El uso del reservorio venoso subcutáneo. Atención y cuidados de enfermería.

20 noviembre 2021

AUTORES

  1. Sara Torralba Sánchez. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza, España).
  2. Jesica Sanz Rosa. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet. (Zaragoza, España).
  3. Virginia Beatriz Heredia Díez. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet. (Zaragoza, España).
  4. Lucía Torralba Elía. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet. (Zaragoza, España).
  5. María Torralba Elía. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet. (Zaragoza, España).
  6. Marta Villagrasa Alloza. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Miguel Servet. (Zaragoza, España).

 

RESUMEN

El reservorio venoso subcutáneo es un dispositivo cuyo uso es muy habitual en el medio hospitalario, y cada vez más en el medio extrahospitalario. A través de él se administran tanto medicación como componentes sanguíneos e incluso nutrición parenteral. Hoy en día su uso esta muy extendido para administrar quimioterapia. Es uno de los aparatos cuyo catéter llega a la aurícula derecha que tiene menos complicaciones en cuanto a infección, y por eso se emplea mucho en pacientes con cáncer. Es importante que enfermería conozca la manera de manipularlo adecuadamente para evitar estas complicaciones e informar de la mejor manera posible al paciente y a su familia, para que así puedan llevar una vida lo más parecida a la normalidad.

 

PALABRAS CLAVE

Reservorio, infección, cuidados de enfermería, catéter, oncohematológico.

 

ABSTRACT

Subcutaneous venous reservoir is a device whose use is very common in the hospital environment, and increasingly in the extra-hospital environment. Through it, both medication and blood components and even parenteral nutrition are administered. Today its use is widespread to administer chemotherapy. It is one of the devices whose catheter reaches the right atrium that has fewer complications in terms of infection, and that is why it is widely used in cancer patients. It is important that nursing knows how to handle it properly to avoid these complications and inform the patient and their family in the best possible way, so that they can lead a life that is as close to normality as possible.

 

KEY WORDS

Reservoir, infection, nursing care, catheter, oncohematological.

 

INTRODUCCIÓN

El reservorio venoso subcutáneo es un dispositivo que se implanta bajo la piel, y que consta de un pequeño tambor de titanio con una membrana de silicona y de un catéter que se coloca en una vena grande, normalmente la subclavia, haciendo que llegue hasta la aurícula derecha. El uso de estos aparatos totalmente implantables bajo la piel comenzó en la década de los 80, y pueden ser unicamerales o bicamerales 1,2.

Para colocarlo, hace falta una pequeña intervención quirúrgica en una sala de radiología intervencionista, generalmente realizada con anestesia local, aunque a veces puede llegar a ser necesaria una pequeña sedación. La duración suele ser de media hora o una hora. Es importante una asepsia escrupulosa, ya que las infecciones podrían ser fatales al ser un aparato con cable directo al corazón, y, todavía más en el caso de los pacientes que suelen necesitarlo 3, 4.

Generalmente, los pacientes que son subsidiarios de este tipo de dispositivos padecen alguna patología crónica o bien cáncer. En concreto, hoy en día se emplea muy a menudo en patologías oncohematológicas. Es muy habitual encontrarlos en pacientes con leucemias y linfomas, ya que los ingresos hospitalarios suelen ser alargados en el tiempo y son muy cómodos para sus tratamientos. Esto se debe a que dichos tratamientos deterioran mucho las venas, y el uso del reservorio puede ayudar mucho, incluso si llegan a necesitar nutrición parenteral durante el proceso 5.

Las razones que llevan a colocar este tipo de aparatos van desde facilitar el acceso venoso en pacientes que tienen las venas dañadas y poco accesibles, hasta disminuir la ansiedad del paciente en casos en los que exista miedo a las agujas y evitar infecciones y extravasaciones de medicamentos altamente “peligrosos” 6,7.

Existen otro tipo de catéteres que también se emplean para tratamientos de este tipo, como pueden ser el Hickman o el catéter venoso central, pero el reservorio permite dejar el ingreso hospitalario e irse con él, así como usarse en Atención Primaria y evitar más las infecciones que los otros tipos nombrados. Todo esto se consigue gracias a que puede no estar pinchado y colocado sin el catéter externo por el que administrar medicación, y así cerrar la puerta a cualquier germen que pueda colonizar la zona 3,4,5.

Las complicaciones que pueden surgir al implementar este tipo de dispositivos son las siguientes:

  • Hematoma de la zona de colocación o sangrado. No hay que olvidar que para colocarlo hay que manipular grandes vasos, y que puede ser que el paciente esté anticoagulado o con insuficientes plaquetas para realizar una buena coagulación.
  • Rechazo del aparato. Hay ocasiones que el organismo intenta expulsar lo que no reconoce como suyo.
  • Obstrucción. Ya sea por coágulos o determinados medicamentos o componentes (sangre o lípidos).
  • Neumotórax. Si se llega a pinchar la pleura al canalizar la vena subclavia.
  • Extravasación. Suele ser raro, pero si se produce, puede ser fatal al ser un vaso que llega al corazón.
  • Infecciones. En ocasiones puede aparecer esta complicación, que puede ser leve o muy grave. En el caso de los pacientes oncohematológicos supone un gran problema, ya que sus defensas están al límite para poder hacer frente a los patógenos. El origen puede ser endógeno o exógeno. Aún con todo, se ha demostrado que los reservorios causan menos infecciones que otros tipos de catéteres centrales, lo que indica todavía más su uso 6,8,9.

 

CUIDADOS DE ENFERMERÍA:

El reservorio subcutáneo es un dispositivo que cada vez se utiliza más, tanto en el medio hospitalario como extrahospitalario. Por ello es importante conocer las medidas que hay que emplear para su cuidado y procurar que no se infecte u obstruya.

La educación para la salud tanto a la paciente como a la familia puede ser importante para su manejo y cuidado. Con él puede llevar una vida lo más normal posible, a diferencia de los otros tipos de catéteres centrales, y puede realizar actividad física sin problema, evitando impactos en la zona. Es necesario que se hepariniza una vez al mes o cada dos meses, y siempre después de su uso. Este procedimiento puede realizarse en su centro de salud, y así evitar visitas al hospital innecesarias. Además, es muy cómodo para el paciente, ya que puede usarse una gran cantidad de veces, ya que su membrana permite 3000 pinchazos. A la familia es interesante explicar los posibles signos de alarma que pueden surgir, y así anticiparse antes de que el problema pueda ir a peor 3,4.

Para comenzar a manipularlo adecuadamente, ha de realizarse un lavado de manos, que está demostrado que es la mejor técnica para evitar infecciones. La clorhexidina es el antiséptico de elección, y el procedimiento de pinchar el dispositivo tiene que ser de la manera más aséptica posible, con todo el material estéril. La manera de heparinizar cambia de un hospital a otro, pero todos suelen coincidir en que hay que utilizar heparina diluida en suero, pero la cantidad puede ser diferente 9.

Se recomienda ir revisando los protocolos que existen del reservorio subcutáneo, ya que muchos no coinciden entre sí, y pueden llevar a confusión a la hora de manipularlo correctamente. En concreto, en cada hospital suele ser diferente, pero la formación continuada al personal de enfermería puede ayudar a paliar estos pequeños tropiezos en el sistema 10. En definitiva, este dispositivo mejora la calidad de vida de las personas que lo llevan, ya que puede llegar a disminuir la ansiedad sabiendo que con un pinchazo es suficiente para realizar el tratamiento, y, además, la administración de medicación o de otros componentes es segura, evitando riesgo de extravasación o rotura de la vena. También puede extraerse sangre directamente a través de ellos, lo que durante un ingreso hospitalario puede ser muy beneficioso. Por otro lado, las personas que lo portan pueden llevar una vida plenamente normal, ya que no es visible ni puede ser arrancado, aunque deben evitar golpes en la zona. En cuanto al tema económico, disminuye mucho los costes, ya que, al poder utilizarse en el mundo extrahospitalario, los ingresos se prolongan menos en el tiempo y algunos tratamientos pueden administrarse en el Centro de Salud 2,11.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Urien Pérez MZ, Rodríguez García B, Velayos Velayos A, Galán Martín N, García García MB. Cuidados de enfermería dirigidos a pacientes portadores de reservorio venoso subcutáneo (Port-a-Cath®) en atención primaria. Revisión bibliográfica. Revista Enfermería CyL. 2017; 9(1), 19-27.
  2. Guevara Córdova LA, Lluncor Lluncor E (dir) (2010). Nivel de conocimiento de las enfermeras sobre el manejo del catéter subcutáneo con reservorio en el paciente oncológico de la Clínica Ricardo Palma 2009. [Estudio de Postgrado en internet]. Universidad Nacional Mayor de San Marcos; 2010. [Citado 18 de octubre 2021]. Recuperado a partir de: https://cybertesis.unmsm.edu.pe/handle/20.500.12672/10411
  3. Gonzalo González J, Martínez Martín RJ (dir) (2015). PICC vs Reservorio. Valoración, conocimiento y capacitación en el uso de los dispositivos vasculares por parte de los profesionales de enfermería. [Trabajo Fin de Grado en internet]. Universidad de Valladolid.; 2015. [Citado 18 de octubre 2021]. Recuperado a partir de: https://uvadoc.uva.es/handle/10324/13266
  4. Andrés Plaza L, del Río Mayor MJ (dir) (2018). Reservorio venoso subcutáneo, cuidados enfermeros. [Trabajo Fin de Grado en internet]. Universidad de Valladolid; 2018. [Citado 18 de octubre 2021]. Recuperado a partir de: https://uvadoc.uva.es/handle/10324/32649
  5. Cotilla JM, Prieto J, Frigolet P. Protocolo de uso y mantenimiento del reservorio venoso subcutáneo. Enfermería Global [internet]. 2008 [citado 18 octubre 2021]; 7(2):1-8. Disponible en: http://www.revistaenfermeriacyl.com/index.php/revistaenfermeriacyl/article/view/188/162
  6. Marco, G. (2013). Criterios de enfermería en el proceso de implantación y seguimiento del reservorio subcutáneo. Valencia: Ribera Salud Grupo. Disponible en: http://www.fabulacongress.es/congresoenfermeriacirugiaseecir2014/images/TrabajosCursoOnline/MR1-3.pdf
  7. Rillo Calvo EM, Chocarro Escanero MP (dir) (2014). Protocolo de Reservorio Venoso Subcutáneo en el área sanitaria de Teruel: cumplimiento por parte del personal de enfermería. [Trabajo Fin de Grado en internet]. Universidad de Zaragoza; 2014. [Citado 18 de octubre 2021]. Recuperado a partir de: https://zaguan.unizar.es/record/14289
  8. Calderón AJC. Intervenciones de enfermería en la prevención de infecciones del enfermo oncohematológico. Enfermería Global 2004; 3(1).
  9. Fernández de Maya J, Richart Martínez M (dir) (2015). Variabilidad de la práctica clínica en la manipulación del reservorio subcutáneo en los hospitales de día de España. [Tesis Doctoral en internet]. Universidad de Alicante; 2015. [Citado 18 de octubre 2021]. Recuperado a partir de: http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/53476
  10. Aguilar Paredes KT, Láinez Fernández KS, Calderón Molina RE (dir) (2021). Manejo de reservorio subcutáneo venoso por enfermería en pacientes atendidos en el Instituto Oncológico Nacional “Dr. Juan Tanca Marengo” SOLCA-Guayaquil. [Trabajo Fin de Grado en internet]. Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; 2021. [Citado 18 de octubre 2021]. Recuperado a partir de: http://201.159.223.180/handle/3317/16633
  11. Raña Rocha RLópez de Ullibarri I, Movilla Fernández MJ, Coronado Carvajal C. Validación de un cuestionario de conocimientos y actitudes sobre el reservorio venoso subcutáneo en enfermería. Revista Latino-Americana de Enfermagem 2020; 28: e3250.

 

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