La negación en la violencia de género. Artículo monográfico.

12 septiembre 2021

AUTORES

  1. Belén García Villarroya. Graduado Universitario en Enfermería. Centro de Salud Valdespartera, Zaragoza.
  2. Santiago Fernández-Giro Torrado. Graduado Universitario en Enfermería. Centro de Salud Casablanca, Zaragoza.

 

RESUMEN

La violencia de género es todo acto que tiene como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer en una relación. Se considera un grave problema de salud pública que además de violar los derechos humanos, genera una gran desigualdad social y muchos problemas en la salud de la víctima. Sin embargo, hoy en día, todavía sigue existiendo una elevada cifra de mujeres víctimas de violencia de género y un factor que imposibilita su identificación es la negación de la propia víctima.

 

PALABRAS CLAVE

Violencia de género, negación.

 

ABSTRACT

Violence against women is any act that results in physical, sexual, or psychological damage to women in a relationship. Currently it is considered a serious health problem that, in addition to violating human rights, generates a huge social inequality and many health problems. However, nowadays, there is still a huge number of victims of gender-based violence and related to this, the denial of the victim is a factor that makes the identification impossible.

 

KEY WORDS

violence against women, gender-based, violence, negation.

 

INTRODUCCIÓN

Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia de género que resulte o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.1

En España, la violencia de género queda definida en la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género del 28 de diciembre; en la que la violencia de género es la manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, acciones que el hombre ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.2

Este fenómeno, se trata de un fenómeno global que afecta a las mujeres independientemente al grupo social, cultural, religioso al que pertenezcan.3 En un estudio llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que se usaron datos recogidos de más de 80 países se observó que a nivel mundial, una de cada tres mujeres había padecido violencia física o sexual dentro o fuera de la pareja. En dependencia del país estas cifras pueden incluso ascender al 38%.4

En el año 2020, en España 45 mujeres fallecieron a manos de sus parejas o exparejas y tan sólo 7 de ellas habían presentado una denuncia previa por malos tratos.5 Desde 1999, primer año en el que se empieza a recoger datos en el Instituto Nacional de Estadística (INE), han muerto 1.253 mujeres víctimas de violencia machista. En los últimos 5 años, de 2013 a 2018, de las 262 víctimas mortales, 73 casos tenían denuncia previa y 44 casos tenían medidas adoptadas, 25 de ellos vigentes en el momento de su asesinato. 6,7

En 2019, de las 16 víctimas fallecidas recogidas por el Ministerio, solo 1 de ellas tenía una denuncia previa. En 2018, de 47 mujeres fallecidas tan solo 14 casos tenían denuncia previa. 7

La violencia de género puede adoptar diferentes formas: violencia física, sexual, aislamiento y abuso social, abuso ambiental, abuso económico, conductas de control y dominio, control por medio de amenazas, abuso verbal y psicológico, chantaje emocional 8, y tiene graves consecuencias para las mujeres y sus hijos. En numerosos casos de mujeres maltratadas, la mujer suele tener restricciones en cuanto a servicios, información o participación en la vida pública, puede sufrir relaciones sexuales forzadas o aislamiento social como signos del dominio del hombre a la mujer, por lo que a menudo, estas mujeres luego se ven incapaces de cuidar adecuadamente de sí mismas, de sus hijos, llevar a cabo una carrera o mantener el empleo.

Se ha demostrado que una mujer maltratada, además de las posibles lesiones físicas, que la propia violencia llevada a cabo por el hombre le pueda ocasionar, en el futuro suele tener más riesgo de tener una mala salud, sufrir determinadas enfermedades, problemas neurológicos, afecciones psicológicas, depresión, pensamientos y conductas suicidas, síndromes de dolor crónico, lesiones físicas o trastornos del aparato digestivo o colon irritable.9,10,4 Cuanto más tiempo se produce el maltrato, mayores son sus efectos sobre el estado físico y/o psíquico de la mujer.3,4 Además, las mujeres que padecen violencia de género habitualmente suelen sufrir más de un tipo de violencia por parte de su pareja y dicho proceso se instaura y cronifica en el tiempo.3

Leonor Walker describe la violencia como cíclica, describiendo tres fases: la acumulación de la tensión, el incidente de maltrato y posteriormente el arrepentimiento cariñoso. Sin embargo, estas fases volverán a suceder una y otra vez de manera cíclica. Con el tiempo, la última fase tiende a desaparecer y los episodios se producen con mayor violencia y el maltrato se produce con mayor frecuencia. Cuanto más tiempo pasan las mujeres en esta situación, más graves son las consecuencias psicológicas. No perciben encontrarse en este ciclo y niegan o minimizan la violencia ocurrida, responsabilizándose a sí mismas de lo ocurrido.5

 

DETECCIÓN Y SEGUIMIENTO:

El personal sanitario ante la presencia de conductas, signos o síntomas de sospecha debe tener una actitud de alerta frente a estas situaciones. Además, en la primera visita de cada mujer se recomienda la realización de preguntas exploratorias de abordaje psicosocial, así como una búsqueda activa atendiendo a los indicadores de sospecha: antecedentes de haber sufrido o presenciado malos tratos en la infancia, antecedentes personales y de hábitos de vida como lesiones frecuentes o abuso de alcohol u otras drogas; problemas gineco-obstétricos como historia de abortos repetidos, o lesiones genitales, síntomas psicológicos frecuentes como depresión, ansiedad o labilidad emocional; síntomas físicos frecuentes como cefalea, dolor crónico general o dolor pélvico o utilización de servicios sanitarios como el uso repetitivo de servicios de urgencias o frecuentes hospitalizaciones.

En el caso de existir indicadores positivos de sospecha de un caso de violencia de género, se debe investigar si sufre violencia. y para ello, ha de realizarse una entrevista clínica en profundidad en la que abordar diferentes aspectos, factores o situaciones que puedan resultar de utilidad o determinantes para la confirmación del caso. Si finalmente durante la entrevista no se detectaran signos, síntomas o indicadores de sospecha, el caso se clasificaría como sin riesgo actual. En cambio, cuando la paciente no reconoce sufrir malos tratos a pesar de existir o identificarse indicadores de sospecha durante la entrevista, se recomienda su registro en la historia clínica y llevar a cabo un seguimiento en consulta con el fin de conseguir realizar una adecuada detección, es decir, llevar a cabo una atención integral o interdisciplinar, realizar una atención de los problemas encontrados, físicos, psíquicos o sociales.11 También durante la entrevista se ha de intentar reducir o eliminar el miedo a la verbalización del abuso y hacer comprender a la mujer que no es culpable de la situación, intentar ayudarla a tomar decisiones que puedan ayudarle a llevarlo a cabo, alertando de los riesgos que conlleva aceptar y mantener esa situación. El ofrecimiento de visitas de seguimiento con el fin de acompañar a la mujer en el reconocimiento de la situación e incentivar la toma de decisiones informando de los recursos existentes también puede ser de utilidad.

 

CONCLUSIONES

Uno de los aspectos que forman parte dentro del ciclo de la violencia de género es la negación por parte de la mujer de ser víctima de violencia de género. Muchas veces las mujeres víctimas de violencia de género acaban denunciando la situación en la que se encuentran, pero desgraciadamente en muchos otros casos, la víctima no denuncia. La violencia de género supone un problema de salud pública y estas cifras lo evidencian por lo que, desde el personal sanitario, debe hacerse un mayor hincapié en la población general y de riesgo para identificar estas situaciones lo más pronto posible, llevar a cabo un seguimiento de estos casos e intentar ayudar a la víctima a afrontar la situación.

En este sentido, el personal de enfermería tiene un papel relevante en la detección de casos de violencia de género como herramienta de conocimiento y empoderamiento para prevenirla, así como también, a través de educación sanitaria y la prestación de servicios resultan un elemento clave para hacer frente a la fase de negación de las víctimas.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Ramon Ribas, E. (2013). Los delitos de violencia de género según la jurisprudencia actual. Estudios penales y criminólogos, (33), pp. 404-464. Recuperado de: http://www.usc.es/revistas/index.php/epc/article/view/1323/1683
  2. Espinar, E., Mateo, M.A. Violencia de género: reflexiones conceptuales, derivaciones prácticas. Papers [Internet] (86), pp. 189-201. Disponible en: https://www.raco.cat/index.php/Papers/article/view/81392/105880
  3. Matud, M., Delgado, R., Fortes, D., Arteaga R. (2009). El personal sanitario ante la violencia de género. Clepsydra, (8), pp. 139-156. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3131609
  4. Organización Mundial de la Salud. (2002). Informe mundial sobre la violencia y salud. Publicación científica y técnica, (588). Recuperado de: http://iris.paho.org/xmlui/bitstream/handle/123456789/725/9275315884.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  5. Mujeres víctimas mortales por violencia de género en España a manos de sus parejas o exparejas. Datos provisionales. https://violenciagenero.igualdad.gob.es/violenciaEnCifras/victimasMortales/fichaMujeres/pdf/VMortales_04_01_2021.pdf
  6. Instituto de la mujer y para la igualdad de oportunidades. [Pagina Web]. Recuperado de: http://www.inmujer.gob.es/MujerCifras/Violencia/VictimasMortalesVG.htm
  7. Instituto Nacional de Estadística. (2019). Recuperado de: https://www.ine.es/jaxi/Datos.htm?path=/t00/mujeres_hombres/tablas_1/l0/&file=v02001.px
  8. Corsi, J. (2010) La violencia hacia las mujeres como problema social. Análisis de las consecuencias y de los factores de riesgo. Documentación de apoyo, Fundación Mujeres. Recuperado de: http://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/obrasportales/op_20120308_01.pdf
  9. Organización Mundial de la Salud. Violencia contra la mujer: datos y cifras. [Internet]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/violence-against-women [acceso: ]
  10. Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. BOE núm. 313, de 29 de diciembre de 2004. Referencia: BOE-A-2004-21760. Disponible en: https://www.boe.es/buscar/pdf/2004/BOE-A-2004-21760-consolidado.pdf
  11. Ministerio de sanidad y consumo (2007). Protocolo común para la actuación sanitaria ante la violencia de género. Recuperado de: https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/protocoloComun.pdf
  12. Baides Noriega, R. Violencia de Género: papel de Enfermería en la Prevención Secundaria desde Atención Primaria. Enferm. glob. [Internet]. 2018; 17( 51 ): 484-508. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1695-61412018000300017&lng=es

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