Revisión bibliográfica: meningitis.

16 diciembre 2021

AUTORES

  1. Laura Cetina Pérez. Graduada en Enfermería. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
  2. Antonio Manuel Sousa León. Diplomado Universitario en Enfermería. Docente en la Universidad San Jorge.
  3. Laura Sanz González. Graduada en Enfermería. Hospital General de la Defensa de Zaragoza.
  4. Alberto Maldonado Lario. Graduado en Fisioterapia. Hospital Universitario Miguel Servet.
  5. Rocío Maldonado Lario. Graduada en Enfermería. Hospital Ernest Lluch, Calatayud.

 

RESUMEN

La meningitis es la inflamación de las meninges, en concreto, las leptomeniges (piamadre y aracnoides) y las alteraciones citológicas y bioquímicas del líquido cefalorraquídeo (LCR) que lleva asociada. Su causa puede deberse a bacterias (causa más grave), virus (causa más frecuente, por herpes 2 y enterovirus en bebés), parásitos (muy raro) y hongos (cryptococo)1. Se clasifica en séptica o aséptica según esté causada por infección bacteriana o vírica7,8,9. Al año la contraen 300 personas, falleciendo el 5-10%10. Como clínica se observa la Tríada Clásica compuesta por cefalea, fiebre y rigidez de nuca. Pero, hay que tener en cuenta que existen otros signos y síntomas clínicos19,29. Según el tipo de meningitis, para su diagnóstico, se realizan unas pruebas u otras, entre ellas estarían: tomografía computarizada (TC), cultivo bacteriano, tinción de gram del líquido cefalorraquídeo (LCR) y sangre, serología…También sería importante la serología para el diagnóstico11, 29. El tratamiento dependerá de la causa8.

 

PALABRAS CLAVE

Meningitis, vírica, bacteriana, tratamiento, diagnóstico.

 

ABSTRACT

Meningitis is the inflammation of the meninges, specifically, the leptomeniges (pia mater and arachnoid) and associated cytological and biochemical alterations of the cerebrospinal fluid (CSF). Its cause can be due to bacteria (more serious cause), viruses (more frequent cause, by herpes 2 and enterovirus in babies), parasites (very rare) and fungi (cryptococcus)1. It is classified as septic or aseptic depending on whether it is caused by bacterial or viral infection7,8,9. A year 300 people contract it, dying 5-10%10. As a clinic, the Classic Triad composed of headache, fever and neck stiffness is observed. However, it must be considered that there are other clinical signs and symptoms19,29. Depending on the type of meningitis, for its diagnosis, some tests or others are carried out, among them would be: computed tomography (CT), bacterial culture, gram stain of cerebrospinal fluid (CSF) and blood, serology … Serology would also be important for diagnosis11, 29. Treatment will depend on the cause8.

 

KEY WORDS

Meningitis, viral, bacterial, treatment, diagnosis.

 

INTRODUCCIÓN

La meningitis se define como la inflamación de las meninges, en concreto, las leptomeniges (piamadre y aracnoides) y las alteraciones citológicas y bioquímicas del líquido cefalorraquídeo (LCR) que lleva asociada. Su causa puede deberse a bacterias (causa más grave), virus (causa más frecuente, por herpes 2 y enterovirus en bebés), parásitos (muy raro) y hongos (cryptococo)1.

Existen varios tipos de presentación: Aguda (forma más frecuente) causada por virus o bacterias o crónica: causada por mecanismos autoinmunes, infecciones o neoplasias2.

La meningitis es una de las enfermedades infecciosas más importantes para la salud pública ya que a nivel mundial alcanza tasas de mortalidad del 50% al 70%. Además, sus secuelas neurológicas suelen ser frecuentes3,4.

Aunque la incidencia ha ido disminuyendo, es importante incidir en el tratamiento precoz ya que de no hacerlo puede elevarse la tasa de mortalidad y el pronóstico desfavorable. Se manifiesta con una triada característica: fiebre, dolor de cabeza y rigidez de nuca (no siempre ocurre en todos los pacientes). El mejor método de diagnóstico es la punción lumbar para su posterior análisis, así se puede determinar qué germen lo causa5.

El tratamiento de la meningitis consiste en la erradicación del germen del líquido cefalorraquídeo y fármacos para aliviar la sintomatología que provoca6.

 

ETIOLOGÍA:

Las tres causas principales de meningitis son las infecciones bacterianas, víricas y micóticas, y en menor medida, parasitarias. La meningitis se clasifica en séptica o aséptica, en el caso de la aséptica es causada por infecciones bacterianas; en el caso de la aséptica, la causa es vírica, secundaria al cáncer o debida a un sistema inmune debilitado como en el caso de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Los agentes etiológicos más habituales son los enterovirus. La edad del paciente, la vía de entrada y la fortaleza del sistema inmunitario, son variables determinantes en el transcurso de la infección7, 8, 9.

Respecto a la Meningitis bacteriana, en los países occidentales, la mayoría de los casos están producidos por los serogrupos B y C. Los serogrupos Y y W son menos frecuentes y hay diferencias en la incidencia entre distintos países en Europa. El serogrupo Y ha aumentado en países del norte. El serogrupo B es el responsable de los niveles de endemia y el serogrupo C suele estar implicado en brotes de corta duración. Ambos pueden producir brotes. El serogrupo W135 se ha asociado a casos después de viajar a la Meca. En los recién nacidos y lactantes pequeños, los gérmenes más frecuentes son, Estreptococos del grupo B, en especial Streptococcus agalactiae, es el más común; Escherichia (E.) coli y bacterias relacionadas (gram-negativas); y, por último, Listeria monocytogenes. En lactantes de más edad, niños y adultos jóvenes, el más común es Neisseria meningitidis (meningococo). Es la primera causa de meningitis bacteriana en los niños y jóvenes de 11-17 años, y la segunda en adultos. También nos encontramos Streptococcus pneumoniae (neumococo) y Haemophilus influenzae tipo b es, en la actualidad, una causa poco frecuente debido a la vacunación, en las zonas donde no se realiza la misma, esta bacteria es común en niños de 2 meses a 6 años. En adultos de mediana edad y mayores: Streptococcus Pneumoniae (la más común). Cuando las personas envejecen, el sistema inmunitario se debilita, y bacterias como Listeria Monocytogenes, E. Coli u otras bacterias gram-negativas pueden ser causa de meningitis. En personas de todas las edades, el Staphylococcus aureus puede causar meningitis grave7, 8, 9.

 

En el caso de la Meningitis vírica, los Enterovirus, como los virus ECHO (Enteric Cytopathic Human Orphan) y Coxsackie, son la causa más común, también puede ser causada en menor medida pero cada vez más extendidos por los virus del herpes simple por lo general del tipo 2, virus de la varicela-zóster, virus transmitidos por mosquitos, como el virus del Nilo Occidental, virus de la coriomeningitis linfocitaria, virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el virus Zika y el virus Chikungunya. La meningitis vírica es la causa más común de meningitis aséptica7, 8, 9.

En relación con la meningitis no infecciosa, está causada por trastornos que no son infecciones tales como cáncer, lupus, fármacos o vacunas. En general, estas condiciones son causas poco frecuentes de meningitis7, 8, 9.

La meningitis subaguda o crónica, generalmente está producida por una infección. Muchos microorganismos pueden ser responsables. Algunos ejemplos son derivadas de tuberculosis (Mycobacterium tuberculosis), enfermedad de Lyme (Borrelia burgdorferi) y hongos (Cryptococcus neoformans (causa criptococosis) siendo la causa más común de meningitis crónica en occidente7, 8, 9.

Por último, en lo que se refiere a la etiología de la meningitis recidivante, en la mayoría de los casos es causada por bacterias, virus o condiciones no infecciosas. Nos encontramos con la meningitis viral recurrente, la cual, generalmente es debida a el virus herpes simple tipo 2 (denominada meningitis de Mollaret) y con la meningitis bacteriana aguda recurrente que ocurre si se adquiere a través de un defecto congénito o adquirido en la base del cráneo o de la columna vertebral y no se corrige, siendo en este caso

 

EPIDEMIOLOGÍA:

La OMS calcula que cada año se declaran en España más de 300 casos de meningitis bacteriana y que se producen más de 500.000 casos en todo el mundo. Entre el 5 y el 10% de las personas que la contraen fallecen, incluso tras un inmediato diagnóstico y tratamiento10. La enfermedad meningocócica bacteriana es de declaración obligatoria en España (EDO). Notificándose los casos de manera individualizada, con periodicidad semanal a través de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica11.

En cuanto a la meningitis vírica, se desconoce su incidencia por no tratarse de una EDO salvo en épocas epidémicas. Pero se disponen de datos que indican su aumento estacional a finales del verano y comienzo del otoño a través del enterovirus y durante el invierno por el virus de la parotiditis12.

La meningitis bacteriana es causada principalmente por meningococo y puede aparecer de forma ocasional o en brotes cada cierto tiempo. Aunque en España la incidencia sigue siendo baja en la actualidad, se observa una ligera tendencia ascendente desde el año 2014. Este aumento se produce fundamentalmente en los serogrupos C, W e Y13. La enfermedad por serogrupo B sigue siendo la que produce mayor número de casos, sobre todo en menores de 5 años, si bien sigue una tendencia descendente desde el año 200012, 13.

 

Un 80% de los casos de meningitis bacteriana ocurre en la infancia en niños menores de 10 años. Según los datos obtenidos por la SEN (Sociedad Española de Neurología), la meningitis bacteriana puede aparecer a cualquier edad, sin embargo, se observa una mayor incidencia en los niños menores de 5 años y jóvenes entre los 15 y 24 años, pasando a ser la primera causa de muerte por infección en niños y adolescentes14.

La distribución y los factores determinantes de la meningitis revisten características comunes sea viral o bacteriana, pero su comportamiento epidemiológico difiere en cuanto a su letalidad y a sus factores etiológicos y sociales determinando sus consecuencias clínicas, prevalencia, incidencia y mortalidad en las diferentes regiones del mundo15.

Desde el punto de vista social-epidemiológico tiene dos diferentes comportamientos en su distribución, morbilidad y letalidad. La meningitis viral responde principalmente en su distribución a hábitos personales, factores educativos y estilos de vida. Mientras que la meningitis bacteriana, representa la forma más letal de la enfermedad y aunque el meningococo se halla a nivel mundial, su distribución, morbilidad y mortalidad vienen determinadas por las condiciones económicas y sociales del país. Siendo su incidencia y prevalencia más elevada en los países denominados del tercer mundo y especialmente en el “cinturón de la meningitis del área Subsahariana de África” que abarca desde Etiopía a Senegal debido a que la vacunación para su prevención y los medicamentos para su posterior tratamiento están muy limitados por el bajo nivel de desarrollo económico de éstos15, 16.

 

PATOGENIA:

La patogenicidad de la meningitis puede ser bacteriana, viral, micótica, amebiana y no infecciosa11.

Las infecciones bacterianas, pueden ser mortales y requieren atención médica inmediata17.

Por lo general, las infecciones se originan por una de las 2 vías siguientes, por torrente sanguíneo, como consecuencia de otras infecciones, o por diseminación directa, como en el caso posterior tras una lesión traumática a los huesos faciales o por procedimientos invasivos. Una vez que el patógeno llega a la sangre, cruza la barrera hematoencefálica y prolifera en el LCR, lo cual provoca en el paciente una respuesta inmunitaria que se caracteriza por la liberación de fragmentos de la pared celular y lipopolisacáridos, facilitando la inflamación de la piamadre y del espacio subaracnoideo29.

La bacteria Neumococo meningitidis, existe en la garganta y fosas nasales del 10% de las personas y se transmite de persona a persona, a través de las secreciones respiratorias o de la garganta, mediante la saliva al toser o estornudar muy cerca de una persona, como el S. Pneumoniae, o a través de alimentos contaminados, como el L. Monocytogenes y el E. Coli. Hay personas que pueden tener bacterias dentro de su cuerpo o sobre él y no enfermar, estas personas son portadoras, no enferman, pero transmiten las bacterias a otros individuos, como el Streptococcus del grupo B y E. coli17.

 

La meningitis meningocócica también se puede desarrollar de manera oportunista en pacientes con síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y como complicación de la enfermedad de Lyme29.

Las infecciones virales son las más comunes. Su vía de trasmisión es por contacto cercano a una persona con meningitis. Estos, pueden infectarse, pero solo una pequeña cantidad de personas que se infectan presentan la enfermedad18.

Otras vías de trasmisión son mediante saliva o gotitas respiratorias de la boca, nariz o garganta (tos, hablar, compartir objetos que pueden contener saliva o realizar actividades donde haya contacto cercano con otras personas, etc.), como el virus de las paperas, que se transmite mediante saliva, semen y sangre, como el virus de Epstein-Barr e incluso mediante picadura de mosquitos como el virus del Nilo occidental18.

La meningitis micótica es causada por la inhalación de esporas de hongos, teniendo mayor riesgo personas con afecciones médicas como diabetes, cáncer o VIH. En el caso de la meningitis parasitaria, se produce por la afectación del cerebro o del sistema nervioso por parásitos. En la meningitis amebiana la produce una ameba llamada Naegleria fowleri que provoca una infección en el cerebro. Y en la meningitis no infecciosa deriva de otras enfermedades tales como cáncer, lupus o por medicaciones farmacológicas11.

 

CLÍNICA:

En la Meningitis se observa la tríada clásica compuesta por cefalea, fiebre y rigidez de nuca. Sin embargo, hay que tener en cuenta otros signos y síntomas clínicos a la hora del diagnóstico, entre los que se encuentran alteración del estado mental (69%), fotofobia por irritación de las meninges, exantema (manifestación característica y presente en el 50% de las personas con N. Meningitidis), la desorientación y el deterioro de la memoria, frecuentes en las etapas tempranas, adinamia, hiporexia (35%), convulsiones (5%), y focalizaciones neurológicas (30%) entre los cuales destaca la alteración del campo visual, hemiparesia, afasia, parálisis de par craneal, y, en el peor de los casos, shock. La tríada es más frecuente en la meningitis neumocócica (>50%) en comparación con la meningocócica (25%). Destacando que dependiendo del microorganismo puede haber alteración de la audición y de otros nervios craneales19.

La clínica cambia según la edad de la persona afectada, de esta forma en los niños se observa una clínica diferente a la de los adultos. Dependiendo de la edad del niño, la clínica también varía. De esta manera, cuanto menor sea el niño, más sutil e inespecífica será la sintomatología. En la mayoría de los casos la clínica suele ser aguda, y en algunas ocasiones (si no se interviene en las primeras horas) puede evolucionar con un mal pronóstico17.

 

En el recién nacido se observa fiebre o hipotermia, irritabilidad, letargia, rechazo de tomas, vómitos o polipnea. También puede presentar convulsiones, parálisis de pares craneales, pausas de apnea o fontanela “llena”. Es difícil no confundirlo con sepsis. En cambio, en el lactante se aprecia fiebre o febrícula, vómitos, rechazo de tomas, decaimiento, irritabilidad, quejido, alteraciones de la conciencia, convulsiones y rigidez de nuca. Se puede comprobar si tienen la fontanela inflamada, porque es posible que sea por causa de la meningitis. En los niños mayores de 1 año vemos fiebre elevada, cefalea, vómitos, convulsiones, rigidez de nuca y signos de irritación meníngea (Signos clásicos de Kernig y Brudzinsky)20.

En cuanto a la edad adulta, la clínica de la meningitis consiste en: fiebre y/o cefalea, alteración del estado mental, adinamia, fotofobia debido a la irritación de las meninges, hiporexia y focalizaciones neurológicas (hemiparesia, afasia, parálisis de pares craneales y alteración del campo visual). Incluso pueden llegar a aparecer convulsiones y shock. Estos signos y síntomas no permiten diferenciar si la meningitis es de causa vírica o bacteriana. En general, todos los microorganismos que pueden causar meningitis dan una clínica parecida, lo que los diferencia es la gravedad, siendo la causa bacteriana la más grave y con complicaciones más serias. Un signo infrecuente, pero que sí permite diferenciar tipo de agente etiológico causante de la meningitis, es la aparición de petequias o púrpura visible en alguna parte del cuerpo. Este signo se relaciona con la infección por meningococo y se ha relacionado con una mayor incidencia de shock séptico19, 21.

 

DIAGNÓSTICO:

Si se sospecha de meningitis por el cuadro clínico, se realizan pruebas diagnósticas para identificar el microorganismo causante. Dependiendo del tipo de microorganismo, se debe actuar de forma precoz e inmediata. Lo primero que se realiza es una tomografía computarizada (TC) para detectar el desplazamiento del contenido craneal, el cual puede producir herniación. El TC se realiza antes de la punción lumbar en casos en el que el paciente tiene un nivel de conciencia alterado, déficits neurológicos, papiledema o se encuentra en un estado inmunodeprimido o bien tiene antecedentes de patología del sistema nervioso central (SNC). Las pruebas diagnósticas más importantes son el cultivo bacteriano y la tinción de Gram de LCR y sangre, la cual permite identificar rápidamente la bacteria causante, pero más adelante las explicamos de forma más detallada9.

En el caso del diagnóstico de la meningitis fúngica y parasitaria, se realiza serología y extracción de LCR. En la meningitis amebiana, se hace difícil su diagnóstico, debido a la rareza de la infección. Además de que sus primeros síntomas son similares a la meningitis bacteriana y viral11.

En la meningitis viral, se utilizan pruebas de PCR para diagnosticar virus como Enterovirus (EV), Virus Herpes Simple (VHS) y Varicela Zóster (VVZ) ya que puede disminuir la duración del patógeno y reducir la administración de antibiótico. La muestra idónea es el LCR y se debe conservar a 4 °C si lo vamos a utilizar en un tiempo máximo de dos días y para períodos superiores se conservará congelado a –80 °C. Por lo general, las cargas virales no suelen ser elevadas y sólo con serología, no obtendremos un diagnóstico de certeza. Sin embargo, las técnicas de amplificación de ácidos nucleicos (TAAN) son el método para el diagnóstico de laboratorio para la detección de los virus como: EV, VHS y VVZ22, 23.

 

En el caso del diagnóstico para la meningitis bacteriana realizaremos las siguientes pruebas23:

  • Serología (detección de leucocitosis con neutrofilia y aumento de procalcitonina, PCR y VSG). (Anexo 2)
  • Hemocultivo (detecta bacteriemia en un 50-60% de los casos no tratados previamente a su extracción. Además, son útiles para detectar el germen y la susceptibilidad antibiótica cuando los cultivos de LCR son: negativos, no están disponibles o la punción lumbar está contraindicada).
  • Punción lumbar (el método más idóneo para analizar el LCR).

Para hacer un diagnóstico diferencial con otros agentes causales, se debe realizar el estudio de LCR tanto citoquímico como microbiológico, que consiste en5, 20:

  • Análisis citoquímico, el recuento de leucocitos suele ser >1.000/μl, con predominio de leucocitos polimorfonucleares (neutrófilos).
  • Análisis microbiológico, además de los citados anteriormente de la tinción de Gram y cultivo de LCR nos encontramos con la técnica de aglutinación en látex para la detección de antígenos capsulares y el método de amplificación de ADN con PCR, el cual detecta organismos tras varios días después de comenzar el tratamiento antibiótico, este método es útil en pacientes cuyo resultado es negativo en la tinción Gram y en el cultivo de LCR.
  • El procesamiento de la muestra de LCR debe ser inmediato o en un tiempo inferior a una hora y se debe conservar a temperatura ambiente para estudios posteriores. Además, se puede realizar hemograma y glucosa sanguínea, que sirve para comparar con la glucosa en LCR, en una relación glucosa LCR/glucosa sangre. en donde < 0.4 indica infección bacteriana.

Por último, investigadores de la OMS, han desarrollado pruebas de diagnóstico in vitro termoestables que detectan una variedad de patógenos bacterianos comunes que causan meningitis. Para ello, proponen tres tipos de pruebas rápidas de diagnóstico que identifican el organismo causante (serogrupo meningocócico) a nivel periférico; la infección bacteriana para el manejo de casos individuales a nivel periférico y múltiples patógenos de meningitis para el manejo de casos individuales a nivel hospitalario24.

 

TRATAMIENTO:

La mortalidad se ha reducido mucho gracias al tratamiento actual. Además del tratamiento, también es importante, tanto la prevención como el diagnóstico precoz, por la elevada mortalidad de la sepsis meningocócica9.

El tratamiento depende de la causa (antibiótico, antivírico o antifúngico)8. Se diferencia entre el tratamiento de la meningitis bacteriana y viral:

En la meningitis bacteriana, se da tratamiento antibiótico empírico con la mayor brevedad posible, ya que disminuye la mortalidad. Tras realizar la punción lumbar, se empieza con cefalosporinas de 3ª generación (cefotaxima o ceftriaxona). Si es sensible, se puede dar penicilina, y también se puede mantener cefalosporina de 3a generación9, 25, 26.

Si hay resistencia de S. Neumoniae a los B-lactámicos, se da Vancomicina. S. Neumoniae, N. Meningitidis y H. Influenzae tipo B son sensibles a las cefalosporinas de 3ª generación (cefotaxima o ceftriaxona). En lactantes y en pacientes con déficit de linfocitos T, cuando hay riesgo de L. Monocytogenes, se trata con ampicilina o trimetropin sulfametoxazol25, 27.

 

Si la meningitis es por S. Neumoniae se hace punción lumbar a las 24 – 36 horas tras comenzar el tratamiento. Si no se ha esterilizado el LCR significa que hay resistencia al tratamiento antibiótico25. Si es meningocócica, debido a su mortalidad hay que considerarla como urgencia médica, requiriendo ingresar al paciente, pero no aislarlo26. Se ha visto que los glucocorticoides (dexametasona) son eficaces, ya que ayudan a reducir la sordera grave producida por neumococo y por H. Influenzae tipo B27. Según algunos autores, el tratamiento debe durar 5-7 días, dependiendo de la evolución. Dependiendo de la bacteria que produce la meningitis durará: 10 – 14 días por neumococo, 4 – 7 días por meningococo, 7 días por H. Influenzae B y 14 – 21 días por estreptococo grupo B y por E. Coli9, 27.

Se da tratamiento profiláctico a aquellas personas que hayan estado en contacto íntimo con el enfermo20.

En la meningitis vírica, debido a que no hay tratamiento específico de la mayoría de los virus que causa la meningitis, el tratamiento se centra en tratar los síntomas. Se administran sueros y analgésicos para el control de líquidos, electrolitos y el dolor. Se debe observar al paciente por posibles complicaciones neurológicas y neuroendocrinas (convulsiones, edema cerebral y SIADH (síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética))22.

 

CUIDADOS QUE SON COMPETENCIA DEL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA EN PACIENTES CON MENINGITIS:

Los cuidados de enfermería son imprescindibles para la recuperación de pacientes con meningitis, nos encargamos de vigilar la evolución mientras el paciente permanezca ingresado en hospitalización, así como de la prevención mediante las vacunas pertinentes en las edades correspondientes en los centros de salud, en este caso las vacunas víricas son neumococo B a los 2 y 11 meses de edad y la vacuna del Meningococo C a los 4, 12 meses y 12 años (actualmente se está́ vacunando con la llamada ACWY que cubre más serotipos)9.

Los cuidados de enfermería se basan en estar alerta a la aparición de signos meníngeos tales como rigidez de cuello, irritabilidad, alteraciones en el estado de conciencia mediante la Escala de Glasgow, cefalea, signo de Kerning o Brudsinski y vómito o rechazo al alimento. Además de los signos propios de un proceso infeccioso tales como hipotermia, fiebre y escalofríos. Así como otros síntomas que pudieran aparecer tales como dolor, retención de orina o heces, deshidratación, desnutrición o asfixia. Estos cuidados incluyen28, 29:

  • Valoración de las necesidades de Virginia Henderson a cada paciente para la elaboración de un PAE enfermero.
  • Implementar precauciones para controlar la infección hasta 24 horas después de iniciar el tratamiento antibiótico (las secreciones oral y nasal se consideran infecciosas).
  • Administración del tratamiento médico prescrito tales como antipiréticos, antibióticos en caso de que la meningitis sea bacteriana, antiinflamatorios, anticonvulsivos y soluciones parenterales.
  • Monitorización de las constantes vitales cada hora: temperatura, pulso, frecuencia cardíaca, respiratoria y tensión arterial.
  • Registrar la puntuación de la Escala de Glasgow cada hora ya que nos indica la evolución neurológica del paciente: estado de pupilas (reactividad, tamaño y simetría), estado de conciencia, así como movilidad corporal simétrica y reactividad a estímulos.
  • Valoración del patrón respiratorio manteniendo vías aéreas permeables evitando hipoxia, de la función cardíaca y de los pares craneales.
  • Realización de cambios posturales del paciente encamado para evitar las úlceras por presión. Posicionar al paciente con la cabeza en extensión y cuerpo ligeramente torneado, proporcionando un ambiente tranquilo en la habitación.
  • Monitorización de electrolitos y glucemia de forma regular, se debe mantener un equilibrio hidroelectrolítico y que evite la hipoglucemia, normalmente con fluidos intravenosos isotónicos (cloruro sódico al 0,9% con 5% de glucosa).
  • Asistencia para que el paciente pueda descansar en una habitación oscura y tranquila.

 

No todos los casos de meningitis son contagiosos por el contacto con el paciente, pero en los casos en los que sí lo es hay que tomar unas medidas higiénicas especiales que incluyen el uso de mascarillas, bata de uso exclusivo en el manejo del paciente e informar a medicina preventiva, además de las medidas higiénicas de lavado de manos y guantes antes y después del manejo con el paciente. En los casos de meningitis bacteriana hay que prestar especial atención a los signos de shock séptico, el incremento de la presión intracraneal (PIC)y la deshidratación28, 29.

Entre las funciones de enfermería, también se incluyen las generales del paciente encamado tales como controlar líquidos ingeridos y eliminados con la realización de balances, valoración de contenido emético en caso de que lo hubiera, auscultación pulmonar, mantenimiento de oxígeno y aspiración disponibles y cuidados de la piel. El estado neurológico y los signos vitales se evalúan de forma continua28, 29.

A continuación, se muestra una tabla de ejemplo con las siguientes necesidades de Virginia Henderson alteradas propias de un paciente con meningitis: necesidad 1: respirar normalmente; necesidad 2: comer y beber de forma adecuada; necesidad 3: eliminar los desechos corporales; necesidad 4: moverse y mantener una postura adecuada; necesidad 5: dormir y descansar y necesidad 7: mantener la temperatura corporal. La siguiente tabla muestra de manera resumida el plan de intervención enfermera ajustada a dichas necesidades según la taxonomía NANDA30:

 

OBJETIVOS

Objetivo general:

  • Realizar una revisión bibliográfica acerca de la meningitis para conocerla en profundidad.

Objetivos específicos:

  • Conocer los métodos diagnósticos y tratamientos de esta enfermedad.
  • Conocer los cuidados de enfermería necesarios en esta enfermedad.

 

METODOLOGÍA

Para la realización de este trabajo se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica basada en la evidencia científica. Para ello, se ha buscado en bases de datos como Pubmed, ScienceDirect, Medes, Google académico, Dialnet, Elsevier. Además de páginas oficiales como la Organización Mundial de la Salud. Las palabras claves que se han usado son: meningitis, vírica, bacteriana, tratamiento, diagnóstico. No se han puesto limitaciones en el idioma, ya que se pueden encontrar artículos tanto en inglés como en español. Como limitaciones se usó: texto completo gratis y últimos 5 años. Teniendo que ampliar el rango de tiempo de algunos artículos. Para esta búsqueda se encontraron 66 artículos de interés, pero se seleccionaron, finalmente, 30.

 

RESULTADOS

Tras ver la información que hay acerca de esta patología, cabe destacar la peligrosidad y la importancia de un rápido diagnósticos y diferenciación de los tipos de meningitis que hay, ya que las complicaciones son graves.

Además, es también importante destacar la importancia del papel de la enfermera y de sus cuidados, ya que, al estar en constante contacto con el paciente, debe reconocer los síntomas y potenciales complicaciones que puedan aparecer.

 

CONCLUSIONES

La meningitis es una enfermedad con una considerable incidencia y mortalidad, por lo que es importante un diagnóstico rápido para comenzar el tratamiento cuanto antes. Además, también es importante conocer los cuidados de enfermería necesarios para esta enfermedad, ya que supone un papel primordial para la pronta recuperación del paciente y, así, evitar posibles complicaciones.

 

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ANEXOS

Tabla 1: Diagnósticos de enfermería (NANDA, NOC, NIC):

Tabla Descripción generada automáticamente

 

Anexo 2. Valoración bioquímica de LCR en pacientes con meningitis:

VALORACIÓN LCR page16image52230016
Parámetro Normal MENINGITIS BACTERIANA

page16image52239488

MENINGITIS VÍRICA
page16image52241984

ASPECTO

page16image52234880

page16image52240832

Transparente

page16image52245248

page16image52245824

Turbio

 

page16image52232960

Transparente

page16image52232768

page16image52242752

PROTEÍNAS (mg/dl/)

page16image52235264

page16image52239296

15-40

page16image52239104

page16image52241408

100-1000

page16image52239872

page16image52245632

50-100

page16image52243904

LEUCOCITOS (células/μl)

• Predominio

< 10/μl Mononucleares 100-10000/μl Polimorfonucleares (neutrófilos)

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<300/μl Polimorfonucleares (inicial) Mononucleares

(linfocitos)

page16image52087616

GLUCOSA (mg/dl)

page16image52088960

page16image52094720

50-75

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page16image52089344

< 45

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page16image52088384

50-100

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page16image52098176

TINCIÓN DE GRAM

page16image52099904

page16image52098560

Negativo

page16image52093952

page16image52085504

Positivo

page16image52094912

page16image52097984

Negativo

page16image52093760

page16image52095488

PROTEÍNA C REACTIVA

page16image52098944

page16image52086656

Negativo

page16image52100096

page16image52093376

Elevada (> 20 mg/ dl)

page16image52096832

page16image52094144

Negativo

page16image52366336

page16image52365760

PROCALCITONINA SÉRICA

page16image52363840

Negativo

page16image52364608

page16image52371712

Elevada (> 1 ng/ mL)

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page16image52366528

Negativo

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FUENTE: Lobo Castro JE. Meningitis bacteriana y viral. Medicina Legal de Costa Rica. 2016 (12) y Navarro Marí JM. et al. Diagnóstico de laboratorio de meningitis linfocitaria. 2010(28).

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