Prevención primaria y secundaria ante un ictus. Artículo monográfico

21 noviembre 2021

AUTORES

  1. Eva Negredo Rojo. Máster en Análisis Clínicos por la Universidad de Valencia. Enfermera en el Hospital Obispo Polanco de Teruel.
  2. Rocío Bravo Adán. Máster en Cuidados Intensivos por la Universidad Católica de Valencia. Máster en urgencias, emergencias y catástrofes por la Universidad CEU de Valencia. Enfermera en el Hospital Obispo Polanco de Teruel.
  3. Ana Mateo Abad. Enfermera Especialista en Geriatría. Máster Universitario en Deterioro de la Integridad Cutánea, Úlceras y Heridas por la Universidad Católica de Valencia. Enfermera en el Hospital San José de Teruel.
  4. Andrea Villanueva Mena. Máster en Urgencias y Emergencias y Catástrofes por la Universidad CEU de Valencia. Enfermera en la Residencia Javalambre de Teruel.
  5. Carlota Barreu Fau. Máster en Gerontología Social por la Universidad de Zaragoza. Enfermera en el Hospital General de la Defensa de Zaragoza.

 

RESUMEN

En España, en 2018 el Ictus ocupó el segundo lugar como causa de muerte tras las enfermedades isquémicas del corazón, además de representar la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda en hombres. El ictus es una enfermedad que causa un gran impacto debido a las secuelas que pueden acontecer tras un episodio. Según NINDS, un accidente cerebrovascular (ACV) es una interrupción repentina del flujo sanguíneo continuo al cerebro, y representa una emergencia médica. En función de su etiología, los ictus pueden ser de dos tipos: Ictus isquémico o Ictus hemorrágico. La aparición de los síntomas depende de la región cerebral que resulte afectada, como consecuencia de la pérdida de aporte sanguíneo que nutre y sustenta la vida del tejido cerebral. Con una detección precoz y tratamiento de la causa, la zona afectada puede recuperar la perfusión sanguínea y sus funciones. El 80% de los casos de ictus es prevenible si se actúa sobre los factores de riesgo modificables, lo cual permite apreciar la importancia de la prevención primaria fomentando un estilo de vida saludable, mediante educación para la salud; así como la prevención secundaria con el fin de evitar posibles recaídas de otro episodio de ictus.

 

PALABRAS CLAVE

Ictus, prevención, factores de riesgo, educación para la salud.

 

ABSTRACT

In Spain, in 2018 stroke was the second leading cause of death after ischemic heart disease, as well as being the leading cause of death in women and the second in men. Stroke is a disease that causes a great impact due to the sequelae that can occur after an episode. According to NINDS, a cerebrovascular accident (CVA) is a sudden interruption of continuous blood flow to the brain, and represents a medical emergency. Depending on its etiology, stroke can be of two types: ischemic stroke or hemorrhagic stroke. The appearance of symptoms depends on the region of the brain that is affected, as a consequence of the loss of blood supply that nourishes and sustains the life of brain tissue. With early detection and treatment of the cause, the affected area can recover its blood perfusion and functions. Eighty percent of stroke cases are preventable if action is taken on modifiable risk factors, which makes it possible to appreciate the importance of primary prevention by promoting a healthy lifestyle through health education, as well as secondary prevention in order to avoid possible relapses of another stroke episode.

 

KEY WORDS

Stroke, prevention, risk facts, health education.

 

DESARROLLO DEL TEMA

En primer lugar, se ha realizado una revisión bibliográfica, empleando diferentes bases de datos científicas como PubMed, Embase, Science Direct y Google Académico.

En España, en 2018 el Ictus ocupó el segundo lugar como causa de muerte tras las enfermedades isquémicas del corazón, además de representar la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda en hombres1. El ictus es una enfermedad que causa un gran impacto debido a las secuelas que pueden acontecer tras un episodio. El 78% de las personas que presentan un daño cerebral, es como consecuencia de ello2. Además de causar la muerte, también producen discapacidad en un amplio porcentaje. El 70% de pacientes con ictus tienen problemas de movilidad y el 48% problemas a la hora de realizar las actividades de la vida cotidiana. Se estima que 15 años tras sufrir un ictus, 2 de cada 3 pacientes tendrán algún tipo de discapacidad2,3. El 80% de los casos de ictus es prevenible si se actúa sobre los factores de riesgo modificables, lo cual permite apreciar la importancia de la prevención primaria fomentando un estilo de vida saludable; así como la prevención secundaria con el fin de evitar posibles recaídas de otro episodio de ictus2,4. Según NINDS, un accidente cerebrovascular (ACV) es un ataque cerebral, es decir, una interrupción repentina del flujo sanguíneo continuo al cerebro, y representa una emergencia médica. Un ACV ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se obstruye o se hace más estrecho, o cuando estalla y derrama sangre en el cerebro. Al igual que un ataque cardíaco, un ACV requiere atención médica inmediata5, siendo de vital importancia conocer el mecanismo causante para poder aplicar el tratamiento adecuado. En español se conoce a los accidentes cerebrovasculares por varios nombres: ataque cerebral, derrame cerebral, infarto cerebral, apoplejía, trombosis, ictus y embolia. La Organización Mundial de la Salud, el NINDS y la SEN excluyen el término de Accidente Isquémico Transitorio como fenómeno referente al ictus6,7,8,9.

A diferencia del ictus, el AIT es un episodio breve de disfunción neurológica, que produce síntomas neurológicos temporales que suelen durar menos de 1 hora, máximo 24 horas. Otra característica definitiva es la desaparición espontánea de los síntomas, debido a que es una interrupción transitoria del flujo sanguíneo cerebral que no suele desarrollar lesión cerebral10.

En función de su etiología, hay diferentes tipos de ictus según la naturaleza de la lesión11:

  • Ictus isquémico: es debido a una falta de aporte de sangre a una determinada zona del parénquima encefálico.

Representa el 85% de los ictus.

  • Ictus hemorrágico: se debe a la rotura de un vaso sanguíneo encefálico con extravasación de sangre fuera del lecho vascular.

Representa el 15% de los ictus.

El término ictus proviene del latín y significa “golpe” o “ataque” haciendo referencia a la aparición de sus síntomas, que aparecen de manera repentina y brusca. Dichos signos y síntomas que deben alertarnos de la presencia de un ictus son12:

  • Pérdida repentina de fuerza en la cara, brazo, o pierna. Es frecuente que suceda en un sólo lado del cuerpo.
  • Confusión, problemas en el habla o comprensión de lo que se dice a la persona afectada.
  • Visión nublada o pérdida repentina de visión en uno o ambos ojos.
  • Dolor de cabeza fuerte y repentino sin causa conocida o aparente.
  • Dificultad para caminar, mareos o pérdida del equilibrio y/o coordinación de movimiento.
  • Trastorno de la sensibilidad de inicio brusco, también percibido como una sensación de hormigueo o “acorchamiento” de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo.

La aparición de los síntomas depende de la región cerebral que resulte afectada, como consecuencia de la pérdida de aporte sanguíneo que nutre y sustenta la vida del tejido cerebral.

Con una detección precoz y tratamiento de la causa, la zona afectada puede recuperar la perfusión sanguínea y sus funciones. No obstante, pese al tratamiento en la fase aguda de un ACV pueden aparecer diferentes secuelas en función de la zona afectada13. Dichas secuelas son:

  • Físicas.
  • Afectación cognitiva.
  • Psicológicas.
  • Problemática social o familiar: muchas veces causa cierto grado de dependencia en los pacientes, que precisan de un cuidador.
  • Alteración en el desarrollo de las actividades de la vida diaria.

El ictus, es una enfermedad prevenible en un 80% de los casos, si se actúa sobre sus factores de riesgo modificables como son:

  • Hipertensión arterial.
  • Hipercolesterolemia.
  • Diabetes o mal control glucémico.
  • Tabaquismo.
  • Obesidad.
  • Vida sedentaria.
  • Consumo de alcohol y otras drogas.
  • Uso de anticoncepción oral o terapia hormonal sustitutiva.
  • Factores dietéticos.
  • Desencadenantes agudos: estrés.
  • Migrañas.
  • Padecimiento de enfermedades cardíacas, sobre todo en los ictus de origen tromboembólico.
  • Haber padecido previamente otro ictus.

Existen otros factores de riesgo de padecer un ictus que no son modificables y sobre los que no se pueden actuar, como son:

  • Edad: el principal factor de riesgo no modificable, a partir de los 55 años la incidencia de ictus se duplica cada 10 años.
  • Sexo: el sexo femenino es el que mayor tasa de riesgo presenta a padecer una enfermedad vascular, incluida el ictus, por tanto las muertes atribuibles por ACV son más numerosas en mujeres.
  • Raza o etnia: las personas de origen afroamericano e hispanoamericano presentan mayor incidencia y mortalidad por ictus.
  • Antecedentes familiares: la presencia de antecedentes familiares, se asocia con un mayor riesgo.

Tras padecer un ictus, es importante llevar a cabo un seguimiento y adoptar un estilo de vida saludable con el fin de evitar la recurrencia de otro episodio de ACV. En este momento es donde cabe desarrollar una correcta prevención secundaria, puesto que otro episodio de ictus podría acarrear graves secuelas en el paciente e incluso ser causa de su muerte. Además de seguir un estilo de vida más saludable como método de prevención secundaria, también es importante seguir el tratamiento farmacológico según las indicaciones de los facultativos.

El ictus es una enfermedad que causa un gran impacto debido a las secuelas que puede acarrear un episodio. El 78% de las personas que presentan un daño cerebral, es como consecuencia de ello2. En España, en el año 2018 ocupó el segundo lugar como causa de muerte tras las enfermedades isquémicas del corazón, además de representar la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda en hombres1.

Además de causar la muerte, también producen discapacidad en un amplio porcentaje. El 70% de pacientes con ictus tienen problemas de movilidad y el 48% problemas a la hora de realizar las actividades de la vida cotidiana. Se estima que 15 años tras sufrir un ictus, 2 de cada 3 pacientes tendrán algún tipo de discapacidad. Es por ello, que muchos pacientes tras sufrir un ictus, por el impacto de sus secuelas precisan asistencia de un cuidador y también perciben prestaciones por discapacidad en algunos casos2,3. El 80% de los casos de ictus es prevenible si se actúa sobre los factores de riesgo modificables, lo cual permite apreciar la importancia de la prevención primaria fomentando un estilo de vida saludable; así como la prevención secundaria con el fin de evitar posibles recaídas de otro episodio de ictus2,4. En adicción, el 44% de personas con ictus afirman tener un estado de salud autopercibido regular y un 34% malo tras este episodio2. Muchas veces se tiende a centrar la atención en las secuelas físicas que son las más visibles, aunque es de igual importancia el afrontamiento y recuperación en el ámbito emocional, puesto que condiciona la predisposición de los pacientes a proporcionar sus autocuidados con eficacia.

 

CONCLUSIONES

La actuación sobre los hábitos de vida constituye una piedra angular en la prevención primaria y secundaria del ictus. La abstinencia o cese del hábito tabáquico, el cese del consumo excesivo de alcohol, evitar la exposición a estrés crónico, evitar el sobrepeso o la obesidad, seguir una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva y frutos secos, así como la práctica regular de actividad física son medidas fundamentales para reducir el riesgo de sufrir un ictus14. Es importante reconocer cuales son los síntomas de un Ictus para poder actuar lo antes posible. Tras superar un episodio de Ictus haremos hincapié en la importancia de no volver a tener un nuevo episodio mediante la prevención secundaria, en la que juega un papel importante la educación para la salud que permita al paciente adquirir un estilo de vida saludable.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Instituto Nacional de Estadística. Defunciones según la causa de muerte, año 2018 [sitio Web]. Instituto Nacional de Estadística. 2019. Disponible en: https://www.ine.es/prensa/edcm_2018.pdf
  2. Sociedad Española de Neurología, Sociedad Española de Medicina Interna, Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, Freno al ictus, Federación Española de Ictus, Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados. El atlas del ictus Aragón 2019 [Monografía de Internet]. Sociedad Española de Neurología; 2019. Disponible en: https://www.sen.es/images/2020/atlas/Informes_comunidad/Informe_ICTUS_Aragon.pdf
  3. Sociedad Española de Neurología, Sociedad Española de Medicina Interna, Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, Freno al ictus, Federación Española de Ictus, Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados. El atlas del ictus Aragón 2019, las cifras del ictus en Aragón [Monografía de Internet]. Sociedad Española de Neurología; 2019 .Disponible en: https://ictusfederacion.es/wp-content/uploads/2020/01/ARAGON_AtlasIctus_formatoweb_OK.pdf
  4. Federación Española de Daño Cerebral. El daño cerebral en cifras [sitio Web]. Madrid: Federación Española de Daño Cerebral; 2017. Disponible en: https://fedace.org/epidemiologia_dano_cerebral.html#:~:text=El%20Da%C3%B1o%20Cerebral%20en%20cifras,-De%20acuerdo%20con&text=Cada%20a%C3%B1o%20se%20dan%20104.701,TCEs)%20y%20481%20por%20anoxias
  5. Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares. Accidente cerebrovascular: Esperanza en la Investigación [Monografía en Internet]. Disponible en: https://espanol.ninds.nih.gov/es/trastornos/forma-larga/accidente-cerebrovascular-esperanza-en-la-investigacion
  6. Sociedad Española de Neurología. Guía para el diagnóstico y tratamiento del ictus [Monografía en Internet]. Barcelona: Sociedad Española de Neurología; 2006. Disponible en: https://www.sen.es/pdf/guias/Guia_oficial_para_el_diagnostico_y_tratamiento_del_ictus_2006.pdf
  7. Ustrell X, Serena J. Ictus, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Rev Esp Cardiol [Revista en Internet]. 2007; 60(7). Disponible en: https://www.revespcardiol.org/es-pdf-13108281
  8. Maze LM. Stroke an all-out assault on the brain. LPN [Revista en Internet]. 2008; 4 (8). Disponible en: https://www.nursingcenter.com/pdfjournal?AID=789105&an=01212983-200805000-00009&Journal_ID=522928&Issue_ID=789093
  9. National Institute of Neurological Disorders and Stroke, National Institutes of Health. Stroke [Monografía en Internet].Bethesda (Maryland): National Institute of Neurological Disorders and Stroke; 2020. Disponible en: https://www.ninds.nih.gov/sites/default/files/stroke_hope_through_research_february_2020_508c.pdf
  10. Sociedad Española de Neurología, Grupo de estudio de Enfermedades Cerebrovasculaes de la SEN, Freno al ictus, Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Guía Práctica Ictus [Monografía en Internet]. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos; 2017. Disponible en: https://www.portalfarma.com/Profesionales/campanaspf/categorias/Documents/2017-Guia-Prevencion-Ictus.pdf
  11. Ustrell X, Serena J. Ictus. Diagnóstico y tratamiento de las enfermerdades cardiovasculares. Revista Española de Cardiología. 2007; 60(7): 753-769.
  12. Sociedad Española de Neurología, Grupo de estudio de Enfermedades Cerebrovasculaes de la SEN, Freno al ictus, Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Guía Práctica Ictus [Monografía en Internet]. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos; 2017. Disponible en: https://www.portalfarma.com/Profesionales/campanaspf/categorias/Documents/2017-Guia-Prevencion-Ictus.pdf
  13. Ministerio de Sanidad y Política Social. Guía de Práctica Clínica para el Manejo de Pacientes con Ictus en Atención Primaria [Monografía en Internet]. Madrid: Ministerio de Sanidad y Política Social; 2009. Disponible en: https://portal.guiasalud.es/wp-content/uploads/2018/12/GPC_466_Ictus_AP_Lain_Entr_compl.pdf
  14. 14. García A, López E, Rodriguez M, Alonso M, Amaro M, Arenillas JF, Ayo O, Castellanos M, Fuentes B, Frejo MM, Gomis M, Gómez M, Martinez P, Morales A, Palacio EJ, Segura T, Serena J, Vivancos J, Roquer J. Recomendaciones de la Sociedad Española de Neurología para la prevención del ictus. Actuación sobre los hábitos de vida y la contaminación atmosférica. Neurología. 2021; 36(5):377-387.

 

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