El impacto de las heridas crónicas.

28 noviembre 2021

AUTORES

  1. Ana Mateo Abad. Enfermera Especialista en Geriatría. Máster Universitario en Deterioro de la Integridad Cutánea, Úlceras y Heridas por la Universidad Católica de Valencia. Enfermera en el Hospital San José.
  2. Eva Negredo Rojo. Máster en Análisis Clínicos por la Universidad de Valencia. Experto Universitario en Enfermería en Alteraciones Vasculares y Arteriales por la Universidad de Antonio Nebrija. Experto Universitario de Enfermería Ante las Actuaciones en Urgencias y Emergencias por la Universidad Antonio Nebrija. Enfermera en el Hospital Obispo Polanco de Teruel.
  3. Rocío Bravo Adán. Máster en Cuidados Intensivos por la Universidad Católica de Valencia. Máster en Urgencias, Emergencias y Catástrofes por la Universidad CEU de Valencia. Enfermera en el Hospital Obispo Polanco de Teruel.
  4. Andrea Villanueva Mena. Máster en Urgencias, Emergencias y Catástrofes por la Universidad CEU de Valencia. Enfermera en la Residencia Javalambre de Teruel.
  5. Miriam Bellés Aranda. Máster Universitario en Deterioro de la Integridad Cutánea, Úlceras y Heridas. Máster en Integración en Cuidados y Resolución de Problemas Clínicos en Enfermería. Enfermera en Centro Asistencial El Pinar.
  6. Ana María Sangüesa Lacruz. Experto Universitario en el Embarazo, Parto y Puerperio para Enfermería y Experto Universitario en Cuidados Pediátricos para Enfermería por la Universidad Antonio de Nebrija. Enfermera en el Hospital San José de Teruel.

 

RESUMEN

El deterioro de la integridad cutánea representa un problema a nivel sanitario de gran envergadura ya que provoca un claro impacto en la salud de las personas, en su calidad de vida, supone un coste económico para los sistemas de salud y una gran carga de trabajo para los profesionales sanitarios. Con respecto al futuro se prevé un aumento de la prevalencia e incidencia de las heridas crónicas debido al aumento creciente de la media edad de la población y sus comorbilidades. En relación al tiempo de recuperación de la integridad cutánea podemos clasificar las heridas en dos tipos: agudas y crónicas. El tratamiento de las heridas crónicas consume gran parte del tiempo y recursos disponibles. La etiología de las lesiones es diversa, resulta fundamental conocerla para poder aplicar un tratamiento que resulte efectivo.

 

PALABRAS CLAVE

Heridas, lesiones, diagnóstico.

 

ABSTRACT

Deterioration of skin integrity represents a major healthcare problem as it has a clear impact on people’s health and quality of life, represents an economic cost for health care systems and a heavy workload for health care professionals. With regard to the future, the prevalence and incidence of chronic wounds is expected to increase due to the increasing average age of the population and its comorbidities. In relation to the recovery time of skin integrity, wounds can be classified into two types: acute and chronic. The treatment of chronic wounds consumes much of the time and resources available. The aetiology of wounds is diverse and it is essential to know it in order to be able to apply effective treatment.

 

KEY WORDS

Wound, injuries, diagnosis.

 

DESARROLLO DEL TEMA

El deterioro de la integridad cutánea representa un problema a nivel sanitario de gran envergadura ya que provoca un claro impacto en la salud de las personas, en su calidad de vida, supone un coste económico para los sistemas de salud y una gran carga de trabajo para los profesionales sanitarios. Una de las tareas asistenciales que más tiempo y recursos consume es el tratamiento de las heridas crónicas.

Con respecto al futuro se prevé un aumento de la prevalencia e incidencia de estas heridas debido al aumento creciente de la media edad de la población que tiende a la discapacidad y el aumento de casos de personas con obesidad, diabetes, enfermedad venosa crónica y arteriopatía de las extremidades inferiores1,2.

La labor enfermera con respecto al abordaje de la integridad cutánea y tisular es fundamental, valorando las características del paciente, evaluando el estado de la piel e identificando los principales factores de riesgo, para así poder prevenir y tratar cualquier lesión de la piel.

La NANDA3 hace referencia a este tema recogiendo en su clasificación los siguientes diagnósticos enfermeros:

-00046 Deterioro de la integridad cutánea.

-00047 Riesgo de deterioro de la integridad cutánea.

Tener presentes estos diagnósticos a la hora de valorar a los pacientes que han acudido por otros motivos clínicos hace que los cuidados proporcionados sean de mayor calidad.

 

Ante la aparición de cualquier herida en la piel el objetivo final del organismo es la cicatrización, para la recuperación de la integridad tisular. Con respecto al tiempo de recuperación de la integridad cutánea podemos clasificar las heridas en dos tipos: agudas y crónicas. Se considera úlcera cutánea o herida crónica a una pérdida de sustancia que afecta a la epidermis, la dermis y en ocasiones a planos más profundos, sin curar en el tiempo esperado4.Estas lesiones cutáneas, tienen una tendencia escasa o nula a la cicatrización mientras se mantenga la causa o causas que la producen5. Según Leaper y Durani6 (2008), cualquier herida que no ha presentado una reducción en extensión del 20-40% tras 2-4 semanas de tratamiento óptimo, debería etiquetarse como úlcera crónica.

En general la literatura considera que una herida es crónica si no alcanza una curación completa en 6 semanas o no existe respuesta adecuada a un cambio de tratamiento7,8El proceso de cicatrización se encuentra parcial o totalmente alterado ya que no siguen ordenadamente el proceso molecular y celular de una reparación tisular normal ( hemostasia, fase inflamatoria, fase proliferativa y fase de reparación) En su lugar se pueden observar los siguientes hallazgos: prolongación de la fase inflamatoria, debido a un aumento de las citoquinas proinflamatorias y un incremento en la producción de metaloproteasas provocando un déficit de factores del crecimiento, degradación de la matriz extracelular, retraso en la migración celular y formación del tejido conectivo9,10,11 También tenemos que tener en cuenta que existen una serie de factores generales que influyen de manera importante en el retraso de la cicatrización como la presencia de patologías de base (diabetes, insuficiencia vascular, procesos tumorales, aterosclerosis, etc.), deterioro de la movilidad, tratamientos farmacológicos, edad avanzada, inmunodeficiencia o estado nutricional deficiente.

Las heridas cutáneas respecto a su clasificación podemos establecer 3 grandes grupos, además de clasificarse en cuanto a su duración, diferenciándose en agudas y crónicas, debe realizarse en cuanto a su profundidad, extensión y también su etiología.

 

Respecto a su profundidad en las úlceras por presión se establecen 4 categorías que van desde el estadío (la piel íntegra y eritema cutáneo que no palidece al ejercer presión.) hasta el estadío IV (Pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa, necrosis del tejido o lesión en el músculo, el hueso o las estructuras de sostén. Pueden existir cavernas, trayectos sinuosos o tunelizaciones) 12 Independientemente del tipo de herida que se trate debemos registrar en cm la dimensión de la herida para poder realizar un buen seguimiento, así ver tras un tratamiento adecuado su tendencia a la disminución y la velocidad a la que lo hace.

La etiología de las úlceras cutáneas es múltiple, aunque podemos distinguir hasta 9 grandes grupos: úlceras por presión, lesiones por fricción, por cizallamiento, asociadas a humedad, úlceras venosas, arteriales, neuropáticas, neoplásicas y un último grupo de origen variado.

Ver anexo 1.

Antes de cualquier tratamiento debemos siempre realizar una valoración global del paciente, una buena anamnesis y exploración física que nos guiarán para realizar un adecuado diagnóstico. También debemos tener presentes las características del paciente, sus posibilidades y sus preferencias. Un correcto diagnóstico es esencial para establecer una estrategia de tratamiento basada en la etiología de la lesión. Se ha demostrado que cuando se aplica correctamente intervenciones en función de un diagnóstico preciso supone mayores beneficios para los pacientes, los sistemas sanitarios y la sociedad; evita el desperdicio de recursos y el retraso en las tasas de curación13, 14. Una auditoría realizada en Inglaterra en 2005 concluyó que de las heridas tratadas en piernas y pies hasta un el 26 % no tenían un diagnóstico claro15. Otros estudios han demostrado que el 50-60 % de los pacientes con úlceras venosas en las piernas no habían recibido tratamiento compresivo15,16.

 

CONCLUSIONES

El deterioro de la integridad cutánea representa un problema a nivel sanitario de gran envergadura. Una de las tareas asistenciales que más tiempo y recursos consume es el tratamiento de las heridas crónicas y provoca un claro impacto en la calidad de vida de las personas que las sufren. La diferencia entre una herida aguda y una crónica radica en el tiempo de curación, ya que en la crónica este tiempo se ve prolongado. Un correcto diagnóstico es esencial para establecer una estrategia de tratamiento basada en la etiología de la lesión. La aplicación de intervenciones en función de un diagnóstico preciso supone mayores beneficios para los pacientes, los sistemas sanitarios y la sociedad, evitando el desperdicio de recursos y el retraso en las tasas de curación.

 

BIBLIOGRAFÍA

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  17. Soldevilla-Agreda JJ, García-Fernández FP, Verdú-Soriano J. Úlceras Cutáneas. Actualización de Medicina de Familia. 2008; 4(7):370-381.
  18. Palomar F, Fornes B, Arantón L, Rumbo J. Diferenciación de las úlceras en pacientes encamados y con enfermedades crónicas. Influencia de la humedad, fricción, cizalla y presión. Enferm Dermatol. 2013; 7(18-19):14-25.

 

ANEXOS

ANEXO 1

PRINCIPALES TIPOS DE ÚLCERAS Y HERIDAS CRÓNICAS
DENOMINACIÓN AGENTE CAUSAL
Úlceras por presión: Isquemia mantenida provocada por fuerzas de cizalla, presión o una combinación de ambas fuerzas.

Estas fuerzas son aplicadas sobre un punto anatómico en el que la piel y tejidos de esa zona quedan comprimidos contra un plano duro.

Lesiones por fricción: Se produce roce o fricción entre la piel y otro plano estando al menos una de ellas en movimiento provocando laceraciones, desgarros, escoriaciones de la piel o lesiones similares a una quemadura.
Lesiones por cizallamiento: El cizallamiento es una fuerza tangencial interna a los planos de los tejidos blandos y óseos que causan desgarros en estos como consecuencia de una fuerza cortante que provoca una destrucción interna de los distintos planos (músculo, tejido adiposo, óseo).
Lesiones cutáneas asociadas a la humedad (LESCAH): Lesiones causadas por humedad en contacto directo y continuo con la piel provocando maceración, eritema o dermatitis cutánea.

Los principales agentes causales suelen ser: orina, heces, jugo gástrico, lociones, higiene inadecuada, dermatitis del pañal…

Úlceras venosas: Lesión con pérdida de sustancia secundaria a la hipertensión venosa, producida por el reflujo y la obstrucción de las venas.
Úlceras arteriales o isquémicas: Disminución lenta y progresiva del flujo sanguíneo que desemboca en una oclusión de los capilares arteriales provocando una lesión de los tejidos.
Lesiones neoplásicas: Lesión cutánea debida a la acción de distintos procesos tumorales como melanomas, carcinomas basocelulares, carcinomas espinocelulares, sarcomas…
Úlceras neuropáticas: Neuropatía y/o angiopatía de origen metabólico (diabetes mellitus) que provoca una disminución de la sensibilidad y del aporte sanguíneo.
Otras causas: Calcifilaxis, enfermedades infecciosas, hematológicas, epidermólisis ampollosa…
Fuente: adaptación de Soldevilla-Agreda JJ, García-Fernández FP, Verdú-Soriano, J. Úlceras Cutáneas. Actualización de Medicina de Familia. 2008; 4(7):370-381. (17) y Palomar F, Fornes B, Arantón L, Rumbo J. Diferenciación de las úlceras en pacientes encamados y con enfermedades crónicas. Influencia de la humedad, fricción, cizalla y presión. Enferm Dermatol. 2013; 7(18-19):14-25.18

 

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