El consumo de pescado azul y su efecto cardioprotector.

14 diciembre 2021

AUTORES

  1. María Martínez Melero. Enfermera de la UCI Polivalente del Hospital Universitario Miguel Servet. Grado en enfermería. Máster en Ciencias de la Enfermería. Diplomado en Salud Pública.

 

RESUMEN

El consumo de pescado forma parte de una dieta equilibrada. Concretamente el pescado azul es una gran fuente de ácidos grasos Omega 3, los cuales son muy beneficiosos para la salud incidiendo directamente en la regulación de los niveles de colesterol LDL y consecuentemente retardando la formación de las placas de ateroma en las arterias del organismo. La ingesta de pescado debe ser moderada entre 3-4 raciones por semana, ya que es un alimento muy completo. Nos aporta proteínas de alto valor biológico, vitamina D y del grupo B, y múltiples minerales y nutrientes entre los que destacan el yodo, potasio, hierro, calcio, entre otros. Este estudio enfoca su objetivo en reafirmar la relación encontrada entre el consumo de pescado azul y la prevención de enfermedades cardiovasculares.

 

PALABRAS CLAVE

Ácidos grasos omega 3, dieta mediterránea, enfermedad cardiovascular, colesterol.

 

ABSTRACT

Fish consumption is part of a balanced diet. Specifically, oily fish is a great source of Omega 3 fatty acids, which are very beneficial for health, directly influencing the regulation of LDL cholesterol levels and consequently delaying the formation of atheroma plaques in the arteries of the body. Fish should be eaten in moderation, between 3-4 portions per week, as it is a very complete food. It provides us with proteins of high biological value, vitamin D and B vitamins, and multiple minerals and nutrients, including iodine, potassium, iron, calcium, among others. This study focuses its objective on reaffirming the relationship found between the consumption of oily fish and the prevention of cardiovascular diseases.

 

KEY WORDS

Omega 3 fatty acids, mediterranean diet, cardiovascular disease, cholesterol.

 

DESARROLLO DEL TEMA

Los hábitos dietéticos ejercen una gran influencia en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. En los países mediterráneos el consumo de alimentos característicos de la Dieta Mediterránea (DM) y altos en ácidos grasos monoinsaturados ha disminuido en las últimas décadas para aumentar el consumo de grasas saturadas y azúcares 1. El consumo elevado de grasas saturadas procedentes, en gran parte de la ingesta de carne roja y embutidos se asocia con mayor riesgo cardiovascular 1. El patrón de la Dieta Mediterránea recomienda tres o más veces a la semana el consumo de pescado, que añadido a otros componentes de esta dieta, ha atribuido un papel protector de la DM en las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) 1. Actualmente las características de la dieta mediterránea son: bajo contenido en grasas saturadas y proteínas de origen animal; consumo elevado de grasas insaturadas y procedentes principalmente del aceite de oliva, rico en ácido oleico (ácido graso monoinsaturado) y de los pescados azules ricos en ácidos grasos de cadena larga (ácidos grasos poliinsaturados). También es rica en hidratos de carbono procedentes de los cereales. Se caracteriza por su alto contenido en fibra, vitaminas, minerales y otros antioxidantes presentes en todo tipo de frutas, frutos secos, verduras y legumbres. Y la utilización de técnicas culinarias sencillas como son las ensaladas, el hervido y los asados con aceite de oliva 2. En España la Dieta Mediterránea se caracteriza por una abundancia de alimentos de origen vegetal, donde una proporción importante de las calorías procede de los cereales y del aceite de oliva. Además, es típico el consumo abundante de frutas, hortalizas y pescado 3.

El efecto cardioprotector de los ácidos grasos omega 3 abunda en el pescado azul (sardina, bonito, atún, caballa, salmón) y en algunos frutos secos como las nueces. Los beneficios que nos aporta la dieta mediterránea entre otros son que reducen el nivel de colesterol total y del LDL-colesterol, aumentando el HDL-colesterol, previniendo el riesgo cardiovascular (como el aceite de oliva, el pescado azul y los frutos secos). La fibra favorece el tránsito intestinal y contribuye a equilibrar el perfil calórico de la dieta (cereales, legumbres, frutas y verduras). Las vitaminas, minerales y antioxidantes se relacionan con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer 4.

La arteriosclerosis es la causa subyacente a las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y vasculares periféricas 5. Dichas enfermedades son la causa más común de muerte3 en los países industrializados y en numerosos países en vías de desarrollo 5. Por lo tanto, se pretende estudiar el efecto que posee sobre la salud el consumo de ácidos grasos omega 3, presente principalmente en el pescado azul, en cuanto a los niveles de colesterol más bajos y cómo actúa en la disminución de la incidencia de la enfermedad coronaría.

 

El objetivo principal del presente estudio es demostrar que el consumo adecuado de pescado azul es un factor protector de enfermedades cardiovasculares al reducir el nivel de colesterol en sangre. La hipótesis propuesta, la cual se descartó o verificó al terminar el estudio es: “El consumo adecuado de pescado azul en la dieta mediterránea es un factor protector de enfermedades cardiovasculares, ya que reduce el nivel de colesterol en sangre”.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Europa, representando el 49% de todas las muertes y el 30% de las muertes antes de los 65 años. En la actualidad, gran número de evidencias científicas demuestran que el consumo de ácidos grasos omega- 3 produce una disminución en el riesgo cardiovascular. En la promoción y prevención de la enfermedad cardiovascular, la dieta juega un papel predominante 6. Los primeros trabajos en llamar la atención sobre la posible protección cardiovascular obtenida mediante una elevada ingesta de pescado fueron de tipo ecológico. El primero de ellos, publicado a finales de la década de 1970 por Bang et al, demostraba que, entre los esquimales daneses, con un consumo elevado de ácidos grasos omega-3 procedentes del pescado, existía una menor mortalidad cardiovascular con respecto al resto de la población danesa, cuya fuente principal de grasa es los ácidos grasos saturados. Otros estudios en poblaciones diferentes han alcanzado conclusiones similares. Así se ha visto en Japón y en algunas comunidades de nativos en Canadá. Del mismo modo, en España se ha postulado que el consumo de pescado podría ser uno de los elementos que explican las diferencias de mortalidad cardiovascular entre las diferentes provincias del país 7. Los ácidos grasos omega-3 son agentes antiateroscleróticos por excelencia, tanto consumidos en forma de pescado como de suplementos 8. Éstos juegan un papel relevante como agentes antiinflamatorios, antiarritmogénicos y protectores a nivel cardiovascular 9. Por último, hay que resaltar que los hábitos alimentarios de la mayor parte de las poblaciones del área mediterránea han cambiado bastante en comparación con los patrones dietéticos considerados típicos de la zona. La influencia de los hábitos dietéticos de EE.UU y Europa del norte ha influido negativamente en la alimentación de los países nativos de la dieta mediterránea. Por esta razón, algunos autores resaltan la importancia que posee la educación para la salud que los profesionales sanitarios llevan a cabo en los centros de salud. De esta forma, la población conocerá los beneficios que la dieta mediterránea aporta al organismo. El conocimiento de cómo la dieta es capaz de modificar el potencial genético del individuo, fomentar su desarrollo físico y mental, aumentar su bienestar y cambiar la susceptibilidad a ciertas enfermedades puede tener enormes implicaciones sociales, especialmente en el caso de patologías de elevada prevalencia y morbimortalidad: enfermedad cardiovascular, cáncer, obesidad y síndrome metabólico 9.

 

DISCUSIÓN-CONCLUSIONES

Se ha demostrado que las Dietas Mediterráneas (DM) se asocian a menor mortalidad por causa cardiovascular, menor prevalencia de obesidad, diabetes, síndrome metabólico, cáncer y demencia; y a mayor longevidad.

Según la evidencia actual, parece ser que existe una relación entre el consumo adecuado de pescado azul y la disminución de los valores de colesterol en sangre.

Aún no se conocen todos los efectos beneficiosos que poseen las distintas sustancias y elementos que componen los alimentos típicos de la dieta mediterránea.

Además de disminuir los valores de colesterol en sangre, al consumo adecuado de pescado azul se le atribuyen efectos antitrombóticos y antihipertensivos. Por lo que su efecto cardioprotector se puede deber a varios factores.

Es importante realizar futuros estudios comparativos entre la dieta mediterránea y los hábitos alimenticios propios de otras zonas. De esta forma se pueden verificar con mayor exactitud los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea.

La promoción y educación para la salud es primordial para conseguir que la población siga un patrón nutricional adecuado.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Sotos Prieto M., Guillen M., Sorlí J. V., Asensio E. Mª, Gillem Sáiz P., González J. I. et al. Consumo de carne y pescado en población mediterránea española de edad avanzada y alto riesgo cardiovascular. Nutr. Hosp; 26(5):1033-1040.
  2. Control de la colesterolemia en España, 2000 de las Naciones Unidas Para La Prevención Instrumento cardiovascular. Rev. Esp. Salud Pública; 74 (3).
  3. Mens sana in corpore sano | Reportajes | MedicinaTV [Internet]. [cited 2021 Nov 23]. Available from: https://www.medicinatv.com/reportajes/mens-sana-in-corpore-sano-183/
  4. Genética, nutrición y enfermedad – Pilar Vaquero – Google Libros [Internet]. [cited 2021 Nov 23]. Available from: https://books.google.es/books?id=Y3vp40XzrC0C&pg=PA45&dq=Las+vitaminas,+minerales+y+antioxidantes+se+relacionan+con+un+menor+riesgo+de+padecer+enfermedades+cardiovasculares+y+algunos+tipos+de+cáncer&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwiltM7doa_0AhUIJBoKHYsbDNsQ6AF6BAgIEAI#v=onepage&q&f=false
  5. Control de la colesterolemia en España, 2000 un instrumento para la prevención cardiovascular [Internet]. [cited 2021 Nov 23]. Available from: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-57272000000300002
  6. García Ríos A, Meneses Álvarez ME, Pérez Martínez P, Pérez Jiménez F. Omega-3 y enfermedad cardiovascular: más allá de los factores de riesgo. Nutr clínica y dietética Hosp ISSN 0211-6057, Vol 29, No 1, 2009, págs 4-16. 2009;29(1):4–16.
  7. Sirot V, Oseredczuk M, Bemrah-Aouachria N, Volatier JL, Leblanc JC. Lipid and fatty acid composition of fish and seafood consumed in France: CALIPSO study. J Food Compos Anal. 2008 Feb;21(1):8–16.
  8. Echevarria JL, Echevarria JRL. Alimentos hipolipemiantes que mejoran la salud cardiovascular. Rev Cuba Cardiol y Cirugía Cardiovasc. 2017 Dec 15;23(4):549–82.
  9. Silveira Rodríguez Manuela Belén, Monereo Megías Susana, Molina Baena Begoña. Alimentos funcionales y nutrición óptima: ¿Cerca o lejos?. Rev. Esp. Salud Pública. 2003 Jun; 77(3): 317-331.

 

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