Plan de educación para la salud sexual en colectivo en riesgo de infección por enfermedades de transmisión sexual.

29 octubre 2021

AUTORES

  1. Álvaro Marzal Rubio. Grado universitario en terapia ocupacional. Cruz Roja Illes Balears.
  2. María Blázquez Rubio. Grado universitario en fisioterapia. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  3. Belén Gil Pardos. Diplomatura universitaria en terapia ocupacional. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  4. Ana Isabel Andrés Martínez. Diplomatura universitaria en fisioterapia. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  5. Elisa Martínez Santamaría. Grado universitario en terapia ocupacional. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
  6. Laura Berges Borque. Grado universitario en terapia ocupacional. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.

 

RESUMEN

A pesar de los avances en el tratamiento médico de la infección por VIH que tuvieron lugar en las pasadas décadas, las nuevas infecciones por el virus siguen siendo un problema de salud pública. Ante esta situación, los programas de prevención cobran una especial importancia, habiéndose llevado a cabo múltiples de ellos en España.

Este plan de educación para la salud aborda, además de proporcionar información acerca de las formas de transmisión sexual del virus y cómo prevenirlas, otras variables que juegan un papel importante en la decisión de mantener relaciones sexuales protegidas (como tabúes, sesgos cognitivos, autoconocimiento, apoyo social, etc.).La población diana son personas que mantienen conductas sexuales de riesgo por infección por VIH cuyo sentido de autoeficacia es bajo, pretendiéndose con este programa reducir esas conductas de riesgo y promover conductas protegidas.

 

PALABRAS CLAVE

Prevención, promoción de la salud, ETS.

 

ABSTRACT

Despite the progress in HIV infection’s medical treatment that happened during the last decades, new infections are still a public health problem. Consequently, multiple prevention programmes have been applied in Spain due to their special importance.

This health education plan addresses, more than providing information about HIV’s transmission ways and their prevention, other issues that take part in the decision of having healthy sexual behaviour (such as taboos, cognitive biases, self-awareness, social support, etc.).The target population are people who have HIV-related risky sexual behaviours and their self-efficacy has low levels. The aim of this project is to decrease risky sexual behaviours and to promote healthy sexual ones.

 

KEY WORDS

Prevention, health promotion, STD.

 

INTRODUCCIÓN

Hace más de 35 años, en 1981, se declararon los primeros casos de enfermedad e infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) observados en Estados Unidos1. Fue en 1984 cuando el doctor Robert Gallo y su equipo, tras otros avances de otros investigadores como la doctora Françoise Barré-Sinoussi y su equipo, descubrieron la causa que origina la enfermedad, un retrovirus entonces denominado HTLV-III2,3.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el VIH como un retrovirus que infecta las células del sistema inmunitario (principalmente las células T CD4 positivas y los macrófagos) y destruye o daña su funcionamiento.

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) es el estado avanzado de la infección por el VIH, en el que el sistema inmunitario está muy debilitado y se manifiesta alguna de las más de 20 infecciones oportunistas o cánceres relacionados con este virus4. Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) acota este síndrome en función de que el número de células T CD4 presente en sangre sea menor de 200 por mmcuadrado5.

La situación actual respecto a las primeras décadas de la epidemia es muy diferente. Los métodos diagnósticos y los tratamientos antirretrovirales (TAR) de gran actividad han supuesto un cambio en la historia natural de la enfermedad. Entre 2000 y 2016, el número de nuevas infecciones por el VIH a nivel mundial se redujo en un 39% y las defunciones asociadas al virus disminuyeron en una tercera parte6.

 

OBJETIVOS

Objetivo general:

Promover conductas sexuales protegidas y reducir las desprotegidas en personas que hayan manifestado la realización de conductas sexuales de riesgo, mediante la mejora de habilidades y del sentido de autoeficacia y la modificación de creencias.

Objetivos específicos:

  • Identificar qué variables individuales influyen en la realización de prácticas sexuales desprotegidas (penetración vaginal o anal sin preservativo) en la población diana.
  • Intervenir sobre las variables identificadas para promover prácticas sexuales protegidas y reducir la frecuencia de las desprotegidas.
  • Desarrollar el sentido de responsabilidad ante el logro de objetivos y la toma de control sobre la salud sexual.
  • Transmitir el importante papel que juega la autoestima en las prácticas sexuales de riesgo.
  • Evaluar la eficacia del programa reevaluando la incidencia de prácticas sexuales desprotegidas en la población diana.
  • Evaluar la satisfacción de la población diana respecto al programa.

 

METODOLOGÍA

La búsqueda bibliográfica fue llevada a cabo mediante el siguiente método:

Las palabras clave, junto con los operadores booleanos AND y OR, utilizadas fueron: HIV, prevention, promotion, “occupationaltherapy” y “sexual riskbehaviour”. Serecurrió a revistaselectrónicasespecíficas de Terapiaocupacional: Occupational Therapy International Journal (12resultados), Canadian Journal of Occupational Therapy (24), American Journal of Occupational Therapy (3), British Journal of Occupational Therapy (53), Australian Journal of Occupational Therapy (3) y South African Journal of Occupational Therapy (9).Las bases de datos utilizadas fueron Medline, Cochrane Library Plus,Alcorzey OTSeeker, obteniéndose 5 resultados provenientes de la última.

También se recurrió a revistas como Irish Journal of Occupational Therapy, Indian Journal of Occupational Therapy y Journal of Occupational Therapy Education, sin encontrarse resultados. En todo momento se aplicó el filtro “últimos 10 años”.

De los 97 resultados obtenidos, se descartaron 95 debido a la no proximidad a los objetivos marcados.

 

Plan de intervención:

Se trata de un plan de promoción de prácticas sexuales saludables dirigido a población vulnerable de ser infectada por el VIH. Se considera esta población como aquella que ha sido diagnosticada con alguna enfermedad o infección de transmisión sexual (ETS o ITS) en atención primaria o en algún organismo especializado en esta índole o haya solicitado la profilaxis postexposición al VIH (PEP).

A continuación, se explican brevemente las fases que estructuran este programa de intervención.

  1. Captación de la población diana:

Se plantea la idea de establecer una red de derivación en la que los servicios de medicina y enfermería de atención primaria o trabajadores de otros organismos sugieran a esta población diana la realización de este plan en un recurso comunitario.

Otra idea complementaria sería la creación de carteles publicitarios y situarlos en puntos geográficos estratégicos (sede de OMSIDA, la Cruz Roja, facultades universitarias, etc.).

La selección de esta población vendría determinada por los siguientes criterios:

Criterios de inclusión:

  • Acuden a este servicio voluntariamente.
  • Aquellas personas que verbalizan haber tenido al menos una práctica sexual desprotegida (penetración sin preservativo).

Criterios de exclusión:

  • Personas diagnosticadas con trastorno mental grave (TMG).
  • Personas con discapacidad intelectual reconocida.
  • Personas menores de edad.

2. Evaluación de la población diana.

Una vez definida la población diana, los grupos de intervención se compondrán de 15 participantes como máximo. Se procederá a iniciar la primera toma de contacto con el equipo profesional y comenzar así la evaluación de estos.

Se elaborará el perfil ocupacional y el análisis del desempeño ocupacional, mediante una entrevista semiestructurada, de cada persona para posteriormente establecer un diagnóstico ocupacional.

El perfil ocupacional recogerá información proporcionada por herramientas de evaluación propias del MOHO: Listado de intereses adaptado (Kielhofnery Neville, 1983)7 (Anexo 1) y el Cuestionario Ocupacional (Smith, Kielhofner y Watts, 1986)8 (Anexo 2), obteniendo información acerca de la habituación, volición y sentido de autoeficacia de la persona en las ocupaciones de su vida diaria.

Para realizar el análisis del desempeño ocupacional se utilizará un cuestionario ad-hoc (Anexo 3). Este cuestionario evalúa la frecuencia de prácticas sexuales con preservativo y prácticas sexuales de riesgo de infección por el VIH.También evalúa el sentido de autoeficacia de la persona respecto a la realización de conductas sexuales protegidas, cuyo formato está inspirado en la Autoevaluación Ocupacional (OSA)9 que el MOHO provee.

Una vez realizada la evaluación de cada individuo, se procederá a hacer el diagnóstico ocupacional individualizado.

Conforme se vaya evaluando a los participantes, se irán agrupando para formar los grupos de 15 participantes en función del tipo de variables, que influyen en la realización de conductas sexuales de riesgo, que el equipo profesional detecta. Se proponen algunas variables para organizar a los usuarios:

  1. Bajo autoconcepto (Grupo A).
  2. Problemas en el control de impulsos (Grupo B).
  3. Baja percepción del riesgo (Grupo C).

Para garantizar que los usuarios tengan conocimiento de su participación en el proyecto, se le pedirá cumplimentar la ficha del consentimiento informado (Anexo 4).

3. Planificación de la intervención:

La hipótesis que se plantea es la siguiente: la aplicación de la presente propuesta de intervención (variable independiente) da lugar a la mejora de los resultados obtenidos (variable dependiente) en los indicadores de incidencia de prácticas sexuales protegidas, incidencia de prácticas sexuales de riesgo y sentido de eficacia en la población diana.

Por contra, existen numerosas variables perturbadoras, i.e. distintas a la variable independiente pero que pueden influir en la dependiente, de las que deberemos ser conscientes. Ejemplos de ellas son la influencia de otros agentes sociales sobre la conducta y estados emocionales ajenos a la intervención.

Antes de iniciar las sesiones, se tendrá una reunión individual con cada persona para exponerle el plan que se quiere llevar a cabo y pedirle su opinión.

4. Implementación de la intervención:

Consiste en llevar a cabo la intervención propuesta.

5. Reevaluación:

Se realizará con la herramienta utilizada en la evaluación inicial (Anexo 3) con el objetivo de valorar la efectividad de la intervención y aplicando la definición operacional verificando o refutando la hipótesis.

En el caso de que no se cumplan los criterios de evaluación (indicadores de evaluación) descritos más adelante, se deberá replantear el plan, tomar una visión autocrítica (no solo en este momento, sino durante todo el proceso) y determinar posibles cambios o nuevas ideas encaminadas a una mayor aproximación a los objetivos.

Por último, también se llevará a cabo una valoración de la satisfacción de la población receptora del servicio.

 

DESARROLLO

Resultados de la evaluación inicial:

La literatura científica sugiere que la autoeficacia para mantener conductas preventivas para la infección por el VIH guarda una asociación significativa e inversa con comportamientos sexuales de riesgo como el uso del preservativo, sexo en estado de embriaguez etílica, desconocimiento del estatus serológico de la pareja y nunca haberse realizado la prueba del VIH10,11.

Por lo tanto, si uno de los criterios de inclusión en la población diana es la práctica de conductas sexuales de riesgo, es muy probable que también nos encontremos con un bajo sentido de autoeficacia.

 

Definición de las acciones/actuaciones del programa:

Para cada objetivo específico anteriormente redactado se proponen una serie de actuaciones para su correcta consecución. Esta interrelación se muestra en el Anexo 5.

 

Descripción de las acciones/actuaciones:

A continuación se procede a explicar cada una de las acciones comentadas en el apartado anterior.

 

  • Entrevista inicial:

La entrevista con cada uno/a de los participantes se llevará a cabo en un entorno privado del recurso. Se seguirá el guión propuesto en el Anexo 6.

 

  • Reuniones individuales:

En estas reuniones con el/la terapeuta, se hablará del seguimiento de la persona, sus progresos, sus resultados en los Análisis de la situación real, y en concreto de la autoestima.

Un pobre autoconcepto suele subyacer en las personas que tienen relaciones sexuales de riesgo12 por lo que incidiremos en este tema, alentando a los usuarios a que busquen información sobre este (libros, documentales, conferencias, etc.). Los profesionales del recurso pueden recomendarle material de consulta.

 

  • Autoanálisis de la situación real.

En una de las reuniones individuales (se valorará si proponerlo en la primera entrevista), se comentará lo importante que es conocerse a uno/a mismo/a para cambiar lo que no nos gusta. Incidiremos en el aspecto tabú del sexo fomentado por la sociedad, que nos suele dificultar hablar de ello con naturalidad.

Propondremos al usuario que cada vez que experimente deseo sexual y/o mantenga sexo rellene un cuestionario ad hoc(Anexo 7) que se le proporcionará en ese mismo momento.

Le trasladamos la importancia del ejercicio de introspección por su parte, siendo también relevante que nos cuente lo que escribe para poder trabajar sobre ello. Los datos que extraigamos de estas reflexiones será la piedra angular sobre la que deberemos basar nuestra intervención ya que obtendremos información sobre la forma de actuar, los gustos sexuales, las barreras para realizar prácticas sexuales de riesgo, los motivos para realizar prácticas sexuales de riesgo, etc.

 

  • Talleres grupales:

Se reconoce a la terapia de grupo como la “mejor opción” para la mejora del autocontrol y autoestima en personas que tienen impulsos sexuales hacia conductas de riesgo13. Por ello, se propone reunir a las personas que constituyen la población diana para la realización de sesiones grupales que tratarán diferentes temas:

  1. Talleres de presentación e interacción social (30 min).

Se llevarán a cabo sesiones que fomenten la cohesión grupal y establezcan un apoyo social colectivo, abordando temáticas que resulten de interés (en la medida de lo posible) a todos los participantes.

2. Tabú del sexo (30 min).

Se propone una dinámica grupal en la que se hable de la visión que en la sociedad tenemos del sexo. Todos los prejuicios, prohibiciones y connotaciones negativas que se mantienen alrededor de este tema dificultan el cambio consciente de algunos comportamientos. Con la cooperación de un/a sexólogo/a, trasladaremos la importancia de racionalizar aquello que es guiado por el impulso.

3. Influencia de la pornografía (45 min).

Anteriormente a este taller, se les pide a los/las participantes que, si suelen consumir pornografía, analicen algunos aspectos de esta:

  1. ¿Hay penetración sin preservativo?
  2. Si hay penetración con preservativo, ¿se ve en cámara cómo es colocado?
  3. ¿Hay comunicación/negociación acerca del tipo de sexo entre las personas que tienen sexo?
  4. ¿Predominan algunas actitudes dependiendo del género o posición sexual? (Por ejemplo: roles de género, dominancia-sumisión, violencia, dependencia, etc.).

Los aspectos para analizar son muy variados, así que deberemos tener la libertad de comentar cualquier detalle que ellos/as piensan que es relevante.

Una vez ya en el taller, el/la terapeuta ocupacional, en cooperación con un/a educador/a social, expondrá cómo la pornografía condiciona nuestra conducta sexual. La mayoría de nosotros/as no ha tenido una educación afectivo-sexual como tal, sino que esas funciones las ha absorbido en gran parte la pornografía14 y por lo tanto asimilamos unos patrones de conducta determinados.

De hecho, estudios demuestran una asociación positiva entre el consumo de pornografía y la práctica de relaciones sexuales desprotegidas.

Se procederá a comentar por parte de los/las participantes aquello que han observado en la pornografía. Como reflexiones finales del taller, se les invita a ser más críticos con aquello que consumen y ser más conscientes del origen (uno de tantos) de sus conductas sexuales. También trasladaremos la validación de sentimientos entorno al sexo como la vergüenza, los nervios, las inseguridades, etc.

4. Erotización de las conductas sexuales protegidas(45 min).

Se dividirán a los participantes en grupos de 3-4 personas y cada grupo deberá anotar los pros y contras de realizar conductas sexuales protegidas (uso del preservativo, no realizar prácticas de riesgo, etc.).

Una vez hayan terminado la reflexión, se procederá a compartir todo lo mencionado (apuntándolo el/la terapeuta en una pizarra).

Una vez recabadas todas las opiniones, se debatirá en conjunto cada uno de los pros y contras para ver si todos/as coinciden (valorar otros puntos de vista puede cambiar nuestra forma de pensar y actuar). A los contras se les intentará buscar otro enfoque para fomentar las conductas sexuales protegidas.

Posteriormente, en los mismos grupos, se planteará pensar cómo podrían hacer más atractivo el uso del preservativo en el acto sexual.

5. Estrategias de reducción de daños (30 min).

Tomando un enfoque más compensatorio, estas estrategias son tipos de intervención que pretenden reducir los riesgos asociados a estas conductas.

Pondremos ejemplos de estas estrategias con el fin de que ellos desarrollen sus propias estrategias o adopten estas:

  • Aumentar el tiempo dedicado al contacto sexual que no sea penetración para aumentar la excitación y reducir el tiempo de penetración;
  • Utilizar gran cantidad de lubricante para disminuir la fricción y la aparición de microheridas;
  • Autoprohibirse tener sexo con aquellas personas con las que ya han mantenido relaciones sexuales desprotegidas;
  • Valorar la toma de la Profilaxis Preexposición al VIH (PrEP);
  • Mantener relaciones sexuales desprotegidas solamente con una persona en concreto (bajo previo acuerdo).

Animaremos a que los/las participantes piensen las suyas propias para fomentar la toma de control de su situación.

 

6. Percepción del riesgo (1 hora).

Muchos estudios nos ponen ante la evidencia de que lo más destacable es que la “susceptibilidad percibida” (factor determinante en la reducción del riesgo) no es suficientemente alta para disminuir las conductas de riesgo12.

Por ello, en un taller explicaremos algunos de los sesgos cognitivos (se puede añadir tantos como se quiera) que se suelen presentar en las personas que mantienen relaciones sexuales de riesgo (y en muchas otras personas):

  • Establecer filtros de aspecto físico. Una “apariencia sana” significa no tener ETS.
  • El haber realizado conductas sexuales desprotegidas y haber tenido un diagnóstico negativo al VIH posterior hace que “bajemos la guardia”.
  • El lavarnos las zonas expuestas a fluidos reduce el riesgo de transmisión de ETS. Está comprobado que estos actos, lejos de reducir el riesgo, lo incrementan.
  • El no mantener relaciones sexuales esporádicas (sino con parejas más estables) me exime de infectarme.
  • El VIH sólo afecta a determinados grupos poblacionales.

Posteriormente, procedemos a realizar una actividad más participativa. Cada participante escribe en un papel aquellas cualidades que cree que le hacen atractivo sexualmente y lo coloca en una zona corporal visible (pecho o abdomen). También tienen que escribir su nombre en 3 papeles más pequeños.

Una vez hecho todos los papeles, cada uno/a de ellos (por turnos) le dará un papel con su nombre a una persona cuya cualidad le atraiga y su cualidad propia sea atractiva para la otra persona (reciprocidad). Se harán tantos turnos como sean necesarios hasta que se agoten los intercambios. El/la terapeuta va escribiendo en una pizarra los intercambios que se producen siguiendo un orden temporal.

Cuando ya no haya más intercambios, el/la terapeuta procede a explicar que los intercambios simbolizan relaciones sexuales desprotegidas y que dos personas (modificable, en función del número de participantes) tienen el VIH (con carga transmisible). En la pizarra se analiza las hipotéticas transmisiones del virus, con el fin de concienciar acerca del riesgo a los que todos estamos expuestos.

Se realizará otra ronda, pero incluyendo a dos personas (modificable) que siempre utilizan preservativo o realizan prácticas sexuales seguras. Se analizará de nuevo la transmisión del virus y el efecto protector de estas medidas.

 

  • Charla de pares:

Se invita a personas que viven con el VIH para que trasladen su experiencia y, si es posible, dar algunos consejos a la población diana. Se pueden tratar temas como la impulsividad, la necesidad de satisfacción inmediata, la autoestima y/o la falta de comunicación entre las parejas sexuales. Será una charla bidireccional (a concretar con el ponente) en la que los usuarios pueden preguntar o interceder en ella.

 

  • Apoyo social:

Uno de los elementos clave para la modificación de hábitos en personas afectadas por el VIH, dentro de una intervención cognitivo-conductual, es el fortalecimiento del apoyo social. Por ello se propone introducir este enfoque en este trabajo, fomentando la interacción social entre los miembros del grupo diana.

Para llevar a cabo este objetivo de manera transversal, se pueden tomar las siguientes estrategias:

  • Organizarse para llevar comida (fomentar que sea casera) a los talleres grupales o a cualquier reunión.
  • Actividades de ocio y tiempo libre acorde a sus intereses: deporte, cine, excursiones, festivales de música, etc.
  • Bajo previo consentimiento, crear un grupo de WhatsApp con los integrantes y trabajadores/as.

 

  • Visionado de filmografía:

Se propone ver, en grupo, algunas películas cuya temática sea el VIH/sida. El objetivo es conocer cómo se ha dado y da visibilidad a este tema desde el cine, con la hipótesis de que pueda remover conciencias y cambiar conductas. Algunos ejemplos de películas son:

  • Philadelphia (1993).
  • Cómo sobrevivir a una epidemia (2012).
  • Un corazón normal (2014).
  • 120 latidos por minuto (2017).

Tras ver cada película, se comentarán las impresiones, opiniones, si se identifican o no, etc. No se forzará la conversación ante una actitud poco colaboradora de los participantes.

 

  • Charla de organización especializada en ETS:

Con el objetivo de informar acerca de las vías de transmisión del VIH y otras ETS, se propone contactar con OMSIDA para organizar un coloquio que tratara estos posibles temas:

  • Vías de transmisión del VIH y otras ETS.
  • Discriminación hacia personas que viven con VIH.
  • Información de los servicios que disponen (atención social y psicológica, actividades sociales, sensibilización, etc.).
  • Importancia del estigma respecto al VIH/sida.

 

  • Diario:

Se le propone al grupo diana, de manera individualizada, recoger en un calendario (Anexo8) todas las relaciones sexuales (protegidas y de riesgo) que mantienen. En ese calendario también anotarán otras variables como:

  • El nivel de ansiedad diario (escala de 1 a 5).
  • El nivel de responsabilidades o exigencia del día (escala de 1 a 5).
  • Otras variables (las que la persona considere oportunas).

El objetivo de esta actividad es que la persona haga asociaciones entre las relaciones sexuales que mantiene y otras variables (pasado un periodo de tiempo puede hacer un gráfico) y así fomentar que intervenga sobre su salud.

 

  • Prueba del VIH y otras ETS:

A todos/as se les animará a realizarse estas pruebas ya que un resultado negativo de ETS puede reforzar negativamente las prácticas de riesgo con el fin de mantener ese estado de salud13. Se les aconsejará recursos donde hacerse la prueba como OMSIDA, el Sistema Nacional de Salud, o la Cruz Roja.

 

Delimitación de los recursos

Recursos humanos:

El equipo interdisciplinar que lleve a cabo el servicio estará compuesto por:

  • Un/a terapeuta ocupacional que se encargue de los talleres grupales, evaluaciones, reuniones individuales.
  • Un/a sexólogo/a que con el/la que el/la terapeuta ocupacional cooperará en algún taller grupal, además de tener reuniones individuales.
  • Un/a educador/a social que cooperará en algún taller grupal.
  • Un/a psicólogo/a que realice reuniones individuales, ya que puede haber algunos aspectos donde el psicólogo esté más capacitado para intervenir (atracción al riesgo, homofobia interiorizada, rasgos de personalidad límite, etc.).

La cohesión del equipo interdisciplinar es fundamental para reunir todas las acciones hacia una misma dirección contando con la mayor información posible.

Recursos físicos:

El recurso en el que se lleve a cabo el programa deberá disponer de una sala amplia con sillas (con pala preferentemente) que den cabida al menos a 17 personas. En esta sala deberá haber una pizarra y un proyector. Otra sala más pequeña para realizar las reuniones individuales sería conveniente.

En algunos estantes debería haber material preventivo (preservativos masculinos y femeninos) y material informativo acerca de ETS (folletos, trípticos, etc.).

Se plantea la idea de hacer uso de un espacio ya existente en un centro de salud de atención primaria.

 

EVALUACIÓN DEL PROGRAMA

Encaminados a la optimización o mejora de este plan de intervención, se desarrolla el proceso evaluativo de este. A continuación se recogen los indicadores que se utilizan para medir la consecución de los objetivos.

 

EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS

En el anexo 9 se exponen las bases para garantizar la efectividad del programa, en función del objetivo propuesto.

 

CONCLUSIONES

Esta propuesta de intervención nace de la premisa de que históricamente se ha tomado la prevención de la infección por el VIH con una perspectiva basada en la transmisión de conocimientos o en el intento de cambio de actitudes.

De forma complementaria, este trabajo tiene un enfoque más participativo y de autogestión por parte del usuario valorando otras variables como las habilidades de gestión de la ansiedad, tabúes, percepción de riesgo, etc.

En cuanto a las limitaciones, el proyecto no ha podido llevarse a la práctica por lo que este trabajo cuenta con una visión exclusivamente teórica. Si se lleva a cabo, la realidad de las circunstancias establecerá los cambios oportunos en este sin perder el enfoque individualizado en la persona. También se procedería a la comparación de los resultados obtenidos con los resultados de otras intervenciones que tienen como objetivo la prevención de la infección por el VIH o la promoción de conductas sexuales saludables.

 

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