Intervenciones sobre la soledad en el anciano: revisión sistemática.

25 diciembre 2021

AUTORES

  1. Carlos Gala Serra. Facultativo especialista de Geriatría. Unidad de Geriatría. Hospital San José. Teruel.
  2. Andrea Candela Mollá. Médica Residente de Geriatría. Unidad de Geriatría. Hospital San José. Teruel.

 

RESUMEN

La soledad y el aislamiento social son cuestiones de salud pública claves en la población anciana. La soledad influye decisivamente en la calidad de vida de los ancianos además de en su salud física y mental.

Esta revisión, pretende conocer los diferentes tipos de intervenciones que se realizan en ancianos con soledad, su efectividad y evidencia científica. Se ha realizado una revisión sistemática y se han seleccionado 13 estudios posteriores a 2010, para valorar el grado de sus recomendaciones y su nivel de evidencia. Los estudios han sido examinados metodológicamente, encontrando importante heterogeneidad entre ellos. En el 77% de los estudios se observaron beneficios con mayor o menor potencia estadística.

La mayoría de las intervenciones valoradas, concluyen un efecto positivo sobre la soledad. Las intervenciones más beneficiosas incluyen intervenciones grupales e interacciones sociales con creación de nuevas redes y actividades en las que los participantes estén involucrados y sean activos.

 

PALABRAS CLAVE

Soledad, aislamiento social, intervenciones, efectividad.

 

ABSTRACT

Loneliness and social isolation among the older people are a very important issue in public health. Loneliness has a very strong influence on mental, physical health and quality of life in this population.

This systematic review tries to present different programs to combat loneliness among the older population, their effectiveness and their scientific evidence. Thirteen experimental, quasi-experimental and observational studies between 2010 and 2020 were included, their recommendation and evidence levels were evaluated. An important heterogeneity was found between them after the evaluation. 77% of the studies observed a benefit with less or more statistical power.

Most of the interventions evaluated concluded a positive effect among loneliness. The most beneficial interventions were the grupal ones which included social interaction with creation of new social networks and activities where the participants were involved and active.

 

KEY WORDS

Loneliness, social isolation, interventions, effectiveness.

 

INTRODUCCIÓN

La soledad y el aislamiento social son condicionantes de salud emergentes en la población anciana.

La “soledad objetiva”, hace referencia a la falta de compañía, permanente o temporal, que no siempre tiene que ser vivenciada de forma negativa por el individuo, y la “soledad subjetiva” se utiliza cuando las personas se sienten solas1. Por tanto, el aislamiento social se puede definir como la medida objetiva de tener mínimas interacciones con otros y el aislamiento emocional (o soledad) como el sentimiento subjetivo de insatisfacción con el bajo número de contactos sociales mantenidos2.

En España, el 22,4% de las personas de mayores de 65 años, viven en hogares unipersonales: el 9,2% de los hombres y el 27,5% de las mujeres. Entre la población anciana, el 56% de los hombres y el 72% de las mujeres refieren sentir algún tipo de soledad, aumentando esta proporción a medida que avanza la edad, afectando sobre todo a los más ancianos3. La “soledad subjetiva” es un sentimiento muy doloroso y al que tienen miedo un 22% de las personas mayores, sufriendo este sentimiento alguna vez hasta el 70% de esta población4,5.

 

Algunos de los mecanismos neurobiológicos que pueden guardar relación con el sentimiento de soledad, son los cambios relacionados con el aumento de la edad en la respuesta al estrés de los sistemas endocrino, cardiovascular e inflamatorio; la elevada resistencia vascular, la presión arterial y la actividad adrenocortical del eje hipotálamo-hipofisario, así como el menor control inflamatorio y la reducción de la respuesta inmune.6. La jubilación, el fallecimiento de seres queridos, la salida del hogar de los hijos o la percepción de hostilidad del medio ambiente pueden constituir factores de riesgo importantes para la aparición de la soledad en las personas mayores. El mismo proceso de institucionalización también puede conducir a la soledad en las personas mayores7.

Desde hace décadas se conoce que las relaciones sociales están vinculadas a la salud física y mental. El aislamiento social y la soledad influyen decisivamente en el bienestar y la calidad de vida de los ancianos8. Una red social satisfactoria promueve comportamientos y hábitos saludables. En consecuencia, la soledad aumenta el riesgo de sedentarismo, de tabaquismo, de consumo excesivo de alcohol y de alimentación inadecuada9. Diferentes investigaciones han demostrado que la soledad se correlaciona con enfermedades de carácter crónico, como son enfermedades cardiovasculares, hipertensión, ictus, enfermedades pulmonares, obesidad y diabetes, con alteraciones del sueño y depresión10. El riesgo de mortalidad prematura aumenta un 26% en personas que sienten soledad, un 29% en personas con aislamiento social y un 32% en las que viven solas, siendo equiparable al riesgo asociado a la obesidad o el tabaquismo11.

 

OBJETIVO

El presente trabajo pretende realizar una revisión acerca de las posibles intervenciones a realizar en la población anciana, dado su riesgo de presentar soledad y las consecuencias negativas de la misma en este grupo etario, tanto a nivel individual como comunitario. Dadas las consecuencias negativas de la soledad en las personas mayores adquiere especial relevancia conocer las intervenciones eficaces destinadas a reducir la soledad en este grupo poblacional.

Las intervenciones realizadas en el abordaje de la soledad, desde los años 80 se basan en: mejorar las habilidades sociales, promover el soporte social, aumentar las oportunidades para la interacción social y actuar sobre los pensamientos sociales maladaptativos.

En los ancianos adquieren una especial relevancia las actuaciones curativas o preventivas encaminadas a mejorar su nivel de autonomía porque influyen directamente en su sociabilidad.

El objetivo de este artículo es revisar los programas para combatir la soledad en personas mayores y analizar su rigor metodológico. Los objetivos específicos de esta revisión son 1) describir las características de los programas; y 2) analizar la eficacia de los mismos para reducir la soledad en las personas mayores.

 

MATERIAL Y MÉTODOS

Se llevó a cabo una revisión de la literatura a través de las siguientes bases de datos: PUBMED, TRIPDATABASE, COCHRANE LIBRARY Y BIBLIOTECA VIRTUAL DE SALUD.

El planteamiento de dicha búsqueda trató de dar respuesta a la pregunta: ¿Son efectivas las diferentes intervenciones sobre la soledad en el adulto mayor?

Para ello se siguió la estrategia PICO. Como descriptores de búsqueda se utilizaron los siguientes términos en inglés: “loneliness, elderly, interventions”. Los operadores boleanos utilizados fueron AND y OR.

Como criterios de inclusión, se tuvieron en cuenta los siguientes criterios:

Estudios realizados con pacientes mayores de 60 años. Estudios que utilicen intervenciones sociales, psicológicas o ambientales en el anciano para disminuir el sentimiento de soledad y sus consecuencias.

Tipo de estudios incluidos: estudios clínicos controlados, aleatorizados y no aleatorizados (ECA, ECCE) y estudios observacionales analíticos. (EO) Estudios publicados en castellano, inglés y francés. Estudios publicados desde 2010 hasta la actualidad.

 

A continuación, se describen y detallan las búsquedas realizadas en cada base de datos, así como el número de artículos hallados tras aplicar el filtro de año de publicación:

1.- PUBMED/MEDLINE:

Se usó también la opción de búsqueda avanzada.

En primer término, se introdujo: Loneliness AND interventions. Y en segundo término Loneliness AND elderly AND interventions. Como operador Booleano se seleccionó AND y en ambos términos se especificó que la búsqueda fuese en Título/Resumen.

Como resultado de dicha búsqueda, se obtuvieron 45 publicaciones entre metaanálisis, revisiones sistemáticas, estudios observacionales analíticos y no analíticos y ensayos clínicos aleatorizados y cuasi experimentales.

 

2.- TRIPDATABASE:

Utilizando la opción de búsqueda avanzada, se introdujo en primer término: loneliness, elderly, interventions. De la misma manera, el operador booleano utilizado fue AND. Igual que en PUBMED/MEDLINE, se limitó la búsqueda a Título/Resumen/Palabras clave.

En esta búsqueda, se obtuvieron 56 publicaciones entre revisiones sistemáticas, estudios observacionales analíticos, ensayos clínicos aleatorizados y cuasi experimentales, también se obtuvieron guías de práctica clínica, editoriales y opiniones de expertos.

 

3.- COCHRANE LIBRARY:

Se volvió a realizar una búsqueda con los mismos términos que las anteriores búsquedas. El operador booleano fue también AND y de la misma manera. No se obtuvo ninguna publicación relacionada con este tema.

 

4.- BIBLIOTECA VIRTUAL DE SALUD:

Se realizó una nueva búsqueda con los mismos términos y booleanos, encontrando una revisión sistemática que cumplía los criterios.

En el Anexo 1, observamos la selección y clasificación de los artículos, evaluación metodológica y niveles de evidencia-grado recomendación de los artículos seleccionados (CEBM).

 

RESULTADOS

A.- SELECCIÓN DE ESTUDIOS Y CARACTERÍSTICAS:

Inicialmente se localizaron 102 trabajos, 56 en Tridatabase (54.9 %), 45 en Pubmed (44,1%), 0 en revisiones sistemáticas de Cochrane y un trabajo en la Biblioteca Virtual de la Salud de la OMS (0,009%).

Tras un análisis exhaustivo aplicando los criterios de inclusión, fueron incluidos finalmente 13 artículos que cumplían el propósito general de este estudio. A continuación, puede observarse el diagrama de flujo que explica la secuencia seguida. De los 102 trabajos seleccionados, 13 fueron seleccionados cumpliendo los criterios de inclusión: ensayos clínicos aleatorizados o cuasi experimentales y estudios observacionales analíticos que incluyen intervenciones sobre la soledad en pacientes mayores de 60 años pertenecientes a la comunidad o institucionalizados.

El 53.8%, fueron estudios clínicos aleatorizados, 4 estudios clínicos cuasiexperimentales y 2 estudios observacionales analíticos tipo caso-control. Un total de 7553 individuos participaron en la totalidad de los 13 estudios.

4 de los 13 estudios, casi el 30%, se diseñaron explícitamente para individuos diagnosticados de soledad, en el resto se asumió el diagnóstico de soledad por su situación funcional, aislamiento o institucionalización.

5 estudios fueron de intervención grupal, 4 realizaron intervenciones en la comunidad y 5 estudios desarrollaron intervenciones individuales. Casi el 70 % de los estudios trabajaron intervenciones grupales o en la comunidad.

La duración de las intervenciones fue de entre 5 semanas y 2 años siendo la más frecuente la de 3 meses en el 30% de los estudios. El 69% de las intervenciones se realizaron por profesionales sanitarios o del ámbito social.

 

El 30%, cuatro intervenciones, se clasificaron en la categoría de intervenciones sociales en la comunidad, siendo las más frecuentes; 3 intervenciones fueron terapias psicológicas, una se centró en la provisión de servicios sociales y de salud, tres en programas de socialización y creación de nuevas redes sociales, una en la intervención con animales y finalmente otra en una intervención de desarrollo de nuevas habilidades con nuevas tecnologías. De estas intervenciones 9 de ellas, 69,2%, requerían la participación de los individuos, mientras que el resto no.

De los 7 ensayos clínicos aleatorizados, 6 cumplen un buen nivel de evidencia con una adecuada evaluación metodológica, buen sistema de aleatorización y con intervalos de confianza pequeños. En el estudio de Honigh-de Vlaming R., et al, no hay una buena aleatorización con grandes intervalos por lo que disminuye el nivel de evidencia. Los 4 estudios clínicos cuasi- experimentales, presentan una evidencia media sin presentar aleatorización en los grupos. Por último, los dos estudios observacionales analíticos de casos-control, presentan muestras amplias con bastante potencia estadística, pero bajo nivel de evidencia.

En la Tabla 1, podemos observar los artículos seleccionados, ordenados cronológicamente dependiendo de su fecha de publicación con una descripción del estudio, metodología y principales hallazgos. También se expone la evaluación metodológica y los niveles de evidencia y recomendación.

 

DISCUSIÓN

En los estudios seleccionados se presenta una heterogeneidad importante en el tipo de intervenciones. He identificado 6 tipos de intervenciones diferentes: intervenciones sociales en la comunidad, terapias psicológicas, provisión de servicios sociales y de salud, programas de socialización y creación de nuevas redes sociales, intervenciones con animales e intervenciones para desarrollar nuevas habilidades, en este caso tecnológicas.

 

Intervenciones sociales en la comunidad:

4 de los 13 estudios, 30%, se clasificaron en la categoría de intervenciones sociales, siendo este tipo de intervenciones las más frecuentes. El principal objetivo era mediante intervenciones en la comunidad, reuniones grupales, campañas en los medios, actividades y cursos de hábitos saludables, modificar las conductas asociadas a la soledad.

En el caso de Alaviani M., et al, se utilizó el modelo de promoción de salud de Pender, que mediante la promoción de hábitos saludables y modificando los comportamientos inadaptados, mejorando la comunicación y socialización, pretendía mejorar el sentimiento de soledad en mujeres ancianas. En el caso de Gustafsson S. et al, se realizaron en la comunidad, reuniones de promoción de salud. La intervención de Honigh-de Vlaming R, et al, consistió en reuniones informativas, una campaña en los medios, cursos grupales de estimulación psicológica y actividades sociales en la comunidad. Finalmente, Saito T., realizó sesiones grupales de información y creación de nuevas redes sociales.

Dos de las intervenciones tuvieron resultados positivos sobre la soledad. Saito T., observó una mejoría importante del bienestar en el grupo de intervención y del apoyo social percibido, además de una disminución en la percepción de la soledad. Alaviani M. et al, observaron una disminución de sentimiento de soledad significativa en grupo de intervención.

En las otras dos intervenciones Honigh-de Vlaming R. et al y Gustafsson S. et al, siendo estudios metodológicamente más débiles y con menor nivel de evidencia, concluyeron un efecto positivo en la sensación de soporte social en el primer estudio, pero no se observó ningún efecto beneficioso sobre el sentimiento de soledad.

En la literatura, existen muchos ejemplos de este tipo de intervenciones con resultados beneficiosos, grupos que compartían intereses comunes (Cohen-Mansfield et al. 2007)12, clubs de amigos en ONGs (Hemingway & Jack 2013)13 o actividades comunes en centros de día. (Iecovich & Biderman 2012)14.

 

Terapias psicológicas:

3 de los 13 estudios, 23% se clasificaron en la categoría de intervenciones psicológicas.

Nilgün Kuru A. et al, evaluó el efecto de sesiones grupales de risoterapia en pacientes institucionalizados, objetivándose que las sesiones disminuyeron la soledad tanto emocional como social. Cohen-Mansfield J et al, con el programa I-social, intervino sobre barreras psicológicas como la autoeficacia o las “auto-barreras”, observando también una importante disminución del sentimiento de soledad. Por último, Jarvis M. A. et al, evaluó la eficacia de la terapia cognitivo conductual de baja intensidad (LI-CBT) mediante WhatsApp en ancianos institucionalizados, con resultados de importante disminución del sentimiento de soledad, demostrando que intervenciones individualizadas también pueden ser eficaces, pero con importantes limitaciones por el uso de nuevas tecnologías en ancianos.

Las dos primeras intervenciones, involucran terapias psicológicas grupales e interacción. Estudios como el de Tse et al.15, de terapia basada en el humor o Lui et al.16, basado en programas de reminiscencia con la misma dinámica grupal, han presentado también resultados positivos. Los factores por los que estas intervenciones fueron eficaces no están claros.

 

Provisión de servicios sociales y de salud:

En esta categoría solo se engloba uno de los estudios seleccionados. Estas intervenciones suelen englobar intervenciones de profesionales de salud del sistema sanitario para apoyar a personas ancianas frágiles.

Taube E. et al, evalúa en este ensayo clínico, la eficacia de un programa de gestión de casos de ancianos frágiles, individualizado, sobre los sentimientos de soledad, depresión y satisfacción vital. Se observó una mejoría de la percepción de soledad y satisfacción vital, además de mejoría de los síntomas depresivos en el grupo intervenido.

Estudios como el Bartsch et al, 201317 o Nicholson and Shellman 201318, han demostrado eficacia de este tipo de intervenciones en la comunidad englobando a profesionales de la salud.

 

Programas de socialización y creación de nuevas redes sociales:

3 de los 13 estudios, el 23%, se clasificaron en esta categoría. Estas intervenciones tienen como finalidad la creación de nuevas redes sociales, con el objetivo de apoyar individuos con soledad más que aportar mutuo beneficio.

Pitkala KH et al, evaluó el efecto de una intervención grupal en pacientes mayores de 75 años, estimulando la amistad, la socialización y el apoyo grupal sobre la soledad y cognición. En los resultados se observó, una mejoría de la percepción de calidad de vida y soledad. Bouwman T. et al, evaluó la efectividad del FEP (Friendship enrichment program) sobre la percepción del sentimiento de soledad, sin observarse diferencias en soledad social y emocional entre ambos grupos tras la intervención. Y finalmente WK Chan A. et al, mediante un programa de tai chi qigong con la colaboración de voluntarios y la creación de nuevas redes sociales, observó una importante mejoría en la percepción de la soledad.

Estudios previos como en Senior Companion Programme (Butler 2006)19 o el programa “Call in Time” (Cattan et al, 2011)20, también mostraron beneficios de estas intervenciones, muy limitados sin embargo, por el reclutamiento, seguimiento e implementación de las medidas de las intervenciones.

 

Intervenciones con animales:

En esta categoría solo se engloba uno de los estudios seleccionados. Estas intervenciones suelen focalizarse en la terapia asistida por animales.

En nuestro estudio, Pikhartova J. et al, evaluó la relación que existe entre la propiedad de un animal de compañía y el sentimiento de soledad. Se observó una disminución de la soledad asociado a la posesión de una mascota, sobre todo en mujeres. A pesar del bajo nivel de evidencia del estudio al ser un EO casos-control, un ECA como el de Bank and Bank21, sí se observó una disminución del sentimiento de soledad en personas con animales. El mismo autor en 200822 comparó el efecto de una mascota viva con una robótica, encontrando un mayor efecto beneficioso con el animal vivo.

 

Intervenciones para desarrollar nuevas habilidades:

Por último, en esta categoría se incluye nuestro último estudio. Esta categoría engloba intervenciones en el desarrollo de nuevas habilidades, desde jardinería, uso de tecnología y navegación por internet, voluntariado o ejercicio físico.

Damnée S. et al, evalúa el efecto del uso de tabletas y pc (program e-café) para la disminución de soledad en ancianos. Hubo una aceptación significativa de las nuevas tecnologías, pero el programa no mostró mejoría en la percepción de soledad, síntomas de depresión o cognición. Ya que es un ensayo cuasi experimental sin grupo de control y con bajo nivel de evidencia, no se relaciona con otras intervenciones previas valoradas en el metaanálisis de Choi M et al (2012)23, donde si concluyen que tanto el uso de nuevas tecnologías como la navegación por internet son efectivas para el manejo de la soledad en ancianos.

Como podemos observar existen gran variedad de intervenciones sobre la soledad en personas mayores. Hay importante heterogeneidad entre el diseño, la metodología y la implantación de las intervenciones. En (10 de los 13 estudios), 77%, se observaron beneficios más o menos potentes estadísticamente de las intervenciones.

Del 70% que representaban las intervenciones grupales, más del 80% fueron efectivas. Esto se relaciona con revisiones previas donde han encontrado los mismos resultados como Dickens et al (2011)24.

Ya que la soledad en ancianos está en aumento y conlleva importantes problemas médicos y psicológicos asociados8, este tipo de intervenciones sobre todo grupales, donde se realizan actividades y se crean nuevas redes sociales son cada vez de mayor interés para los gobiernos y sus sistemas sanitarios.

 

CONCLUSIONES

Existen gran cantidad de intervenciones de diferentes categorías que se han realizado para disminuir la soledad en el anciano. La mayoría de las intervenciones que hemos valorado en esta revisión concluyen un efecto positivo sobre la soledad.

Hay una heterogeneidad importante entre estas, pero tienen en común que las intervenciones más beneficiosas incluyen intervenciones grupales e interacciones sociales con creación de nuevas redes y con actividades en las que los participantes estuvieran involucrados y fueran activos.

Estas conclusiones no están basadas en una revisión de metaanálisis, así que no podemos confirmarlas rotundamente.

Sin embargo, se precisa más investigación en este campo, sobre todo debido a la multifactorialidad de las intervenciones y sus limitaciones metodológicas y del diseño.

 

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