliyon.2020.e04526. eCollection 2020 Jul.
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