Atención al parto durante la pandemia de coronavirus sars-cov-2 (covid-19).

4 noviembre 2020

AUTORES

  1. Marta Doñate Cuartero. Enfermera obstétrico-ginecológica en Hospital Universitario Miguel Servet.
  2. Alba García Castillo. Enfermera obstétrico-ginecológica en Hospital Universitario Miguel Servet.
  3. Sandra Peña De Buen. Enfermera obstétrico-ginecológica en Hospital Universitario Miguel Servet.
  4. María del Carmen Llorente González. Enfermera obstétrico-ginecológica en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
  5. Judith Macia Lapuente. Enfermera obstétrico-ginecológica en el Centro de Salud de Tauste.
  6. Alejandra Inés Franco Villalba. Enfermera obstétrico-ginecológica en Hospital Universitario Miguel Servet.

 

RESUMEN

Introducción: En marzo de 2020 la pandemia de COVID-19 supuso un gran impacto en la salud pública a nivel mundial. Las embarazadas pertenecen a uno de los grupos más vulnerables debido a la alteración fisiológica de su sistema inmunitario y las alteraciones anatómicas propias de la gestación.

Objetivo: Conocer los protocolos de actuación en un parto de una gestante con COVID-19 para poder proceder en base a la evidencia científica.

Metodología: Revisión de bases de datos, protocolos y guías sanitarias en busca de la evidencia más actualizada.

Resultados: El parto se desarrollará en base a las necesidades obstétricas y fetales, evaluando de manera individualizada cada situación y reservando la cesárea para cuando se considere oportuna. Se deberán evitar aquellas técnicas o situaciones que aumenten el riesgo de transmisión vertical, sin embargo, la lactancia materna y el piel con piel en condiciones de seguridad, son recomendados debido a que sus beneficios superan el riesgo de contagio.

Conclusiones: Es importante conocer las últimas evidencias científicas para poder ofrecer una atención de calidad a las gestantes.

 

PALABRAS CLAVE

Infecciones por Coronavirus, parto obstétrico, neonatología, Guía de Práctica Clínica.

 

INTRODUCCIÓN

A principios de marzo de 2020 la OMS declaró la situación de pandemia debido al nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19) y a la situación de emergencia de salud pública existente1.

La enfermedad por COVID-19 puede presentar síntomas leves como los de un resfriado común hasta una insuficiencia respiratoria grave que desencadene en la muerte de una persona. Los síntomas más frecuentes con los que cursa una persona infectada con COVID-19 son fiebre, cefalea, tos, diarrea y mialgia2.

El número de embarazadas contagiadas es menor en relación con el resto de la población, sin embargo, suponen un grupo de riesgo debido a que el embarazo causa depresión del sistema inmunológico y esto puede ocasionar síntomas mucho más graves como neumonía e insuficiencia respiratoria3,4. Además, las modificaciones propias del embarazo suponen que la embarazada sea más susceptible a la hipoxia y a las infecciones víricas5.

La transmisión de este virus se produce principalmente por medio de gotas respiratorias tras un contacto estrecho con una persona infectada (menos de 2 metros) o por un contacto directo con materiales contaminados con secreciones que contengan el virus. Una persona también se puede contagiar al realizar técnicas que produzcan aerosoles a una persona infectada o a través de heces contaminadas3,6. La transmisión vertical de madre a hijo durante el parto parece poco probable puesto que no se ha demostrado la existencia del virus en los fluidos vaginales ni en la leche materna6,7. Los recién nacidos contagiados son en su mayoría casos de transmisión horizontal6.

Cuando una mujer llega al hospital se le debe realizar una serie de preguntas, tanto a ella como a su acompañante, las cuales ayudan a detectar síntomas de infección del tracto respiratorio u otras afecciones relacionadas con el COVID-194. Las embarazadas y acompañantes sospechosos de cursar con COVID-19 deberán aislarse del resto de las gestantes a la espera de las pruebas diagnósticas2. Además, se deben realizar pruebas para detectar el virus a todas las parturientas que ingresen con trabajo de parto como a sus acompañantes debido al gran porcentaje de asintomáticos que existen con COVID-19 positivo4.

En este contexto de pandemia resulta imprescindible tener una serie de pautas adecuadas para manejar el trabajo de parto de gestantes con COVID-19. Por ello se deben desarrollar protocolos con información completa pero concisa que permita a los profesionales implicados en el parto un fácil acceso a los conocimientos más actualizados8.

Además, la implantación de dichos protocolos puede prevenir la exposición innecesaria de pacientes y del personal sanitario al virus, sin embargo, estos no deben modificar la atención al parto normal en mujeres cuya PCR sea negativa9.

 

OBJETIVO

Conocer las recomendaciones y los protocolos basados en la evidencia científica para asistir a la mujer en el proceso del parto durante la pandemia del COVID-19.

 

METODOLOGÍA

Para la realización de este artículo se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica sobre la asistencia al parto durante la situación de pandemia causada por el coronavirus en las siguientes bases de datos: Cochrane, Pubmed, Scielo. Así mismo, se han revisado guías y protocolos de actuación pertenecientes a la Organización Mundial de la Salud (OMS) e instituciones y asociaciones de ginecología y obstetricia.

 

DISCUSIÓN

La vía del parto elegida para las gestantes con infección COVID-19 será individualizada y dependerá únicamente de la situación obstétrica y del estado fetal3,7. La cesárea solamente estará indicada cuando las condiciones obstétricas o fetales lo requieran10. El personal implicado en el parto deberá ser el esencial y portará el equipo de protección individual adecuado que incluye gorro, gafas, batas impermeables, guantes y mascarillas FFP22,11,12. La atención al parto tendrá lugar en el mismo espacio asistencial evitando de esta forma la contaminación del mínimo de espacios posible. La parturienta deberá portar una mascarilla quirúrgica durante todo el proceso del parto y podrá tener un acompañante que no sea COVID+ o sospechoso, el cual deberá llevar también mascarilla6,11.

En mujeres con COVID-19 sintomático puede haber mayor riesgo de pérdida de bienestar fetal durante el trabajo de parto por lo cual se recomienda la monitorización continua fetal6,11,13. En el caso de que el RCTG fuese sospechoso de patología no estaría indicada la realización de pH de calota fetal. Por ello, ante dicho escenario se finalizaría el parto mediante la vía más adecuada según la situación obstétrica6.

La vigilancia de constantes maternas como la temperatura, saturación y frecuencia respiratoria debe ser horaria. En cuanto a los tactos vaginales y amniorrexis se deben realizar las menos veces posibles para minimizar el riesgo de transmisión vertical6.

Con relación a la analgesia epidural, no existe evidencia científica que contraindique dicha técnica y de utilizarse, se intentaría realizar de forma precoz para evitar la anestesia general y los aerosoles que produce, los cuales incrementan el riesgo de contagio para los sanitarios13,14,15. Si la anestesia general es absolutamente necesaria, el personal sanitario deberá utilizar mascarillas FFP24. En el caso del óxido nitroso, este si se encuentra contraindicado debido a los efectos respiratorios que produce y a la producción de aerosoles que puede generar4,6.

El expulsivo supone un momento de mayor riesgo de aerosoles por lo que el personal sanitario deberá portar mascarilla FFP2 como medida de protección indispensable durante dicha fase del parto4.

El parto en el agua se encuentra desaconsejado debido al riesgo de transmisión del virus a través de las heces13.

La atención al recién nacido se llevará a cabo en el mismo lugar que se lleve a cabo el parto6. Se recomienda realizar el pinzamiento tardío del cordón umbilical ya que los beneficios comprobados de este superan los daños teóricos y no comprobados por la evidencia científica11,12,15. Si la madre desea realizar el piel con piel se asegurará el uso de mascarilla y la higiene de manos y piel de la madre12. Para minimizar el riesgo de contagio, no se realizará la recogida de huellas dactilares del recién nacido ni se ofrecerá la donación de sangre de cordón umbilical6. Al recién nacido de madre COVID-19 confirmada se le realizará pruebas virológicas que descarten o confirmen el contagio por parte de su madre5.

Respecto a la lactancia materna, está recomendada debido a sus múltiples beneficios como el paso de anticuerpos madre-hijo frente al SARS-CoV-2, por ello se debe animar a que se realice la primera toma tras el nacimiento siempre y cuando el estado de salud de la madre y del recién nacido lo permitan5.

 

CONCLUSIONES

Los servicios de maternidad deben garantizar una atención de alta calidad durante la pandemia de COVID-19 mediante protocolos de asistencia actualizados y basados en la evidencia científica. Los conocimientos que se poseen sobre el virus evolucionan de manera constante y se requiere una actualización continua a medida que surge más información y se recopilan más datos clínicos y experiencia.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Organización Mundial de la Salud. Nuevo Coronavirus (2019nCoV). [Internet]. 2020 [cited Apr 7, 2020]. Available from: https://www.who.int/docs/default-source/ coronaviruse/situation-reports/20200130-sitrep-10-ncov. pdf?sfvrsn=d0b2e480_2
  2. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Recomendaciones para la prevención de la infección y el control de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) en la paciente obstétrica. 2020.
  3. Mascarenhas VHA, Caroci-Becker A, Venâncio KCMP, Baraldi NG, Durkin AC, Riesco MLG. Care recommendations for parturient and postpartum women and newborns during the COVID-19 pandemic: a scoping review. Rev. Latino-Am. Enfermagem. 2020;28:e3359.
  4. Boelig RC, Manuck T, Oliver EA, et al. Labor and delivery guidance for COVID-19. Am J Obstet Gynecol MFM. 2020;2(2):100110.
  5. Ministerio de Sanidad, Gobierno de España. Documento técnico Manejo de la mujer embarazada y el recién nacido con COVID-19. 2020.
  6. Hospital Clínic, Hospital Sant Joan de Déu, Universitat de Barcelona. Protocolo: Coronavirus (COVID-19) y gestación.
  7. Khan S, Peng L, Siddique R, et al. Impact of COVID-19 infection on pregnancy outcomes and the risk of maternal-to-neonatal intrapartum transmission of COVID-19 during natural birth. Infect Control Hosp Epidemiol. 2020;41(6):748-750.
  8. Sichitiu J, Desseauve D. Intrapartum care of women with COVID-19: A practical approach. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol. 2020;249:94-95.
  9. Aubey J, Zork N, Sheen JJ. Inpatient obstetric management of COVID-19. Semin Perinatol. 2020;151280.
  10. Narang, K.; Ibirogba, E.R.; Elrefaei, A.; Trad, A.T.A.; Theiler, R.; Nomura, R.; Picone, O.; Kilby, M.; Escuriet, R.; Suy, A.; Carreras, E.; Tonni, G.; Ruano, R. SARS-CoV-2 in Pregnancy: A Comprehensive Summary of Current Guidelines. J. Clin. Med. 2020, 9, 1521.
  11. Clinical management of COVID-19: interim guidance. World Health Organization. 2020.
  12. Updated SOGC Committee Opinion – COVID-19 in Pregnancy. 2020.
  13. Royal College of Obstetricians and Gynaecologists (UK). The Royal College of Midwifes. Coronavirus (COVID-19) Infection in pregnancy. Information for healthcare professionals. 2020.
  14. Chen D, Yang H, Cao Y, Cheng W, Duan T, Fan C, et al. Expert consensus for managing pregnant women and neonates born to mothers with suspected or confirmed novel coronavirus (COVID-19) infection. Int J Gynaecol Obstet. 2020;149(2):130-6. doi: 10.1002/ijgo.13146
  15. Cochrane pregnancy and childbirth. COVID-19 review of national clinical practice guidelines for key questions relating to the care of pregnant women and their babies. 2020.

 

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