Cesárea humanizada o respetada.

3 enero 2022

AUTORES

  1. Laura Alonso Arana, Matrona del H. Materno-Infantil de Zaragoza.
  2. Patricia Cebrián Rodríguez, Matrona del H. Materno-Infantil de Zaragoza.
  3. Patricia Blanco Rollán, Matrona del H. Materno-Infantil de Zaragoza.
  4. Teresa Almudí Alonso, Matrona del H. Materno-Infantil de Zaragoza.
  5. Lorena Gonzalo Velilla, Matrona del H. Materno-Infantil de Zaragoza.
  6. Julia Berdún Pueyo, Matrona del H. Materno-Infantil de Zaragoza.

 

RESUMEN

La cesárea es una de las intervenciones quirúrgicas más frecuentes en todo el mundo, y su frecuencia sigue aumentando, sobre todo en países de ingresos altos y medianos.

Durante los últimos años, la cesárea «piel con piel», también denominada cesárea «humanizada» o » respetada», está en aumento; La participación de los padres, el nacimiento lento y el contacto directo piel con piel son aspectos importantes para llevar a cabo por los profesionales de salud para aumentar la satisfacción de la pareja durante el proceso.

 

PALABRAS CLAVE

Cesárea, cesárea humanizada, parto.

 

ABSTRACT

Caesarean section is one of the most frequent surgical interventions worldwide, and its rate is constantly increasing, especially in high and middle-income countries.

In last years, «skin-to-skin» cesarean section, also called «humanized» or «respected» cesarean section, is on the rise; Parental involvement, slow birth, and direct skin-to-skin contact are important aspects to be carried out by health professionals to increase the couple’s satisfaction during the process.

 

KEY WORDS

C-section, gentle c-section, birth.

 

DESARROLLO DEL TEMA

La cesárea es una intervención quirúrgica mayor mediante la cual se extrae un feto viable a través de una incisión en la pared abdominal (laparotomía) y otra en la pared uterina (histerectomía)1.

Las referencias históricas explican que hasta el siglo XVI la cesárea se practicaba una vez que la madre moría, para salvar al feto, aunque la supervivencia de este último era poco frecuente2.

La primera cesárea aceptada históricamente como tal, fue realizada en 1610 en Alemania por los cirujanos Trautmann y Seest. Como resultado de esta cesárea, el bebé logró sobrevivir, pero la madre moría a los 25 días por sepsis 2,3.

A lo largo de los años, la técnica de la cesárea fue perfeccionándose y hacia finales del siglo XIX los índices de mortalidad mejoraron. Cabe señalar también a Adolf Keher y Sanger, quienes en 1882 sentaron las bases de la técnica actual de la cesárea, al cerrar la pared uterina, y a Cathelin, quien en 1903 publicaba un tratado sobre anestesia epidural, introduciéndola en la cirugía obstétrica 3.

En 1985 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba que la tasa de cesáreas debía oscilar entre el 10 y 15% “no hay justificación alguna para que ninguna región presente una tasa superior al 10-15%”5. La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), en el año 2015, apoyaba este dato de la OMS, recomendando no sobrepasar la tasa de 15 % de cesáreas 4.

Sin embargo, durante estas últimas tres décadas, la tasa de cesáreas no ha hecho más que aumentar de manera generalizada 4, 5, 6.

 

Cuando se habla del nacimiento de un hijo, ya sea un parto o una cesárea, es fundamental abordar los aspectos psicológicos y emocionales; la ansiedad de la pareja puede verse aumentada, por tanto, la actitud de los profesionales sanitarios que les atienden es clave. Disminuye la ansiedad y aumenta la confianza en la pareja, pequeños detalles como presentarse al entrar, explicar a la mujer qué se le va a hacer, para qué, y solicitar su consentimiento. Transmite confianza y relaja adoptar su nivel, sentándose cerca si es posible, establecer un contacto visual, y hablar despacio y con calma. Procurar no nombrar complicaciones o procedimientos que no sean los que están ocurriendo en ese momento. Evitar producir ansiedad con la información, que debe ser adaptada al nivel intelectual y cultural de la mujer. Si no entiende nuestro idioma, no hay posibilidad de comunicarse de otro modo ni intérpretes disponibles, puede ayudar mirar a los ojos, sonreír, y explicar por señas lo que se pueda. Estas pequeñas acciones pueden relajar mucho a una mujer asustada y evitar incrementar su ansiedad y miedo ante una cesárea 7.

El acompañante tendrá un papel importante en el sentido de control de la mujer durante la cesárea. Por este motivo, es de vital importancia elegir a conciencia quién va a ser la persona que esté ahí en ese momento 8.

Las encuestas realizadas destacan que el acompañamiento de la gestante por la persona de su elección contribuye al bienestar físico y emocional de esta mujer. La presencia del compañero proporciona el apoyo emocional que la mujer necesita para vivir este momento, ofreciendo seguridad y comodidad, lo que permite reducir el sentimiento de soledad, los niveles de estrés y ansiedad causados por la vulnerabilidad de la mujer y otros factores, como el dolor, y el miedo que se genera con relación a la incertidumbre, al ambiente desconocido y al contacto con personas desconocidas 9, 10, 11.

 

El apoyo continuo durante la cesárea también ayuda a elevar la autoestima de la mujer, a aliviar el dolor y la tensión 9, 10, ofreciendo tranquilidad y seguridad a la gestante y contribuyendo a largo plazo a la reducción del riesgo de depresión posparto 12.

El acompañamiento de la pareja hace que la mujer se sienta más relajada, tenga mejor autocontrol y una mejor comprensión y colaboración de las indicaciones que los profesionales le van proporcionando. También produce aumento del índice de inicio de la lactancia materna y prolongación exclusiva de ésta a las 4-6 semanas del alumbramiento 13, 14.

Aún hoy en día, a menudo se tienen dificultades para saber cómo tratar esta situación de forma correcta por parte de los profesionales, ya que el acompañante no es ni un paciente ni un visitante. Debemos esforzarnos por proporcionales su lugar y darles apoyo, como una parte más que es del proceso 12.

En el parto eutócico el acompañamiento es un derecho, ya que se encuentra avalado por diversos decretos y sociedades científicas. Ya en 1985, La Organización Mundial para la Salud (OMS) en la “Declaración de Fortaleza” recoge que, para el bienestar de la nueva madre, un miembro elegido de su familia debe tener libre acceso durante el parto y todo el periodo postnatal 15.

En España, todavía en algunos hospitales en las cesáreas, la persona elegida por la gestante no asiste al momento del nacimiento de su hijo, ya que se le hace esperar fuera del quirófano mientras dura la intervención. Hay que tener presente, que la tasa de cesáreas en nuestro país es más elevada de lo recomendado por la OMS mencionado anteriormente.

 

Las cesáreas suponen un acto clínico obstétrico estresante y amenazante ya que suelen indicarse en situaciones de emergencia y/o fracaso en el progreso de trabajo de parto, por lo que la gestante se encuentra altamente vulnerable al tener la percepción de una mayor amenaza para su vida y la del recién nacido. Estas condiciones pueden tener un efecto adverso sobre el desarrollo de sentimientos de confianza, competencia, adaptación a la maternidad, el establecimiento de la lactancia materna e incluso el riesgo de aumentar la depresión postparto 16.

El trabajo de parto humanizado se define como aquella asistencia que sitúa a la mujer en el centro de la atención. El parto humanizado no es simplemente sinónimo de parto natural, ni de parto vaginal. Un parto puede precisar de intervención médica (cesárea), y, sin embargo, no debe implicar que el profesional sanitario deje de velar porque la gestante y su familia se sientan respetados, acompañados e informados en todo momento 17.

Los profesionales que participan en todo el proceso deben tener la capacidad de escuchar y entender las preferencias y preocupaciones de las mujeres, así como proporcionarles ayuda y apoyo emocional 18.

El Plan de Parto y Nacimiento recomienda mantener un adecuado respeto a la intimidad y refuerzan el derecho de las gestantes a permanecer acompañadas de forma ininterrumpida por la persona de su elección, salvo circunstancia clínica justificada 19.

 

Por otro lado, la evidencia científica constata los beneficios del acompañamiento continuo, especialmente en términos de satisfacción de la mujer y sus parejas. También determina que la presencia de un acompañante durante las cesáreas no se relaciona con una mayor morbilidad materna o neonatal 8.

Las guías nacionales e internacionales recomiendan el inicio precoz de la lactancia materna así como la Guía de Cuidados desde el Nacimiento, recomienda el contacto piel con piel (recién nacido desnudo colocado en el abdomen materno también desnudo) de forma precoz y bajo vigilancia, durante como mínimo cincuenta minutos, puesto que, entre otros beneficios (aumento del vínculo afectivo, disminución del llanto, estabilidad cardiorrespiratoria…), se evidencia que aumenta ocho veces la probabilidad de que el recién nacido inicie de forma espontánea la lactancia materna. De igual manera, este hecho hace que aumente la producción materna de oxitocina, mejorando la involución uterina, disminuyendo el sangrado y aumentando la eyección de calostro 20, 21.

Varios hospitales de España ya han puesto en práctica un procedimiento de humanización de la atención a las cesáreas que consiste en la presencia de un acompañante en las cesáreas consideradas de bajo riesgo médico, así como el inicio precoz de la lactancia materna y el contacto piel con piel en el quirófano.

Con esta iniciativa, se pretende apostar por una asistencia humanizada y dar respuesta a la demanda de las gestantes y sus acompañantes. Las tasas de lactancia materna exclusiva al alta son superiores al 90%, en comparación en las que no se lleva a cabo dicha práctica 14. En circunstancias normales, cuando el bebé nace se produce una descarga de oxitocina, alcanzando el pico más alto que puede experimentar una mujer en su vida. Es un auténtico flechazo entre madre y criatura, en cualquier especie mamífera. El contacto piel con piel con el bebé y la lactancia precoz refuerza este efecto, que no solo asegura un vínculo amoroso esencial para la supervivencia, sino que favorece la expulsión de la placenta y contracción del útero, previniendo uno de los principales accidentes del postparto: la hemorragia 22. Incluso, cuando una cesárea es necesaria, se recomienda, si es posible, dar al menos la opción de que el parto empiece por sí solo, siempre que no haya un motivo médico que lo desaconseje. De esa manera, se evita el riesgo de haber calculado mal la fecha probable de parto, y por tanto la prematuridad iatrogénica, y se da la oportunidad a la madre y al bebé de experimentar los efectos de las hormonas del parto, beneficiosas tanto para su salud como para el vínculo afectivo 23.

 

CONCLUSIONES

La cesárea es una intervención que se realiza, a nivel mundial, con una prevalencia superior a lo recomendado por la OMS. Actualmente, existe mucha información y divulgación sobre los partos de baja intervención, donde se cuida y se respeta la asistencia al parto. Por el contrario, no sucede así en el caso de las cesáreas, en las que la atención es buena, pero podría convertirse en excelente, con un cuidado centrado en la mujer, su pareja y el recién nacido.

La evidencia científica actual, recomienda, que en gestaciones a término y de bajo riesgo, el manejo respetado de la cesárea mejora la vivencia de la mujer y la pareja respecto a la cirugía. No existen pruebas de que la cesárea «humanizada» aumente los efectos adversos para el neonato o la mujer.

 

BIBLIOGRAFÍA

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