Manejo de enfermería en pacientes con prótesis ocular.

3 septiembre 2020

AUTORES

  1. Nuria Tabuenca Prat. Facultad de Ciencias de la Salud Universidad San Jorge. Máster Oficial en Investigación en Ciencias de la Salud. Graduada en Enfermería.
  2. Laura Viscasillas Salas. Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Valladolid.

 

RESUMEN

La prótesis ocular llamada también ojo artificial es una prótesis de uso externo cuya función es restaurar el globo ocular tras su extirpación por causas de origen congénito o adquirido a través de un traumatismo patología ocular.

Tiene una finalidad estética, anatómica y en parte funcional.

Pueden estar fabricadas por diversos materiales como el cristal de criolita o polimetilmetacrilato. Según el material requieren unas condiciones de uso, de limpieza, de mantenimiento específicas por parte del laboratorio, el cual junto con el especialista ocularista adiestran al paciente para que pueda llevar a cabo esos cuidados de la prótesis.

Aunque la incidencia de su uso es minoritaria es importante que enfermería conozca su manejo, ya que hay ciertas situaciones en las que el paciente va a necesitar esos cuidados específicos de su prótesis ocular, de igual modo debe conocer la prevención, tratamiento y complicaciones que puede presentar la estructura y cavidad del globo ocular. Hospitalariamente se realiza el procedimiento de forma estéril pero no es necesario en el ámbito del domicilio.

 

PALABRAS CLAVE

Ojo artificial, prótesis oculares, manejo de enfermería, complicaciones.

 

INTRODUCCIÓN

Desde los comienzos en el siglo XVIII de la profesión ocularística, hasta nuestros días, se han realizado muchos avances en el proceso complejo de elaboración y adaptación de prótesis oculares. Requiere un equipo multidisciplinar (ocularista, oftalmólogo y en ocasiones, un cirujano maxilofacial)1.

La prótesis ocular es el reemplazo estético, anatómico y en parte funcional de pacientes que presentan pérdida o malformación del globo ocular de origen congénito o adquirido por un traumatismo o enfermedad grave del globo ocular tras su extirpación2,3.

La prótesis deberá ser lo más parecida a su ojo adelfo para conseguir la mejora del aspecto físico-estético y psicológico del paciente con el propósito de poder reiniciar su vida social y laboral con el mínimo trauma posible4.

Su uso es externo y es manejada en la mayoría de las ocasiones por los pacientes que la portan.

Las prótesis oculares suelen estar realizadas de cristal de criolita (vidrio) o polimetilmetacrilato (PMMA, Perpex®), como norma general, se prefiere el uso PMMA, por su mejor y superior biocompatibilidad, capacidades estéticas, durabilidad, permanencia del color, capacidad de adaptación, disponibilidad y coste1. Su fabricación y adaptación debe comenzar lo antes posible. Durante un período de entre 5 y 8 semanas después de la extracción del ojo, para evitar la formación de cicatrices y el encogimiento de la cavidad se coloca un conformador dentro del saco conjuntival5.

Las lágrimas artificiales y la higiene de la tapa mejoran la comodidad de uso. Las prótesis de vidrio deben renovarse cada 1-2 años, mientras que las prótesis de Perpex® deben pulirse una vez al año5.

Los ojos artificiales se pueden usar continuamente salvo por un procedimiento de limpieza corto pero regular5, otros se extraen con frecuencia para su limpieza. La mayoría de los pacientes que utilizan un ojo artificial extraíble siguen pautas de cuidado propias indicadas por el fabricante.

Cuando se decide que es adecuado el uso de la prótesis, es muy importante informar al paciente sobre su patología así como dar las recomendaciones necesarias para su automanejo y para la autodetección de problemas en los que sean precisos recurrir a la intervención de atención especializada3. Se debe dar apoyo psicológico, si lo precisa.

Cuando en el acrílico envejece, aumenta su porosidad y la acumulación de bacterias producen aumento de secreción, el reemplazo de la prótesis es necesario. La vida útil de una prótesis ocular depende de la edad del paciente, su ocupación y el cuidado de la misma. Generalmente se aconseja renovar la prótesis al menos cada 5 años, en función del material4.

 

VISIÓN EN PROFUNDIDAD

La pérdida en la visión de un ojo, provoca a corto plazo dificultades en la percepción de profundidad en objetos cercanos aproximadamente a una distancia menor de 4 metros, este fenómeno es llamado estereopsis3. Nuestro cerebro aprende y se adapta a la visión monocular, pudiendo recuperar la visión en profundidad en objetos cercanos, sin verse afectada la visión lejana. Se recomienda para entrenar al cerebro lanzar una pelota contra una pared y/o hacia arriba y atraparla con la mano contraria3,4.

Algunas actividades diarias sí dependen de la visión estereoscópica y pueden provocar molestias como son: golpear una pelota, estacionar un vehículo, introducir una moneda en una máquina, servir líquido en un vaso o enhebrar una aguja, pero existen recomendaciones de cómo realizarlas para minimizar la dificultad3.

Las personas portadoras de prótesis ocular pueden conducir, hacer deportes y continuar con una vida normal. Durante la práctica de deporte es aconsejable usar protectores, especialmente para el ojo sano, en el caso de la natación se utiliza un protector para la prótesis3.

 

CONOCIMIENTOS DE ENFERMERÍA

A pesar de que la incidencia en el uso de prótesis oculares es minoritaria es importante que enfermería conozca su manejo, ya que hay ciertas situaciones como: un paciente en coma largo tiempo, con alteración en su movilidad, con deterioro cognitivo, en las que el paciente va a necesitar que se realicen esos cuidados específicos de limpieza, mantenimiento, conservación de su prótesis ocular.

Si la enfermera observa problemas, como el enrojecimiento de los tejidos circundantes, drenaje de la órbita o irritación de las pestañas, o si tiene programada una cirugía el paciente, enfermería debe extraer el ojo de la órbita, limpiar el ojo, la órbita y los tejidos a su alrededor y reinsertar el ojo salvo que se indique lo contrario5,6.

Es importante la prevención y el tratamiento de las secreciones según su causa como puede ser por alteración de la superficie de la prótesis ocular, conjuntivitis infecciosa o por la mecánica del roce3 y de igual modo, debe conocer las complicaciones que puede presentar la estructura y cavidad del globo ocular.

En el hospital se suele utilizar materiales estériles cuando se retira y se reinserta, pero a menudo no es un procedimiento estéril necesario sobre todo en el hogar6.

 

EQUIPO NECESARIO6

  • Recipiente pequeño etiquetado, como los contenedores para dentaduras o para muestras.
  • Guantes (opcional).
  • Perilla de goma, una jeringa o cuentagotas (opcional).
  • Gasa suave o paño de algodón.
  • Cuenco con suero salino caliente.

 

INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA4,6

En primer lugar extracción del ojo artificial:

  • Comprobar que el contenedor en el que se guardará la prótesis está forrado para almohadillar el ojo y evitar que se arañe. Asegurarse de utilizar materiales estériles (aunque éste no es un procedimiento estéril).
  • Ayudar al paciente a sentarse o si su salud lo permite, tumbarse en decúbito supino.
  • Identificar el ojo a extraer, y ponerse guantes en caso de que esté indicado.
  • Si el paciente tiene un método efectivo para extraer la prótesis siga dicho método. La mayoría de las personas puede en circunstancias normales retirarse su propio ojo, y puede tener un método adecuado para hacerlo.
  • En caso contrario seguir los siguientes pasos:

a) Traccionar del párpado inferior hacia abajo sobre el hueso infraorbitario con el pulgar dominante, y ejercer una presión suave bajo el párpado o bien, comprimir una perilla de goma pequeña y aplicar su punta direccionalmente sobre el ojo. Disminuir gradualmente la presión de los dedos sobre la perilla, y extraer el ojo de la órbita. La compresión exprime el aire de la perilla, creando una presión negativa dentro de ésta. Al liberar la presión de los dedos, la succión de la perilla contrarresta la succión que mantiene al ojo en la órbita.

  • Recibir el ojo con la otra mano y colocarlo cuidadosamente en el estuche. No arañar ni dejar caer el ojo.

En segundo lugar, se procede a la limpieza del ojo y de la órbita:

  • Exponer la órbita elevando el párpado superior con el dedo índice y descendiendo el párpado inferior con el pulgar.
  • Limpiar la órbita con una gasa suave o con un paño de algodón y suero salino templado. Secarla con toquecitos ligeros, sin frotar ni presionar.
  • Limpiar los tejidos que rodean al ojo, frotando suavemente desde el canto interno hasta el externo con una gasa limpia para cada vez. Siguiendo esta dirección se evita arrastrar cualquier resto hacia los canalículos lagrimales, en caso de que estos permanezcan intactos. Asegurarse de eliminar las costras de los párpados superior e inferior y de las pestañas.
  • Secar con cuidado los tejidos siguiendo la dirección descrita en el paso anterior, utilizando paños secos.
  • Lavar el ojo despacio con suero salino templado y secarlo con paños secos.
  • Si no se va a insertar, guardarlo en el estuche forrado relleno de agua o una solución salina, cerrar el párpado, rotular el estuche con el nombre del paciente y su número de habitación y colocarlo en el cajón de la mesilla al lado de la cama.

En este paso es muy importante revisar la cavidad, si es rosada indica que está saludable, en cambio, colorada o inflamada, requiere atención médica y del ocularista. Se precisa irrigar la cavidad con solución salina, usar los productos recomendados con agua tibia, frotar con los dedos pulgar e índice y enjuagar bien.

En tercer lugar, se reinserta el ojo:

  • Comprobar que el ojo se ha lubricado por ambos lados con agua o con suero salino. La humedad facilita la inserción al reducir la fricción.
  • Utilizando los dedos pulgar e índice de una mano, retraer los párpados ejerciendo presión sobre los huesos supra e infraorbitarios.
  • Con los dedos pulgar e índice de la otra mano, sujetar el ojo de modo que su parte anterior quede hacia la palma de la mano. Deslizar despacio pero tan pronto como sea posible el ojo en la órbita y liberar los párpados. El ojo debe de quedar bien asegurado.

Y por último lugar hay que documentar la información que sea precisa:

  • Registrar la extracción, limpieza o inserción de la prótesis antes de una intervención quirúrgica o si la persona está incapacitada por el motivo que sea. En los demás casos, como cuando el paciente se lo retira el mismo, no se suelen registrar.
  • Documentar todas las exploraciones y problemas, comunicarlos a la enfermera del turno siguiente.

 

ELEMENTOS CLAVE Y COMPLICACIONES

Los elementos clave para la extracción, limpieza e inserción de un ojo artificial consisten en la manipulación de la prótesis ocular con cuidado para evitar dañarla, seguir en todo momento una técnica aséptica y conservar guardada de forma segura la prótesis en un contenedor correctamente etiquetado si no va a ser reinsertada en la órbita en ese mismo momento6.

Nunca se debe realizar la limpieza con alcohol o simplemente con un paño seco y ante cualquier duda hay que llamar al laboratorio que fabricó la prótesis1.

La aparición de complicaciones, como la conjuntivitis papilar gigante o la blefaroconjuntivitis seca, se ven ayudadas por el mal ajuste, el aumento de la edad y el cuidado inadecuado del dispositivo protésico5. De este modo es importante mantener la prótesis en un estado adecuado de limpieza, ajuste y preservación, de lo contrario, su funcionamiento puede verse comprometido y provocar una variedad de enfermedades7.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Gutiérrez À. Protocolo de adaptación de las prótesis oculares. Annals d’oftalmologia: òrgan de les Societats d’Oftalmologia de Catalunya, Valencia i Balears. 2017;25(1).
  2. Gómez PM, Prótesis Oculares: “Una Mirada a las Prótesis Oculares”. Investig. Andina. 2010;12(20):66-83.
  3. Agramante I, Rodríguez G, Rojas I, Álvarez A, Novoa A, Vilar S. Resultados estéticos y funcionales de la colocación de implantes de HAP-200. Anoftalmo quirúrgico. Ciencias Químicas. 2010;41:1-9.
  4. Peláez F. Protocolo de adaptación de prótesis oculares. Annals d’oftalmologia: òrgan de les Societats d’Oftalmologia de Catalunya, Valencia i Balears. 2006;14(4).
  5. Koch KR, Trester W, Müller-Uri N, Trester M, Cursiefen C, Heindl LM. Augenprothetische Versorgung. Anpassung, Handhabung und Komplikationen [Ocular prosthetics. Fitting, daily use and complications]. Ophthalmologe. 2016 Feb;113(2):133-42.
  6. Kozier B, Erb G, Blais K, Johnson JY, Temple JS. Técnicas de enfermería clínica. Vol.1. 4ª ed. Madrid: McGraw-Hill, Interamericana; 1999. p.433-35.
  7. Bonaque-González S, Amigó A, Rodríguez-Luna C. Recommendations for post-adaption care of an ocular prosthesis: A review. Cont Lens Anterior Eye. 2015;38(6):397-401.

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