Cuidados de enfermería al paciente con quemaduras.

28 noviembre 2021

AUTORES

  1. Nora Miranda Cebrián. Enfermera Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
  2. Aránzazu Salas García. Enfermera Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
  3. Gema Gasca Tizne. Enfermera Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
  4. Belén Pes Rey. Enfermera Hospital de Jaca, Huesca.
  5. Ángeles Reyes López. Enfermera Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
  6. Pilar Martínez Sampedro. Enfermera Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.

 

RESUMEN

Las quemaduras representan uno de los accidentes más frecuentes que existe y pueden constituir un problema médico menor o ser una emergencia que ponga en riesgo la vida del paciente. Una correcta anamnesis y un correcto manejo inicial de la misma puede favorecer su evolución y disminuir el gasto médico. Por esto, se hace necesario establecer un protocolo para el cuidado de las personas que presentan quemaduras.

 

PALABRAS CLAVE

Quemadura, cuidados de enfermería.

 

ABSTRACT

Burns represent one of the most frequent accidents that exist and can constitute a minor medical problem or be an emergency that puts the patient’s life at risk. A correct anamnesis and a correct initial management of it, can favor its evolution and reduce medical costs. For this reason, it is necessary to establish a protocol for the care of people with burns.

 

KEY WORDS

Burn, care nursing.

 

INTRODUCCIÓN

Las quemaduras pueden ser causadas por agentes térmicos, químicos, radioactivos, eléctricos, biológicos (anguilas eléctricas) o por frío 1.

El diagnóstico, gravedad, tratamiento y riesgo vital de la quemadura marcarán la superficie corporal quemada (SCQ), la profundidad y tipo de tejidos afectados.

Las quemaduras se pueden clasificar según su afectación tisular en:

  • Quemadura epidérmica o de primer grado: epidermis.
  • Quemadura dérmica superficial o de segundo grado superficial: hasta dermis papilar.
  • Quemadura dérmica profunda o de segundo grado profundo: la lesión afecta a todos los estratos epidérmicos, llegando hasta la dermis reticular, pero sin afectación del tejido subcutáneo.
  • Quemadura subdérmica o de tercer grado: destrucción completa de todo el espesor de la piel, llegando a afectar tejido subdérmico e incluso estructuras subyacentes (fascia, músculo, tendón, vasos, nervios, periostio, etc.). Queda afectada la totalidad de los anejos cutáneos (glándulas, folículos, etc.). No queda ninguna célula epidérmica viable. Las terminaciones nerviosas también resultan destruidas.

Las quemaduras subdérmicas extensas o de zonas sensibles presentan una alta probabilidad de producir secuelas o lesiones vitales, por ello, se debe añadir al tratamiento tópico y sistémico, el quirúrgico 2. Las quemaduras en extremidades inferiores pueden complicarse y causar síndrome posflebítico, cicatrices retráctiles o disfunciones motoras. Son necesarios el diagnóstico precoz de las complicaciones y su tratamiento adecuado.

Conocer la importancia del tratamiento inicial de estas lesiones para prevenir y/o resolver futuras complicaciones.

 

OBJETIVO

Analizar la evidencia científica existente en la literatura actual y crear un modelo estandarizado de una primera actuación sanitaria ante una quemadura.

 

METODOLOGÍA

Se ha efectuado una búsqueda exhaustiva en diferentes bases bibliográficas, así como, en varias revistas científicas.

 

RESULTADOS

Se considera que los pasos más correctos a seguir para realizar una cura correcta serían:

  • Enfriar la zona afectada. Se realiza con agua a temperatura ambiente en un periodo de 10-15minutos. No utilizar agua helada ya que produce una intensa vasoconstricción local, reduciendo el aporte sanguíneo, además de provocar riesgo de hipotermia con consecuencias graves.
  • Desnudar completamente al paciente y retirar toda la ropa y todos materiales que puedan estar adheridos sobre la piel. Si al intentar retirar la ropa se desprende epidermis muerta, la retiraremos y taparemos la lesión con gasas impregnadas de suero fisiológico 3.
  • Retirar los objetos que comprometan la circulación como anillos, pulseras, relojes, etc.
  • Evitar el uso de pomadas, aceites y un gran listado de remedios caseros, puesto que puede repercutir negativamente a la herida.
  • Revisar el carnet de vacunaciones. Se deberá tener en cuenta la profilaxis antitetánica, con ello prevenimos la sobreinfección por Clostridium tetani.
  • En caso de quemadura epidérmica se aplicará crema hidratante cada 4-6 horas. No se recomienda la aplicación de corticoides. Tampoco es necesaria la aplicación de antisépticos ni pomadas antibióticas.
  • Realizar limpieza escrupulosa y desinfección de la herida y zonas limítrofes. Utilizar suero fisiológico o agua potable y jabón neutro cuando haya suciedad visible y sólo si es necesario, utilizaremos antisépticos de amplio espectro. Una vez limpia la herida, se procederá a su valoración 4.
  • Desbridar todas las flictenas ya que, si se mantiene la flictena entera, se mantiene la presión y por tanto, se sigue profundizando la lesión y así, aumentando el grado de la misma. El líquido de la flictena contiene sustancias citotóxicas que también podrían profundizar la lesión. Por otro lado, se debe retirar el máximo de restos de epidermis desvitalizada.
  • Al limpiar, evitaremos realizar una fricción intensa sobre la zona quemada. En las heridas muy sucias por arena u otras partículas incrustadas, en lugar de rascar fuertemente para eliminarlas, es preferible colocar un apósito con buen espesor de pomada o que propicie un ambiente húmedo y cambiarlo cada 6-12 horas.
  • La cura en ambiente húmedo 5 es la mejor opción, pues genera un microambiente propicio de reparación tisular fibroblástica y regeneración epidérmica. Al cubrir la quemadura con apósito, éste debe sobrepasar en unos 5 a 10 cm del margen de la herida. La sujeción debe permitir la expansión de la zona quemada en caso de edematización. Preferentemente, utilizaremos una malla tubular elástica.
  • Los vendajes compresivos están contraindicados, ya que lo único que se consigue con su aplicación es dificultar la microcirculación sanguínea en dicha zona e impedimos que el edema pueda expandirse 4.
  • Se debe recordar que las quemaduras de segundo grado profundo y/o de tercer grado que afecten de forma circular a una extremidad, cuello o tórax, pueden provocar compresión de los vasos sanguíneos, estrangulamiento y obstrucción de la vía aérea, o dificultar los movimientos ventilatorios del tórax. Cuando esto ocurra, habrá que realizar una escarotomía liberadora que ayuda a descomprimir los vasos y así evitar la necrosis distal 6.
  • Es recomendable enseñar al paciente actitudes, posturas antiálgicas como mantener la zona afectada en reposo en posición elevada. También se debe evitar, en la medida de los posible, el apoyo sobre la zona quemada.
  • Una vez epitelizada la quemadura, se deberá utilizar protección solar y cremas hidratantes que aporten agua a la herida.

 

CONCLUSIONES

La educación sanitaria con respecto a los primeros auxilios administrados inmediatamente después de la quemadura tiene un importante impacto en los resultados de la misma, disminuyendo la morbilidad y los costes sanitarios, además de influenciar en los resultados estéticos. La actualización en el ámbito de las urgencias es por tanto de gran importancia para decidir el protocolo más apropiado, así como la necesidad o no de derivación a un centro especializado.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Baltà Domínguez L, Valls Colomé MM. Quemaduras. AMF. 2011; 7 (10).
  2. Palao Domenech R. Quemados, valoración y criterios de actuación. Marge Medical Books 2009.
  3. Diez Sanz MJ, Sánchez Vallejo JC, Gómez Morell P, Palao Domenech R, Moreno Ramos C, Tomás Gimeno M, Olivart Ginesta D. Atenció d’infermeria al pacient cremat. Colegio de Enfermería de Barcelona.
  4. Garcia Fernandez FP, Pancorbo Hidalgo PL, Rodriguez Torrres MC, Bellido Vallejo JC. ¿Agua del grifo para la limpieza de heridas? . Evidentia 2005 sept-dic; 2(6).
  5. International Best Practice Guidelines: Effective skin and wound management of noncomplex burns. Wounds Int. 2014.
  6. Colección Revista Rol de Enfermería (2005-2021).

 

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