La alimentación y los suplementos nutricionales en la enfermedad de Parkinson.

15 septiembre 2021

AUTOR

  1. Bárbara Ruiz Ondiviela. Enfermera. Planta de Neurología. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

 

RESUMEN

Introducción. La dieta mediterránea (DM) ha recibido atención en los últimos años debido a la creciente evidencia que asocia DM con un menor riesgo de EA, enfermedades cardiovasculares, varias formas de cáncer, y mortalidad general.

Objetivo. Realizar una búsqueda bibliográfica sobre la suplementación nutricional en la enfermedad de Parkinson.

Metodología. Para llevar a cabo este estudio se realizó una búsqueda bibliográfica en bases de datos, internacionales, como PubMed y Cochrane, entre los años 2003-2021 y en ensayos clínicos.

Resultados. Los suplementos nutricionales de coenzima Q10 y aceite de pescado se asociaron con una reducción de la progresión de la EP (P = 0.026 y P = 0.019, respectivamente), y la suplementación con hierro se asoció con una progresión más rápida (P = 0.022).

Conclusión. Existe una correlación entre la edad de inicio de la EP y los hábitos alimentarios, lo que sugiere que las estrategias nutricionales pueden ser una herramienta eficaz para retrasar la aparición de la EP.

 

PALABRAS CLAVE

Enfermedad de Parkinson, dieta mediterránea, nutrición.

 

ABSTRACT

Introduction. The Mediterranean diet (DM) has received attention in recent years due to mounting evidence that associates DM with a lower risk of AD, cardiovascular disease, various forms of cancer, and overall mortality.

Objective. Carry out a bibliographic search on nutritional supplementation in Parkinson’s disease.

Methodology. To carry out this study, a bibliographic search was carried out in international databases, such as PubMed and Cochrane, between the years 2003-2021 and in clinical trials.

Results. Nutritional supplements of coenzyme Q10 and fish oil were associated with a reduction in PD progression (P = 0.026 and P = 0.019, respectively), and iron supplementation was associated with a faster progression (P = 0.022).

Conclusion. There is a correlation between the age of onset of PD and eating habits, which suggests that nutritional strategies may be an effective tool to delay the onset of PD.

 

KEY WORDS

Parkinson’s disease, mediterranean diet, nutrition.

 

INTRODUCCIÓN

La enfermedad de Parkinson (EP) es el segundo trastorno neurodegenerativo más común después de la enfermedad de Alzheimer (EA) que afecta aproximadamente al 1% de las personas mayores de 60 años en Europa1. A pesar del creciente conocimiento sobre los factores de riesgo y de protección, las causas de la EP siguen siendo poco claras para la mayoría. Estudios anteriores han sugerido posibles roles de nutrientes y alimentos específicos en el riesgo de EP2. Por ejemplo, se ha demostrado que los productos lácteos son factores de riesgo potenciales para la EP. Las asociaciones de vitaminas, antioxidantes, ácidos grasos, el alcohol y otros factores dietéticos con EP son, sin embargo, menos concluyentes3.

La dieta mediterránea (DM) ha recibido atención en los últimos años debido a la creciente evidencia que asocia DM con un menor riesgo de EA4, enfermedades cardiovasculares, varias formas de cáncer5, y mortalidad general. La DM se caracteriza por una alta ingesta de verduras, legumbres, frutas y cereales; alta ingesta de ácidos grasos insaturados en comparación con los ácidos grasos saturados; una ingesta moderadamente alta de pescado; una ingesta baja a moderada de productos lácteos, carnes y aves; y un consumo regular pero moderado de etanol6.

La dieta MIND se ha asociado con una reducción de hasta un 54% en la incidencia de EA7 y ha demostrado consistentemente que es más beneficiosa para la salud cognitiva que la MeDi.8,9 A pesar de este éxito, pocas investigaciones han investigado el efecto de la dieta MIND en otras enfermedades neurodegenerativas. Agarwal et al (2018) demostraron previamente que una mayor adherencia a la dieta MIND se correlacionaba con una menor incidencia y progresión de los síntomas parkinsonianos durante el envejecimiento, 10 pero hasta la fecha ningún estudio ha investigado el impacto potencial de la dieta en pacientes formalmente diagnosticados con EP. Este estudio transversal examina la relación entre la adherencia a la dieta MIND y la edad de inicio de la EP en una cohorte canadiense y compara el rendimiento de la dieta MIND con ambos métodos de puntuación MeDi7.

 

OBJETIVO

Realizar una búsqueda bibliográfica sobre la suplementación nutricional en la enfermedad de Parkinson.

 

METODOLOGÍA

Para llevar a cabo este estudio se realizó una búsqueda bibliográfica en bases de datos, internacionales, como PubMed y Cochrane, entre los años 2003-2021 y en ensayos clínicos. Mediante la búsqueda:

(«parkinson disease»[MeSH Terms] OR («parkinson»[All Fields] AND «disease»[All Fields]) OR «parkinson disease»[All Fields]) AND («diet, mediterranean»[MeSH Terms] OR («diet»[All Fields] AND «mediterranean»[All Fields]) OR «mediterranean diet»[All Fields] OR («mediterranean»[All Fields] AND «diet»[All Fields])).

 

RESULTADOS

En el estudio de Mischley et al (2017) se apreció que los alimentos asociados con la tasa reducida de progresión de la EP incluyeron verduras frescas, frutas frescas, nueces y semillas, pescado no frito, aceite de oliva, vino, aceite de coco, hierbas frescas y especias (P <0,05). Los alimentos asociados con una progresión más rápida de la EP incluyen frutas y verduras enlatadas, refrescos dietéticos y no dietéticos, alimentos fritos, carne de res, helado, yogur y queso (P <0,05). Los suplementos nutricionales de coenzima Q10 y aceite de pescado se asociaron con una reducción de la progresión de la EP (P = 0 026 y P = 0 019, respectivamente), y la suplementación con hierro se asoció con una progresión más rápida (P = 0 022)8.

En el estudio de Metcalfe-Roach et al. (2021) las mujeres se adherieron estrechamente a la dieta mediterránea, frente al grupo de hombres. La edad tardía de inicio se correlacionó más fuertemente con la adherencia a la dieta MIND en el subgrupo de mujeres, lo que corresponde a diferencias de hasta 17,4 años (P <0,001) entre terciles dietéticos bajos y altos9.

 

CONCLUSIÓN

Estos estudios encontraron una fuerte correlación entre la edad de inicio de la EP y los hábitos alimentarios, lo que sugiere que las estrategias nutricionales pueden ser una herramienta eficaz para retrasar la aparición de la EP.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Nussbaum RL, Ellis CE. Alzheimer’s disease and Parkinson’s disease. N Engl J Med. 2003; 348:1356–64.
  2. Ascherio A, Schwarzschild MA. The epidemiology of Parkinson’s disease: risk factors and prevention. Lancet Neurol 2016;15(12):1257–1272.
  3. Yang F, Wolk A, Hakansson N, Pedersen NL, Wirdefeldt K. Dietary antioxidants and risk of Parkinson’s disease in two population-based cohorts. Mov Disord 2017;32(11):1631–1636.
  4. M. Park, G. W. Ross, H. Petrovitch et al., “Consumption of milk and calcium in midlife and the future risk of Parkinson disease,” Neurology, vol. 64, pp. 1047–1051, 2005.
  5. Keys A, Aravanis C, Blackburn H, et al. Seven Countries. Vol. 245. London, UK: Harvard University Press; 2013.
  6. Panagiotakos DB, Pitsavos C, Arvaniti F, Stefanadis C. Adherence to the Mediterranean food pattern predicts the prevalence of hypertension, hypercholesterolemia, diabetes and obesity, among healthy adults; the accuracy of the MedDiet score. Prev Med 2007;44: 335–340.
  7. Agarwal P, Wang Y, Buchman AS, Holland TM, Bennett DA, Morris MC. MIND diet associated with reduced incidence and delayed progression of parkinsonism in old age. J Nutr Health Aging 2018;22:1211–1215.
  8. Mischley LK, Lau RC, Bennett RD. Role of Diet and Nutritional Supplements in Parkinson’s Disease Progression. Oxid Med Cell Longev. 2017;2017:6405278. doi:10.1155/2017/6405278
  9. Metcalfe-Roach A, Yu AC, Golz E, et al. MIND and Mediterranean Diets Associated with Later Onset of Parkinson’s Disease. Mov Disord. 2021;36(4):977-984. doi:10.1002/mds.28464

 

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