Importancia de la formación de los conductores de ambulancias

3 junio 2020

AUTORES

  1. ELIAS GRACIA CARRASCO. Máster en Enfermería de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario. Graduado en Enfermería. Enfermero del Servicio Aragonés de Salud.
  2. MANUEL SINUÉS JÚDEZ. Graduado en Enfermería. Técnico Medio en Emergencias y Transporte Sanitario Técnico Superior en Mantenimiento de Vehículos Autopropulsados. Zaragoza.

RESUMEN

La profesionalización del personal que trabaja en el sector del transporte sanitario por carretera llegó hace más de una década con la figura del Técnico Medio de Formación Profesional Emergencias Sanitarias (TES). Entre ellos la figura del TES conductor (TESc)cobra especial importancia en el proceso asistencial preshospitalario, por ser el miembro del equipo con mayor preparación tanto para la correcta elección de los modos de conducción como para la resolución de problemas técnicos relacionados con la Unidad Asistencial (UA) durante un transporte sanitario. En este estudio descriptivo se realiza una fotografía actual sobre la autopercepción del TES respecto a sus destrezas de conducción y mantenimiento del vehículo. Por otro lado se analiza el estado actual de la formación en este campo que reciben estos profesionales, tanto en su formación académica inicial como en su formación continuada en la empresa. La conclusión fundamental es que el TES percibe la necesidad de un mejor entrenamiento es estas destrezas técnicas, considerando deficitaria tanto la formación inicial como la continua por parte de la empresa.

PALABRAS CLAVE: técnico en emergencias sanitarias, formación profesional, mantenimiento de ambulancias, flotas ambulancias, ambulancias tipo C, ambulancias tipo B, averías ambulancias, carroceros.

CONTRASEÑAS: paramédico, técnico de emergencias, servicio de ambulancia, flotas de ambulancias, averías de ambulancia, culturistas, técnicas de conducción.

JUSTIFICACIÓN

Desde que el Real Decreto 1397/2007 de 29 de Octubre estableciese y fijase las enseñanzas del título de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) los niveles de calidad asistencial extrahospitalaria han ido mejorando con los años. Pese a ser una titulación reciente, las promociones que cada año salen de los institutos de formación profesional, comienzan sus andaduras con una base de conocimiento sanitario y transporte de enfermos que contribuye a proveer una atención y cuidados más profesionales. Todo ello alinea los distintos aspectos de la calidad asistencial hacia uno de ellos: la seguridad del paciente (1).

El transporte sanitario ha evolucionado en España a gran velocidad. Desde las primeras ambulancias de los años 70 dedicadas al transporte intraurbano sin ninguna capacidad asistencial, hemos pasado a los modernos vehículos de la última década donde se llegan a realizar terapias de cuidados intensivos con integración en programas hospitalarios como el código ICTUS, código infarto o donación en asistolia (2,3).

En el transporte sanitario cobra especial relevancia en el Técnico en Emergencias Sanitarias, una figura que, en el marco del trabajo en equipos interdisciplinares extrahospitalarios (médicos, enfermeros, personal de rescate, cuerpos y fuerzas de seguridad) se convierte en un recurso humano de gran valor y know how específico en el marco de las emergencias.
Sus guías docentes no solo se fundamentan en temarios y disciplinas sanitarias sino que también establecen las bases del emprendimiento, gestión empresarial básica, la gestión general de las emergencias y el planeamiento de dispositivos de riesgo, disciplinas ajenas a los planes de estudio de medicina y la enfermería.
Desde los “socorristas” o “camilleros” de finales del siglo XX hasta al TES actual existen diferencias de preparación muy significativas. Dos años de formación establecen las bases para incorporarse al mercado profesional con una base técnica inexistente antes del Decreto. Solo algunas comunidades establecían unos mínimos para el personal que se incorporaba al sector profesional del transporte sanitario, siendo Navarra, Madrid y País Vasco las pioneras en este aspecto. Con las bases establecidas por esta formación profesional la experiencia y aprendizajes de la práctica diaria cobran más sentido y son mejor aprovechadas.

La estandarización y oficialización de los estudios de TES fue motivada en gran medida por reivindicación del propio colectivo, en agrupación con sus diferentes asociaciones profesionales, en su empeño de mejora continua y necesidad de reconocimiento de su labor, contribuyendo con ello a las especialización y mejora de los recursos humanos de las empresas de transporte sanitario (4).

Pese a lo extenso de los temarios relacionados con la gestión de las emergencias y la existencia de un bloque específico de electromecánica del vehículo querríamos valorar la efectividad de esa enseñanza traslada sobre los TES actuales, inmersos ya en el mercado profesional y cómo desde la empresa se le da continuidad a esa formación dentro del derecho de todos los trabajadores por cuenta ajena a disponer de formación relacionada con su puesto de trabajo (5). No podemos obviar que el vehículo con catalogación de ambulancia, bien en su variante asistencial bien no asistencial, es una herramienta indispensable para el transporte sanitario y, en su variante asistencial, un centro sanitario rodante. Como transporte sanitario, el desplazamiento que con él se lleva a cabo debe corresponderse con un nivel de calidad de conducción siempre en equilibrio con la urgencia del requerimiento, el estado clínico del paciente y la seguridad del equipo humano sanitario (6). Como unidad asistencial, el TES debe ser competente para asegurar el orden y servicio de todos sus dispositivos, así como la competencia para solucionar problemas o anomalías electromecánicas menores que pudiesen surgir durante una atención (7).

OBJETIVOS

• Conocer el estado de la formación de los TES en sus capacidades de conducción y electromecánicas.
• Conocer la percepción de los TES respecto a esta formación.
• Conocer la autopercepción del los TES respecto a sus capacidades.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se realizó una encuesta para colecta datos relacionados con el perfil del Técnico en Emergencias, datos sobre la percepción de su formación profesional, opiniones respecto a afirmaciones relacionadas con la formación en conducción/electromecánica y su valoración propia como profesionales en ambos ámbitos.
El formulario se realizó mediante Google Forms, recopilando todas las respuestas en una hoja de cálculo de Google que fue tratada estadísticamente con Excel 2010. En enlace a la encuesta se lanzó por redes sociales a perfiles relacionados con los técnicos de emergencias y empresas de transporte sanitario.

RESULTADOS

En total participaron en la encuesta 250 personas, de las cuales 248 se registraron como Técnicos en Emergencias Sanitarias con funciones anteriores o actuales de Conductor (TESc).
El 85% de los participantes fueron hombres. La media de edad fue de 32 años y la mediana 31. El 52% tenía más de 5 años de experiencia como TES (Ilustración 1).
Los participantes han declarado trabajar en diversas empresas de transporte sanitario a lo largo de su vida laboral siendo el recuento el siguiente:

• Ambulancia Azul
• Acciona
• Ambuibérica
• Nuevos Transportes Sanitarios de Aragón
• Ambulancias Domingo
• DYA
• Cruz Roja
• Ambulancias Maiz
• Bomberos de Cataluña
• Larrialdiak
• Ambulancias Guipuzkoa
• Egara
• Ferrovial
• Ivemon Ambulancias
• Ambulancias Domingo
• Falk Vl
• SSG
• Transportes Sanitarios de la Gomera
• Transportes Sanitarios de Cataluña
• Ambulancias Tenorio
• Excellence

 

En la actualidad el 45% de los participantes declaraban estar prestando servicio en la provincia de Zaragoza. Un 10% en Huesca, mientras el resto se repartían proporcionalmente entre Cáceres, Barcelona, Guipúzcoa, Madrid, Sevilla, Santa Cruz de Tenerife, Tarragona, Teruel.
El 86% de los encuestados han declarado haber recibido formación general relacionada con la electromecánica del automóvil, frente al 14% que declara lo contrario. A pesar de parecer baja la proporción de personas que responden negativamente tenemos que tener en cuenta que en los actuales currículum docentes de la Formación Profesional en Técnico de Emergencias Sanitarias existe una asignatura específica de electromecánica del vehículo, por lo que el 14% de respuestas negativas a esta pregunta podría deberse a que parte de ellas hubiesen sido respondidas por conductores no titulados por el sistema actual de FP (ilustrción 2).

 

Cuando afinamos la pregunta a aspectos concretos del vehículo industrial (furgones y camiones) el porcentaje de participantes que declaran no haber recibido formación específica de electromecánica en esta clasificación legal de vehículos aumenta de forma significativa (ilustración 3).

 

Similares contrastes obtenemos si la pregunta se concreta sobre la electromecánica tan específica y particular de las ambulancias, donde las múltiples instalaciones eléctricas (220V, eléctricas 12V, calefactores autónomos, líneas CANBUS de datos, protecciones para electromedicina, etc.) y de gases (O2) hacen de las unidades asistenciales vehículos con un nivel de complejidad técnica digna de ser manejado por personal con entrenamiento y capacitación (ilustración 4).

 

Otra especificidad que afecta al TESc son sus destrezas al volante de su unidad. Se trata de un vehículo de tipo industrial que por peso y dimensiones requiere de ciertas capacidades para su manejabilidad y seguridad dinámica en la marcha. Si a estas variables le sumamos la delicadeza del objeto del transporte (ser humano en proceso de enfermedad con riesgo urgente o vital) estas capacidades de conducción, cabe pensar, que deberían ser transmitidas a lo largo de la FP y reciclarse de forma continuada en la vida laboral. En este caso el 39% de los encuestados declaran no haber recibido formación en técnicas de conducción relacionadas con la patología del paciente transportado a lo largo de su FP (ilustración 5).

 

Si la pregunta se enfoca a la formación por parte de la empresa nos encontramos que la mitad de los participantes declaran recibir formación continuada con aspectos relacionados con temática o destrezas sanitarias extrahospitalarias (ilustración 6).

 

Sin embargo, a pesar de que el TESc es la principal figura del equipo en relación con el conocimiento de su unidad asistencial sólo un 21% de los TESc es entrenado por parte de su empresa en aspectos relacionados con el mantenimiento correctivo y preventivo de su unidad. Esto parece paradójico ya que existen numerosos estudios que demuestran que un equipo de conductores correctamente formado se asocia con flotas mejor conservadas y costes de mantenimiento correctivos menores (ilustración 7).

 

El resultado empeora cuando la pregunta se concreta sobre los elementos electromecánicos de la célula sanitaria, en la que el TESc debería ser la excelencia de conocimiento para el resto del equipo asistencial (ilustración 8).

 

Cuando preguntamos sobre la opinión al TESc el 69% piensan que algunas averías de carácter repetitivo de la flota podrían evitarse con una correcta formación de la empresa hacia los trabajadores (ilustración 9).

 

Un momento relevante y crítico en cualquier empresa de transporte sanitario corresponde a aquel en el que se renueva la flota de ambulancias. En ocasiones este cambio se produce de forma masiva, bien por cambio de empresa adjudicataria del servicio público de salud bien porque las unidades cumplen la edad legal que limita su vida útil. Estos periodos de tiempo se encuentran comprendidos entre los 4 y 8 años aproximadamente. Estas ventanas temporales, dentro del sector de la automoción, son periodos donde se producen gran cantidad de innovaciones relacionadas fundamentalmente con la gestión del motor, medidas de seguridad y los nuevos sistemas de propulsión más amigables con el medio ambiente. En el mismo sentido se producen en el sector carrocero, donde la tecnología digital llega con fuerza en la última década y donde los sistemas de navegación y el Internet of Things (IoT) introducen el concepto más amplio conocido en relación con la conectividad de las unidades asistenciales, tanto al sistema de salud como a la propia empresa. De alguna forma, en cada renovación de flota llegan nuevos vehículos con nuevas prestaciones, requerimientos de mantenimiento y condiciones de uso. La flota de ambulancias de una empresa de transporte sanitario es uno de sus mayores activos por lo que llegado el momento de su cambio o sustitución parece intuitivo que debería estar planificado contando con un plan de información, formación y entrenamiento.

 

Sólo un 12% de la muestra declaran recibir formación y entrenamiento por parte de la empresa cuando la flota de vehículos con la que trabaja cambia.
En la línea de estos resultados encontramos el escaso éxito en la elección de la respuesta correcta a la pregunta (ilustración 10):
En este caso, sólo el 47% conocen el carácter crítico que tiene para un motor turbodiésel de última generación el exceso de nivel de aceite en el cárter, pudiendo generar averías de gran coste para la empresa tanto en coste de reparación como tiempo de inmovilización del vehículo. Preocupa que el 74% piensen que el nivel de aceite en un motor diesel euro 5 o euro 6 nunca pueda subir, hecho que pone de manifiesto el desconocimiento de los ciclos postinyección y de los ciclos de regeneración de los filtros de partículas y por lo tanto la posibilidad de que parte del gasoil de esas postinyeccciones pasen en forma líquida al cárter, aumentando el volumen total del líquido (aceite + gasoil) en el cárter.
Cuando la pregunta trata sobre una destreza mecánica concreta y frecuente, como puede ser la capacidad para cambiar una rueda de la ambulancia los resultados son los siguientes:

 

Sólo el 7% de los encuestados han recibido formación por parte de la empresa para solucionar un suceso tan banal pero que genera la inmovilización de una unidad asistencial con los consecuentes costes que ello supone. El 16% de los encuestados no conoce la ubicación de las herramientas para poder cambiar una rueda y el 61% no se consideraría capaz de sustituir un neumático en menos de 8 minutos.

 

A pesar de tratarse de una situación banal se le estima a cualquier conductor profesional la capacidad de solucionar una inmovilización por un pinchazo, pero existe un porcentaje importante de la muestra que no se ve capacitado para la sustitución en un tiempo de urgencia, además 1 de cada 10 tendría que perder tiempo en leer el proceso y las maniobras en el manual del usuario del vehículo.

 

Cuando las preguntas van dirigidas hacia el profesional llama la atención la proporción de TESc que opinan que la empresa de transporte debería formar a los trabajadores cuando se produce un cambio de flota, siendo un 98% el número de TESc que se muestras a favor o muy a favor de esta idea.

 

Como hemos referenciado anteriormente los vehículos base sobre los que se carrozan ambulancias son más complejos tecnológicamente con el paso de los años. La misma tendencia siguen los carroceros que luego intervienen sobre aquellos. Esta evolución permite que las unidades asistenciales tengan equipación con capacidades terapéuticas que permiten el transporte y asistencia de pacientes cada vez más inestables y complejos. La fiabilidad de las ambulancias cobra una importancia vital en estos casos y la capacidad resolutiva de averías por parte de los TESc es imprescindibles cuando algo falla en alguna instalación sensible. En nuestra muestra casi la mitad de los TESc no se verían capacitados para sustituir un fusible protector de la instalación de 220 voltios de la célula sanitaria; punto de alimentación de equipos tan sensibles como bombas de perfusión, incubadoras, respiradores, etc. Mismo resultado obtenemos cuando preguntamos al TESc sobre su capacidad para sustituir una lámpara de cruce de su ambulancia in situ. Del mismo modo el 25% de los encuestados declara no ser conocedor de la totalidad de los indicadores y testigos luminosos del panel de instrumentos de su unidad actual. ¿Imaginamos un médico intensivista que no conociese alguno de los parámetros de un respirador? (ilustración 11).

 

Como ya hemos comprobado en esta muestra en las primeras preguntas la mayoría de los TESc participantes afirman haber recibido formación relacionada con la electromecánica general. Este dato es acorde con los resultados de la pregunta:

 

La casi totalidad de la muestra conocen la existencia de los sistemas anticontaminación diesel relacionados con normativas posteriores a Euro3, impuestas a todo tipo de vehículos hace más de una década. Sin embargo, cuando preguntamos sobre las características de los LED (elemento que llegó a hace más de 10 años a los sistemas de señalización e iluminación de los vehículos de emergencia), solo un 3% de los participantes ha sido capaz de elegir la respuesta correcta. Esta tendencia junto a con la pregunta anterior van en la línea del déficit de formación durante el FP de electro-mecánica específica del vehículo industrial destinado al uso como ambulancia.

 

El 100% de los encuestados piensan que la calidad de la conducción afecta al paciente bastante o totalmente, tanto en sentido positivo como negativo.
Finalmente y concluyendo el cuestionario se pide al TESc participante que se autovalore en dos aspectos:

 

La nota media que se estiman los participantes de la muestra es de un 7,33 en cuanto a sus capacidades como conductores en destrezas relacionadas con la conducción en función de la patología del paciente que transportan (desviación típica de 1.47).

 

La nota media que se estiman los participantes de la muestra es de un 5,64 en cuanto a sus capacidades como conductores en destrezas relacionadas con la capacidad de solucionar averías de su unidad asistencial (desviación típica de 1.88).

DISCUSION

• El TESc manifiesta una falta de formación en técnicas de conducción sanitaria y electromecánica específica del vehículos catalogados como ambulancia.
• El TESc está de acuerdo con la necesidad de mejorar esa formación continua por parte de la empresa.
• Son necesarios estudios en los que se pueda asociar la existencia de esta formación electro mecánica con menores costes de flota para las empresas.
• Son necesarios estudios en los que se pueda asociar la existencia de esta formación en técnicas de conducción sanitaria con mejore cifras de calidad percibida por para del usuario del servicio.

 

REFERENCIAS

1. SAMUR Protección Civil Madrid. Manual de Procedimientos del SAMUR. [Internet]. Madrid. Ayuntamiento de Madrid. [Citado 5 febrero 2020]. Disponible en https://bit.ly/32YbLNz.l
2. Real Decreto 1147/2011, de 29 de julio, por el que se establece la ordenación general de la formación profesional del sistema educativo.
3. Real Decreto 836/2012, de 25 de mayo, por el que se establecen las características técnicas, el equipamiento sanitario y la dotación de personal de los vehículos de transporte sanitario por carretera.
4. Barbolla J, Penin M. Estrategias para la conducción de vehículos sanitarios. Madrid. AWWE. 2011. P. 150-155.
5. Ballester- Bauset S, Olmeda Gonzales PC, Macián Martínez V, Tormos Martínez B. El mantenimiento de las flotas de transporte. [Internet]. Técnica Industrial. 2012. 247. P 42-47. [citado 4 enero 2020]: Disponible en: https://bit.ly/38vzKox
6. Revisión Mecánica de la Ambulancia. Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias SEMES. [Internet]. [Citado 7 de marzo de 2020]. Disponible en: https://bit.ly/2VZWIBk
7. Luján, JM.; Dolz, V.; Monsalve-Serrano, J.; López-Cascant, JA. (2017). Nueva normativa anticontaminante en vehículos diésel Euro 6. Tecnica Industrial. 318:28-33. doi:10.23800/9939[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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